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Efectos de la DANA en La Ribera. J. L. Bort

La DANA anega casas y carreteras, corta el corredor y obliga al cierre del puerto de Valencia

Las fuertes tormentas remiten este lunes tras poner en jaque la Ribera y el Baix Maestrat y sembrar el caos de norte a sur

J. A. Marrahí

Domingo, 3 de septiembre 2023

Las previsiones hablaban de que los efectos de la DANA iban a mostrar su peor cara este domingo en la Comunitat y así fue. Los frentes tormentosos barrieron ayer de sur a norte toda la región y dejaron a su paso un sinfín de emergencias en las tres provincias: bajos inundados, calles cortadas, retrasos en servicios públicos, árboles caídos o rescates de personas atrapadas en las habituales imprudencias por usar el coche en medio de los aguaceros o encharcamientos.

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Y muchos, muchísimos, problemas en las comunicaciones en una jornada crítica por el regreso de viajeros de vacaciones. El agua acumulada en las vías interrumpió el corredor mediterráneo y también trenes de conexión con Madrid. El temporal obligó a cerrar parcialmente el tráfico marítimo en el Puerto de Valencia y afectó con cortes a carreteras como la AP-7, la N-340 o la V-31, entre otras muchas vías secundarias.

Después de la tregua que durante la tarde del sábado dio la evolución de los chubascos, los problemas comenzaron en torno a las tres de la mañana del domingo. A partir de esa hora, todo se complicó. El paso de tormentas con mucha carga de lluvia puso en jaque prácticamente toda la Comunitat de sur a norte, pero con especial intensidad durante la noche en las poblaciones de La Ribera y l’Horta. Y horas más tarde, de nuevo a Castellón. Destacan los casi 130 litros de la tromba de Alginet, con casas, calles y campos anegados. O los 122 en Alzira. O los 106 en Algemesí, según los valores provisionales apuntados en la red meteorológica de Avamet a primera hora de la mañana.

Dónde más llovió en la crítica madrugada (hasta las 11 horas) fue en Alginet. Allí el cielo cayó a plomo de madrugada y su teniente alcalde, Andrés Añón, explicó así lo vivido durante la noche: «Ha habido problemas en puntos habituales, el camino Trullàs, la calle Trullàs, la zona del Vaporet, por donde pasan los barrancos». El agua irrumpió en un par de casas «por problemas de desagües obstruidos», detalló el responsable municipal.

La prevención fue clave. Ante las advertencias de fuertes lluvias, se habían limpiado hace poco los cauces del barranco a su paso por la población y eso ha sido fundamental para evitar desgracias, según Añón. El barrio del Vaporet está en fiestas y el escenario estaba dentro del cauce del barranco. «Decidimos suspender los dos días de fiesta y se desmontó el escenario».

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En las calles y barrancos se formaron pequeños ríos por la fuerte tromba, pero no hubo que lamentar daños personales.

El Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia intervino de madrugada en una veintena de emergencias relacionadas con la lluvia en toda la provincia. Destaca el salvamento de personas atrapadas en coches en Torrent y Benifaió, donde también hubo achiques. Actuaron ante desprendimientos de cascotes en Utiel o la entrada de agua acumulada en una vivienda de Manises. Y, por supuesto, decenas de caídas de árboles y ramas.

También fue una noche muy tensa para los bomberos alicantinos: se movilizaron ante inundaciones en Mutxamel, El Campello y San Juan. Y han atendido multitud de emergencias por problemas eléctricos, caídas de cascotes o árboles desprendidos en poblaciones como Orihuela, Elche, Petrer, Benidorm o Benissa.

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En el ámbito de las comunicaciones, y en el inicio del domingo, hubo retrasos en la línea C1 y C2 de Cercanías de Renfe. Además, dilaciones en las líneas 1, 2, 7 de Metrovalencia. Entre Paterna y Llíria se cortó el servicio, pero se recuperó poco después.

Mientras, en carretera, el paso de tormentas en la madrugada y durante la mañana obligó a cortar algunas vías importantes, según el Centro de Gestión de Tráfico. Una de las interrupciones más importantes fue la de la AP-7, cortada en Vinaròs entre las 9.30 y las 10.30 horas. También fue preciso cortar la N-340 en el mismo municipio.

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Además, el enlace de la V-31 (Pista de Silla) hacia el corredor de Alcàsser también quedó interrumpido por la acumulación de lluvia, esta vez con varios vehículos atrapados. Igualmente, se cortó el paso del tráfico en la N-220, entre la A-3 y el aeropuerto, con conductores atrapados por el agua acumulada.

