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El próximo curso escolar no será normal. El virus sigue al acecho y la evolución de la pandemia marcará el desarrollo docente. El pleno del Consell abordó ayer las medidas que definirán la vida de los colegios e institutos valencianos en 2020-2021.
La intención de la administración es que sea presencial en la máxima medida, especialmente para las edades más tempranas. Pero no siembre será posibles y ayer el conseller de Educación, Vicent Marzà, reconoció que en el caso de Educación Secundaria y Bachillerato no se podrá dar toda la materia.
En el caso de Infantil y Primaria, al igual que para la etapa de 0 a 3 años, los alumnos se incorporarán con normalidad al inicio de curso. Para ello la conselleria ha dispuesto que se doblen las aulas para garantizar las ratios de entre 15 y 20 alumnos. En esta etapa los escolares se convertirán en «grupos estables de convivencia» en los que no será necesario guardar la distancia seguridad, ya que a estas edades los niños no son capaces de respetar la separación.
En el caso de Secundaria y Bachillerato el panorama es bien distinto. Habrá que cumplir el criterio de distanciamiento y por ello no se podrá garantizar la presencialidad por falta de espacio.
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La Conselleria de Educación, como ya transmitió a la comunidad educativa hace unas semanas, plantea dividir la clase en dos turnos. El primero iría al aula el lunes, miércoles y viernes y el segundo, martes y jueves. La semana siguiente se alternarían y de esta forma recibirían la misma carga lectiva. Los profesores pondrían tareas para realizar los días que no se asista al centro.
Con este planteamiento es difícil que se puede cubrir todo el temario y por eso el conseller ayer avanzó que «no se podrá dar el 100% del currículum« en las etapas superiores de la educación.
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En cualquier caso, el conseller indicó que «con criterios educativos lo ideal sería volver al 100%, pero la realidad no lo permite«, apuntó Marzà recordó que en estos momentos hay que primar los criterios sanitarios sobre otros de cualquier tipo. El conseller indicó que la presencialidad total se aplicará en todos los centros que se pueda.
Dividir grupos impedirá que se tiene el aspecto negativo de que impedirá que se imparta todo el currículum durante el curso. Pero tiene también una ventaja para el conseller Marzà y es que mejorará la calidad educativa «pues la reducción de ratios permitirá una atención más individualizada del estudiante».
Marzà aseguró que se va a contratar a más profesorado para garantizar el desdoblamiento de las clases, una inversión que se subvencionará con los fondos remitidos por el Gobierno y los fondos de la conselleria. También avanzó que se establecerán programas de refuerzo.
El conseller recalcó se ha enviado a cada centro una propuesta para adaptarse a la nueva normalidad y ahora espera que se los remitan con las aportaciones que consideren oportunas.
Por otro lado, la Conselleria de Educación ha llegado a un principio de acuerdo con los sindicatos para firmar un acuerdo global respecto al inicio de curso 2020-21 y para la reducción de horas lectivas de los docentes para el curso 2021-2022 a 23 horas en Infantil y Primaria (frente a las 25 actuales) y a 18 horas en Secundaria (ante las 19).
El acuerdo, que se firmará la próxima semana, incluye la reducción de una hora lectiva para el profesorado que trabaje por ámbitos en 1º de la ESO, que dedicará a las tareas de coordinación de contenidos entre departamentos.
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