Cuando una enfermedad cerebral puede estar detrás de un trastorno mental infantil

El Colegio de Médicos de Valencia ha sido el enclave escogido este año para albergar la 25 edición del Congreso Internacional sobre Trastornos del Neurodesarrollo organizado por el doctor Fernando Mulas, presidente de la Sociedad Valenciana de Neuropediatría y Director del Instituto Valenciano de Neuropediatría (INVANEP). En el encuentro, en el que participaron cientos de profesionales, se abordaron trastornos como el del Espectro Autista (TEA), Trastorno por Déficiti de Atención e Hiperactividad (TDAH) y Dificultades del Aprendizaje y del Lenguaje.

El acto comemorativo del 25º aniversario fue presidido por el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, que hizo referencia a la reciente condición de diputado en las Cortes Valencianas de Mulas, y por la presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, la doctora Mercedes Hurtado. Ambos destacaron la relevancia y constancia de que Valencia haya sido pionera en estos congresos en toda España, en esta ocasión con 300 inscritos de todo el mundo.

En la presentación, Mulas reivindicó «el papel de los neuropediatras para los estudios iniciales de descartar patologías neurológicas en estos niños, que puedan ser causa de trastornos etiquetables como enfermedades mentales, abogando por los nuevos planteamientos de considerar estas enfermedades como cerebrales, con competencias transversales de diversas especialidades sanitarias, como los neuropediatras y los psiquiatras infantiles».

El conseller Mínguez se mostró muy concienciado con estas problemáticas, entre las que destacó los Trastornos del Espectro Autista (TEA), exponiendo los planes previstos por la conselleria para implementar las dotaciones de plantillas necesarias y potenciar las Unidades de Salud Mental Infantil.

La ponencia inaugural la desarrolló Salvador Martínez, director del laboratorio de Embriología Experimental del Instituto de Neurociencias y CSIC de Alicante, sobre un estudio en el cerebro por infección Covid durante el periodo embrionario, que es pionero en el mundo. Han identificado como afectadas áreas del hipocampo en desarrollo, lo que hace necesario un seguimiento clínico riguroso en la edad infantil.

La neurofisióloga María Ángeles Idiazábal, de Barcelona, habló de los potenciales psicofisiológicos y su utilidad en los casos de TDAH, como los potenciales P300, y también de los avances que están investigando sobre latencias más inferiores para el despistaje precoz de los niños TEA. Precisamente, el doctor Ami Klin, director del Marcus Center de la Universidad de Emory, en Atlanta (EEUU), confirmó que ya está disponible la aplicabilidad de la tecnología de 'eye tracking' con un modelo avanzado para el diagnóstico precoz de estos niños.

Mariano Alcañiz, catedrático de Ingeniería Biomédica de la Universidad Politécnica de Valencia, desarrolló una interesante ponencia, de futuro inmediato, sobre el uso de humanos virtuales para el diagnóstico e intervención en el TEA. También de Valencia el neuropsicólogo y director del Centro Red Cenit, Luis Abad, expuso la alta incidencia entre TDAH, ansiedad y las dificultades del aprendizaje. El neuropediatra de Madrid, Alberto Fernández, lo hizo sobre el impacto del TDAH en la lectura y la psiquiatra infantil Amaia Hervás, de Barcelona, habló de la disposición de los niños TEA para la depresión, siendo frecuente el infradiagnóstico con el riesgo consecuente de actos autolíticos y suicidio.

La problemática de los niños con altas capacidades intelectuales, competencias sociales y ciberbulling fue tratada por Sylvia Sastre, catedrática de psicología evolutiva de Logroño, refiriendo que «el mal uso de la tecnología digital puede generar una adicción y ser una plataforma para una forma de Bullig anónima y volátil (el ciberbulling)», lo que impide el bienestar personal con importantes consecuencias internalizantes y externalizantes. Dada su prevalencia se considera un problema mundial de salud.

• Temas
• Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública
• Miguel Mínguez