Así se encuentra trabajo de camarera en sólo dos horas en el centro de Valencia

Mi primera parada fue un restaurante de la calle Ribera. Al preguntar si estaban abiertos a contrataciones, respondieron ansiosos confirmando que llevaban tiempo buscando empleados. Tras sentarme a hablar con el dueño, me preguntó por mi experiencia, estudios y la disponibilidad que tendría. Sería un contrato de 24 horas semanales, aunque trabajaría 48, con un día libre y un sueldo de 1.200 euros al mes. La oferta no me convenció. Seguí intentándolo.

Mi ruta me lleva a un restaurante que ofrecía contratos de 30 horas, porque los de 40 ya estaban llenos. Nada más preguntar, me pidieron el currículum de manera física para que lo estudiara el departamento de dirección e iniciar el proceso de selección. No me especificaron el salario porque «es según el convenio», pero sí que aseguraron que el contrato incluía dos días libres.

En la calle del Convent de Santa Clara entré en una cervecería. Me explicaron que justamente ahora la plantilla estaba completa, pero que hacía poco habían estado buscando y no encontraban personal. Aquí me dieron la opción de presentar el currículum por si había alguna baja o alguien se iba de vacaciones y me necesitaban. El horario sería de nueve y media a cinco o de cinco a doce de la noche y me advertían de que no se suele doblar, pero que a veces sí que se puede precisar.

En una taberna cercana, nada más entrar para informarme, me pidieron el currículum. Aquí me ofrecían mil euros de sueldo por un contrato de 30 horas y me recomendaban no aceptar ningún trabajo que me pagara menos por las mismas horas.

En una cadena de restaurantes me prometían 1.300 euros por 40 horas semanales, pero especificaban que dependería de lo que estuviera dispuesta a trabajar. Me preguntaron si tenía experiencia y, al confesarle que no la tengo, me advirtió de que allí se trabaja mucho preguntándome también si estaba dispuesta a asumir el riesgo.

Siguiendo mi búsqueda encontré un código QR en la puerta de un restaurante de comida italiana. Debajo del código un cartel proponía: «Únete a nuestro equipo». Los responsables del negocio me explicaron que estaban abriendo otro local y que buscan camareros. Me informaron de que los contratos suelen ser de 40 horas, pero ya están completos y solo buscan de 20 horas, cobrando 800 euros, o de 30, cobrando 1.200.

Mi última parada fue en un restaurante de la calle san Vicente Mártir donde buscaban contratos de 30 y de 40 horas ya que de media jornada habían rechazado alguno. De base, se cobrarían 1.300 euros y, si hay mucha propina, afirmaban que se puede llegar a los 1.500.