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Marzà invierte menos del 4% de lo prometido para mejorar colegios

Marzà invierte menos del 4% de lo prometido para mejorar colegios

De los 310 millones que anunció ha gastado 12 y uno de cada tres euros presupuestados se desvió a otra área

Joaquín Batista

Valencia

Sábado, 4 de julio 2020, 00:55

El plan Edificant, ideado por el Consell para agilizar las obras de mejora que precisan los centros públicos a través de los ayuntamientos, se ha concretado en lo que va de año en el pago de doce millones de euros sobre un presupuesto inicial de 310,3. Es algo menos del 4% del total.

La cifra es superior a la desvelada la pasada semana por el PP (6,6), que se mostró muy crítico con el grado de ejecución de las infraestructuras educativas, aunque también evidencia la lentitud en el avance de un programa más que ambicioso.No sólo debe servir para acabar con todos los barracones que se eternizan en los centros, sino que también cubre necesidades de todo tipo, desde renovaciones de mobiliario hasta obras de accesibilidad, climatización, ampliaciones o de construcción de nuevas escuelas donde exista un déficit de plazas.

Tal y como explicaron fuentes de la Conselleria de Educación a preguntas de LAS PROVINCIAS, la cifra hace referencia a la cuantía abonada en los seis primeros meses del año (exactamente hasta el pasado lunes). La del PP, en cambio, llegaba hasta abril y se basaba en datos extraídos de la contabilidad de la Generalitat.

Por su parte, la cuantía oficial se basa en las certificaciones de obras y servicios realizados que emiten las entidades locales, que son las promotoras de las intervenciones mientras que Educación pone los fondos. Es decir, cuando una empresa termina una parte del trabajo contratado se emite la certificación, y una vez verificada se materializa el abono correspondiente. Los pagos son casi siempre parciales, llegan en función de las fases de la obra que se van superando.

Los presupuestos de la Generalitat de este año contemplaban para el plan 310,3 millones de euros, aunque la cifra a día de hoy es menor tras desviarse parte de esos fondos a otros menesteres, como cubrir la Renta Valenciana de Inclusión. Exactamente la partida de Edificant se ha quedado en 213,8 millones tras detraerse 96,5, un 31% del total, mediante transferencias presupuestarias. Así, el porcentaje efectivamente abonado respecto al dato más actual sería del 5,6% (también discreto). No es de extrañar que una de las críticas de los partidos de la oposición sea que los anuncios iniciales del Consell se quedan en papel mojado porque buena parte del dinero no se gasta en los centros públicos.

Lo mismo sucedió el año pasado. 2019 se cerró con 25,2 millones en obras pagadas (certificadas) frente a un presupuesto anunciado de 303,7 que a lo largo del ejercicio también se fue minorando para atender otras necesidades, como abonos a las universidades públicas. Al final las modificaciones de crédito alcanzaron un montante de 86,68 millones, casi un tercio del total.

En resumen, la tendencia durante el último año y medio, cuando más municipios se han sumado al programa, está siendo calcada: anuncios de mucha inversión que no se acaban cumpliendo. Y la previsión del ejecutivo valenciano es todavía más ambiciosa: gastar mil millones hasta 2024 (a contar desde que nació Edificant, a finales de 2017) para conseguir su objetivo de dignificar las infraestructuras públicas.

Que el programa se haya convertido en la hucha de los ahorros del Consell se explica en que en realidad no puede ir más rápido que los ayuntamientos, y estos, en los primeros compases de la tramitación, dependen de los tempos de Educación, pues no pueden impulsar una actuación hasta que consiguen que se apruebe la delegación de las competencias para ello. Y es un trámite que se prolonga, sobre todo en grandes intervenciones. Por ejemplo, para el nuevo instituto de Patraix, en Valencia, desde que se solicitó la adhesión al plan hasta que se consiguió la citada delegación pasaron 11 meses. Y después de este paso suele ser necesario impulsar los proyectos de construcción antes de licitar las obras. Sólo cuando se empiezan llegan los pagos.

«No se paran obras»

Desde la Conselleria de Educación inciden en esta idea para contextualizar los doce millones pagados y las reducciones del presupuesto inicial.

«Las reprogramaciones se hacen de acuerdo a la información que nos facilitan los ayuntamientos sobre las previsiones de los trabajos a realizar este año: licitación, adjudicación y ejecución de obra», señalan, antes de insistir en que esto «no ha implicado que se haya parado ninguna intervención, ni tampoco las que los ayuntamientos tienen previsto adjudicar este ejercicio».

Así, «las partidas que se reprograman pasan a los ejercicios 2021, 2022, 2023 y 2024 adaptadas a la realidad de cada administración local. En ningún momento se merma el presupuesto asignado a una obra ni se impide a ningún ayuntamiento licitar a través de Edificant, simplemente adaptamos las anualidades al calendario de cada uno para que no pierdan nada de lo asignado», concluyen.

Aunque la inversión asociada al programa supone la mayor parte del dinero destinado a la mejora de centros públicos, no es la única que maneja Educación, pues hay una serie de centros que siguen dependiendo, a todos los efectos, de su Dirección General de Infraestructuras y cuentan con partidas propias.

En otras palabras, los pagos globales por mejoras en colegios de la Generalitat son superiores a los doce millones de Edificant si se suman estos conceptos, que también incluyen actuaciones menores de las direcciones territoriales, entre ellas las destinadas a la retirada de fibrocemento.

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