AT
Viernes, 19 de julio 2024, 17:01
Un equipo internacional de científicos liderado por Luis Guanter, profesor y responsable del Grupo LARS del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia (IIAMA-UPV), ha documentado la fuga de metano más grande jamás registrada en un pozo petrolífero. El pozo está ubicado en el campo Karaturun East (Kazajistán).
Publicidad
El estudio, publicado en 'Science & Technology Letters y seleccionado por Nature' cuantifica y rastrea la evolución de esta emisión masiva de metano, gracias al potencial de la combinación de datos satelitales procedentes de diversas misiones, junto con los radiómetros multiespectrales Sentinel-2 y Landsat.
La investigación indica que este accidente, que provocó un incendio de diez metros de altura y la formación de un cráter de quince metros de ancho, ha superado significativamente eventos anteriores como el de Aliso Canyon en 2015, Ohio en 2018 y Luisiana en 2019.
«La fuga se inició el 9 de junio de 2023 y ha liberado aproximadamente 131.00 toneladas de metano en la atmósfera durante los 205 días que duró el incidente. De hecho, para sellar el pozo se inyectaron miles de toneladas de agua y, finalmente, se logró detener el flujo de gas el 25 de diciembre de 2023 mediante la inyección de lodo de perforación», explica Luis Guanter, investigador del IIAMA.
En el estudio han participado investigadores del grupo LARS-IIAMA como Javier Roger, Adriana Valverde, Itziar Irakulis y Javier Gorroño, junto a expertos de varias instituciones internacionales como SRON Netherlands Institute for Space Research, Kayrros, Environmental Defense Fund y United Nations Environment Programme.
Publicidad
En esta investigación, se han desarrollado nuevos métodos de procesamiento de datos que permiten mejorar la información y manejar las grandes y concentradas penachos de metano detectadas.
«Estos métodos optimizados incluyen la implementación de un filtro adaptado para detectar penachos y modelos específicos de cuantificación de metano para los instrumentos hiperespectrales», detallan los investigadores del grupo LARS.
Publicidad
Por ello, destacan que las tecnologías avanzadas basadas en información satelital son cruciales para detectar y cuantificar emisiones de metano, especialmente en lugares remotos donde estos eventos suelen pasar desapercibidos.
«Nuestro trabajo demuestra cómo las herramientas espaciales avanzadas son esenciales para descubrir y gestionar estos eventos de superemisión, permitiendo una reconstrucción precisa y una cuantificación robusta de las emisiones», afirman los miembros del grupo LARS.
Publicidad
Finalmente, los investigadores del IIAMA ponen de relieve la necesidad de un monitoreo continuo y preciso para mitigar los impactos ambientales de las actividades industriales como puede ser la extracción de petróleo y gas.
«El gas natural, además de ser una fuente de energía importante, también es un gas de efecto invernadero responsable de casi de un tercio del calentamiento global actual, ya que contiene más del 90% de metano. La diferencia con el CO2 es que tiene un impacto mayor a corto plazo por lo que es necesario actuar en origen y reducir las emisiones», concluyen.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.