Los embalses del Júcar viven el peor verano de los últimos cinco años

Con este panorama es fácil deducir que es lo que les ha pasado a los pantanos. No ha llovido en los últimos meses y ha hecho calor y esto ha pasado factura de forma que la próxima semana los niveles de los embalses es posible que se sitúen ya por debajo de la barrera psicológica del 50%.

La sequía ha propiciado que los pantanos afronten el peor verano del último lustro. Hay que retroceder hasta 2019 para encontrar un unos registros más negativos. Entonces se encontraban en el 37%.

En estos momentos los pantanos del Júcar almacenan 1.437,71 hectómetros cúbicos y se encuentran al 50,81% a las puertas de bajar de ese 50% tras perder en siete días casi 25 hectómetros.

«El estado actual de los embalses de la Demarcación está condicionado por la situación de sequía prolongada que viene desarrollándose desde el año hidrológico 2022/2023. Todos los sistemas excepto el Turia y el Júcar están en situación de sequía, y por lo tanto hay muy poco aporte a los embalses y eso nos lleva a diversos escenarios de escasez hídrica en los diferentes sistemas», ha explicado Manuel Torán, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Torán ha insistido en el hecho de que «actualmente estamos en emergencia en Marina Alta, Marina Baja, Palancia-Los Valles y Cenia-Maestrazgo; en alerta en Vinalopó-Alacantí, Mijares-Plana de Castelló y Serpis; y en normalidad el Júcar y el Turia, aunque la previsión es que el sistema Turia pueda entrar en prealerta a finales de julio, motivo por el cual la CHJ ha convocado una comisión de desembalse para el 6 de agosto, con el fin de dar cuenta a los usuarios».

El director técnico de la Confederación ha señalado que dentro de este marco general «observamos que esa sequía y esa escasez, al tiempo que las temperaturas inusualmente altas que se han alcanzado en los dos últimos años hidrológicos, han hecho que el volumen de agua embalsada haya ido en continuo descenso en todos los sistemas».

Manuel Torán ha destacado que el sistema Turia, por ejemplo, «en el que aún estamos en niveles de normalidad, hemos pasado de un volumen de agua embalsada de un 85% en 2022 a estar actualmente a un 44%, lo que da una idea del consumo de recurso embalsado ante la falta de precipitaciones».

Pero hay más datos. El único que se mantiene es el sistema Júcar, en el que ahora se almacenan un 57%, debido a que en la cabecera sí que se han registrado precipitaciones.

En cambio, advierte Torán, el resto de sistemas «se encuentran en el entorno del 20%, lo que significa que disponen de muy escasos recursos». A ese hecho hay que unir que tanto el Palancia como el Cenia están teniendo problemas importantes de disponibilidad de agua.

Según Torán, el hecho de que los embalses gestionados por la Confederación se encuentran al 50% de su capacidad, pero este dato puede ser engañoso porque «el recurso está desigualmente repartido: el sistema Júcar está bien y el sistema Turia está sin problemas acuciantes, pero en el resto de sistemas sí hay problemas de disponibilidad de agua».