![La excelencia en la selectividad tiene nombre y apellidos](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/06/21/combo-evau-RLW2pzl5KnC4Wamuv66BmeO-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Marta, Alba, Miranda y Fabián afrontan las vacaciones de verano con la gratificante sensación que produce el trabajo bien hecho. Aunque la expresión se quede corta para describir sus logros. De los miles de alumnos que realizaron la selectividad en sus respectivas sedes (cuatro de las cinco universidades públicas de la Comunitat), han obtenido los mejores resultados en la fase obligatoria, por la que pasan todos los estudiantes que quieren acceder a la universidad. Ninguno baja del 9,8 sobre diez. Es decir, la perfección casi absoluta.
El premio a su esfuerzo es que podrán entrar en la carrera deseada, pues sus notas de acceso, que también incluyen el expediente de Bachillerato y las asignaturas de la fase voluntaria que les ponderan, elevan las calificaciones, sobre 14, hasta 13,918 (Marta), 13,924 (Alba), 13,858 (Miranda) y 13,521 (Fabián). Podrían entrar en el grado que quisieran, aunque ya tienen claro a qué se dedicarán en los próximos cuatro o seis años. Fabián y Miranda se han decantado por estudios del ámbito de las Ciencias Sociales, Marta cursará uno de Humanidades y Alba tirará hacia las Ciencias de la Salud.
Los alumnos no se conocen, lógicamente, pues son de localidades distintas, pero tienen puntos en común. Como su capacidad de esfuerzo, que es ingrediente indispensable de la excelencia que demuestran sus calificaciones. O el afecto y reconocimiento que han recibido de sus centros -todos ellos institutos públicos- y de sus familias, que se combinan con el legítimo sentimiento de orgullo. Son, en definitiva, modelos inspiradores y gran ejemplo del buen trabajo de los profesionales de la educación, muchas veces denostado.
La convocatoria de junio de la selectividad ha reunido a 24.148 estudiantes, una cifra histórica sólo superada en 2021. Y ha cosechado un récord en términos de resultados, pues el porcentaje de aprobados respecto a los presentados ha sido del 98,32%, el mayor desde que en 2010 se implantó el modelo actual. En cuanto a la nota media de todos los aspirantes, calculada también en base a la calificación de la fase obligatoria, ha sido la tercera más alta de la serie: 6,74 sobre 10.
Marta Zvorygina IES Francesc Gil
Vecina de Canals, de 17 años, en la fase obligatoria consiguió el mejor resultado de los aspirantes de la Politècnica y también de la Comunitat (9,87). Estudiará Traducción y Mediación Interlingüística en la Universitat de València. «Me encantan los idiomas desde pequeña, especialmente el inglés. Veía películas o series porque me agradaba cómo sonaban. De hecho, imitaba lo que decían los personajes», explica. Le gustaría, cuando dé el salto al mercado laboral, dedicarse a la traducción de libros. «Me parece una parte fundamental en el proceso de publicación, porque estos profesionales deben plasmar de la mejor manera lo que expresan los autores», comenta.
La primera en ver los resultados conseguidos fue Luz, su madre -ella estaba demasiado nerviosa-, y se enteró de su logro a través del director del IES. En los últimos días ha recibido el cariño de su familia -«me ha apoyado y ha confiado en mí desde el principio»-, de docentes -«han construido el conocimiento que plasmé, y lo hicieron genial»- y vecinos. «Me ha emocionado mucho», confiesa.
En lo académico, ha sido organizada desde pequeña y está acostumbrada a llevar los estudios al día, y consiguió uno de los premios extraordinarios de la ESO, que cursó en el colegio parroquial Sant Antoni Abat. Esto significa una media de diez, que repitió en Bachillerato. Y de cara a selectividad, más que métodos, aplicó preferencias: «Me centré primero en las asignaturas que más me gustaban, como Castellano o Valenciano».
Su consejo para los próximos aspirantes es que no se agobien con lo que viene -«la selectividad es un examen que cuenta con una preparación previa y se practica»-, y entre sus hobbies, destaca la lectura -«me encantan los libros de todo tipo»-, el dibujo -que le ayuda a relajarse- y la escritura: «Siento libertad entre letras».
Alba Pascual IES Miralcamp
«Quiero dedicar este logro a mi familia. Sin ella no habría sido posible. Gracias por confiar siempre en mí, aun cuando ni yo misma pensaba que sería capaz de conseguirlo». Son las primeras palabras de Alba (17 años), vecina de Vila-real y mejor nota de la Universitat Jaume I (9,81), en la que cursará Medicina a partir de septiembre. Y deslizan un rasgo de su personalidad que confirma durante la entrevista: la autoexigencia. «Siempre lo he sido, y constante. A lo largo del curso he intentado llevar el temario al día, aunque a veces pareciera imposible. La verdad es que he dedicado muchas horas a los estudios. Durante el curso y también para la selectividad», dice.