Desde las 10 horas, los aguaceros regresaron con mucha fuerza al norte de Castellón, donde los bomberos se movilizaron a rescates de personas atrapadas en coches y bajos inundados en poblaciones como Vinarós, Sant Jordi, Benicarló o Calig, entre otras.

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Emergencias de Cataluña confinó a la población de Alcanar, en Tarragona, y el 112 alertó de que algunos de los mensajes directos de advertencia por telefonía móvil podrían llegar también a poblaciones limítrofes valencianas.

Ya al mediodía, Aemet sumaba un nuevo riesgo: el del temporal marítimo, con fuerte marejada, pero con la previsión de que el oleaje se intensificara a causa del viento del nordeste de 50 a 60 km/h (fuerza 7). Y así fue: el resultado, mar gruesa y olas de tres metros.

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A causa del mal estado de la mar, Balearia canceló la salida de varios de sus ferrys entre Dénia y Baleares, entre otros trayectos de la compañía. Pasadas las 15 horas, la Autoridad Portuaria acordó el cierre parcial del tráfico marítimo del Puerto de Valencia por las complicaciones del viento y temporal marítimo. Implicaba la prohibición de entrada de embarcaciones al puerto, a excepción de aquellos ferrys con pasajeros en los que el práctico pudiera subir en la bocana del puerto. A las 18 horas, también se cerró el puerto de Sagunto.

Igualmente, ha sido una jornada de caos para los usuarios del tren con destino o salida en la región. El temporal ha provocado la suspensión del servicio del corredor mediterráneo y demoras en varios trenes con origen en Madrid y destino en puntos de la Comunitat Valenciana, Andalucía, Murcia o Castilla-La Mancha.

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Por un lado, se desviaron los trenes desde Valencia y Alicante vía Madrid hacia Barcelona, y desde Figueres, vía Madrid, a Alicante y Valencia. El caos, pues se paralizó la circulación entre L’Aldea-Amposta y Ulldecona (Tarragona) por acumulación de agua.

Además, quedaron detenidos el Euromed Alicante-Barcelona, en Oropesa, y el Valencia-Tortosa en Ulldecona. En suma, Renfe estima en 24 los trenes afectados por las interrupciones del corredor mediterráneo en conexión con la Comunitat: los desviados por Madrid, otros con servicio alternativo de autobuses y otros que sólo pudieron realizar el trayecto entre Murcia, Valencia y Alicante, pero sin continuidad hacia Cataluña.

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El temporal conllevó una falta de tensión en Fuencarral que derivó en considerables demoras en la salida desde la estación de Chamartín en trenes Avlo Madrid-Alicante y Madrid-Valencia. También en los AVE Madrid-Valencia y Madrid-Murcia.

Durante todo el episodio de fuertes lluvias, los equipos de Cruz Roja de Alicante atendieron a 88 personas sin techo en los diferentes albergues repartidos en Alicante, Elche y Torrevieja. Se les apartó del riesgo en la calle y les proporcionaron alimentos, kits y compañía.

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La labor de la organización humanitaria también fue crucial en Valencia para evitar que personas sin hogar permanezcan en la calle en medio de los aguaceros. Un total de 25 personas (15 hombres y 4 mujeres) se refugiaron en la madrugada de ayer de las fuertes lluvias en el Centro de Emergencias Sociales de la organización.

Al cierre de esta edición, y según la red de pluviómetros de la Asociación Valenciana de Meteorología (Avamet), el mayor registro de precipitación de la jornada se midió en Alzira, con 175 litros por metro cuadrado. Pero en los dos días de aguaceros por la DANA en la Comunitat, es Borriol, en Castellón, donde más ha llovido: allí se han medido 209 litros en todo el episodio.

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Durante la tarde, el tiempo cambió. Las lluvias cesaron o fueron más débiles y cobraron fuerza las rachas de viento, con velocidades de hasta 90 kilómetros en Buñol y complicaciones para algunos aviones que debían aterrizar en Manises.

Se sumó el temporal marítimo, con daños en infraestructuras en algunas playas como la de Orihuela o Vinaròs, olas rompiendo con mucha fuerza en tierra y una considerable entrada de polvo en suspensión procedente de África que tiñó de rojo el cielo del atardecer en los pueblos costeros alicantinos.

 

 

 

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