El trabajo ha dado resultados, pues entrará en uno de los grados con mayor nota de corte para formarse en una de las profesiones más vocaciones. Y difíciles. «Sabiendo las calificaciones de acceso, me esforcé desde el primer día. Quiero dedicarme a escuchar, atender y ayudar a los demás», continúa. Lo que no tiene claro aún es la especialidad. «Supongo que es algo que iré sabiendo durante la carrera», añade.
La buena noticia se la dio la vicedirectora del instituto, a cuyo equipo docente hace extensivo su agradecimiento. «Sentí felicidad, todo el esfuerzo había valido la pena», responde cuando se le interroga por aquel momento.
En cuanto a aficiones, le gusta pasear por la playa, pasar tiempo con sus seres queridos y viajar -«me ayuda a desconectar y me hace feliz»-, y entre sus planes a corto plazo está hacer más deporte: «Quizás tras el verano».
Su consejo para los alumnos que van detrás de ella es «que confíen en sí mismos, porque aunque es normal estar nervioso, no deja de ser un examen más, como los del resto del curso». «Cuando haces el primero te das cuenta de que es lo que has estado practicando», concluye.
Miranda Martínez IES Miguel Hernández
Miranda, residente en Alicante y de 18 años, ha pasado los últimos días en Logroño participando en la Olimpiada Española de Economía, tras imponerse este mismo curso en la fase local. No sorprende que la carrera que ha elegido sea Negocios Internacionales, que cursará en Valencia. «Creo que la economía es necesaria para entender el mundo. Más que una pasión es un disciplina que me interesa mucho. Y también me ha ayudado a decidirme el componente internacional, que coincide con algunos de mis hobbies», explica la mejor nota en la selectividad de la Universidad de Alicante (9,81).
Si se le pide que piense dónde se ve trabajando, no se cierra puertas: «Algo relacionado con el grado. Creo que sería igual de feliz en una empresa privada que en una institución internacional. Lo importante para mí sería disponer de un buen empleo y también de flexibilidad, para combinarlo con mis otras aficiones», señala. Como viajar o los idiomas, de los que domina el inglés y el italiano. También le gusta leer e inició estudios profesionales de música (piano), que piensa finalizar lo antes que pueda.
Fue la coordinadora de las PAU de su universidad la que le llamó para informarle del resultado. Y fue un momento de «liberación». Incluso le brotaron las lágrimas: «Lo veo como la recompensa a tanto esfuerzo».
En cuanto a su método de estudio, reconoce que suele apurar plazos, y cree que «es básico tener una buena trayectoria académica durante todo el curso». «También en 1º, pero sobre todo en 2º. La selectividad, aunque hay que prepararla, sólo es el final de un ciclo», dice.
«Parte del resultado también se explica por la implicación de mis profesores», añade, antes de agradecer el apoyo de su familia. Especialmente de su madre, que es orientadora: «No he podido tener mejor guía».
Fabián Viana IES Miguel Ballesteros Viana
Supo que había sido el alumno con mejor resultado de todos los presentados en la Universitat de València cuando a uno de sus grupos de WhatsApp llegó una noticia de LAS PROVINCIAS. Hablaba de los centros a los que pertenecían los mejores de cada sede, aunque sin citar el nombre, y en el caso de su instituto se hacía referencia a un chico. «Lo intuí, porque ya había visto mis notas en la aplicación (9,808) y en mi promoción, de las tres matrículas de honor que se dieron, dos fueron para chicas», explica. Lo celebró en Mallorca, de viaje de fin de curso.
También estudiará Negocios Internacionales en la Universitat. Por varios motivos. «Me parece un grado con muchas salidas, no se me da mal el inglés y me gusta la economía. También me atrae el año de estancia obligatoria en una universidad extranjera», señala.
Para prepararse, y durante el curso, este joven de Utiel ha recurrido mucho a dos técnicas. «He trabajado bastante con folios en blanco, en los que intentaba plasmar lo que había asimilado. Me ha resultado muy útil, una vez completado, para ver lo que sabía comparándolo con el libro o con los apuntes», relata. «Y también ha sido clave estudiar con música, me ha ayudado mucho a concentrarme y por ejemplo me evita distracciones con el móvil», dice. Sobre su experiencia con la selectividad, considera que aunque la prueba «sea importante para el futuro profesional, creo que influye mucho más el tener una actitud positiva en la vida».
Fabián, de 18 años, es fallero (comisión plaza San Juan), miembro de los Juniors Utiel y disfruta veraneando en el pantano de Contreras. Y en el apartado de agradecimientos, cita a su IES -«por formarme»-, a amigos y compañeros -«por el apoyo»- y a sus padres, hermano y abuela: «Siempre han estado a mi lado, y sé que seguirán apoyándome en el futuro».
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