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Varios menores a las puertas del centro de salud de Chiva tras recibir su dosis. irene marsilla

Éxito de la llamada a la vacunación masiva

Niños a partir de 12 años ya acuden a por su dosis. Los menores responden al llamamiento del centro de salud de Chiva para inocularse sin cita pese al temor al pinchazo y a los efectos secundarios

daniel guindo

Miércoles, 11 de agosto 2021

La expectación era máxima y los menores de Chiva no defraudaron. La jornada de vacunación masiva celebrada ayer en el centro de salud del municipio –y prevista, especialmente, para vecinos de entre 12 y 20 años de edad– cumplió las previsiones; por lo que ... niños, adolescentes y jóvenes recibieron de forma mayoritaria la primera dosis de los antivirales previstos para proteger a la población del Covid-19, tanto aquellos que habían sido citados como los que acudieron por el llamamiento general realizado por el consultorio ante las dificultades para localizarles.

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El temor a los posibles efectos secundarios de la vacuna o a la aguja de la jeringuilla con la que se inocula la solución no fueron suficiente. La concienciación de los más jóvenes, la gran cantidad de información sobre los viales de la que disponen y el riesgo que acarrea no contar con el certificado de vacunación para poder viajar y, posiblemente en el futuro, acceder a distintos establecimientos, disiparon los miedos.

La jornada contó con una novedad, como ya avanzó LAS PROVINCIAS. El departamento de salud de Manises, en colaboración con el ayuntamiento de Chiva, llevó a cabo un llamamiento de la población de esas edades para que acudieran ayer al centro de salud a recibir su dosis; decisión que se adoptó por las dificultades que estaban encontrando para localizar telefónicamente a los posibles beneficiarios y aprovechando que en la actualidad sí existe una disponibilidad de vacunas suficientes. De esta forma, a los aproximadamente 350 vecinos citados ayer se unieron otros residentes que, aunque no habían recibido el sms con la cita, acudieron al recinto para contar con la primera dosis de la pauta, respondiendo así al llamamiento municipal.

La respuesta no se hizo esperar y a las 8.30 horas de la mañana ya había cola de jóvenes deseosos de recibir su dosis «ya no sólo por ti, sino también por tus familiares», como señaló Marcos, de 16 años, minutos después de recibir el pinchazo. Daniel, de su misma edad, había acudido sin cita y sí se mostraba algo más nervioso y menos convencido, aunque también apostó por la inoculación. Zaida, de 17, señalaba que se había mareado «un pelín, por los nervios y por no comer»; mientras que su amiga Lucía comentó que «pensaba que iba a notar el líquido entrar y que al pincharme me iba a doler, pero al final nada». «No te van a obligar a ponértela, pero te la tienes que poner para viajar e ir al restaurante«, resumió. Paula, por su parte, recibió su dosis y, con ella, completó la inmunización, puesto que superó la enfermedad hace unos meses.

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Mario, de 17, «tenía ganas de contar con la vacuna, pero esperaba que tardasen un poco más». Como completará la pauta el 1 de septiembre, citado para la segunda dosis, comenzará sus clases totalmente inmunizado. «En un futuro será necesario estar vacunado y para la salud siempre está bien», apuntó mientras esperaba los 15 minutos de rigor tras el pinchazo. Elio, de 16, «tenía ya ganas, pero no nervios», como indicó, mientras que su madre subrayaba que «es un niño prudente y apenas ha salido. Pero está en una edad en la que se necesita salir y socializar. Y al final, cuanta más gente haya vacunada, antes se acabará esto«. A Fran, también de 16 años, le daba »un poco de miedo por algunas cosas que había oído«, pero acudió a la convocatoria porque le preocupa su salud y especialmente la de su familia. »Ahora estoy más cómodo a la hora de salir y tener vínculos con mis amigos«, agregó. Maribel, su madre, señalaba que el joven es alérgico »y vas con un poco de miedo por las complicaciones que pudiera acarrear«. Elena, una enfermera del equipo de vacunación, resaltó la buena acogida, y señaló que se registró algún mareo puntual porque algunos »vienen con miedo, pero más por la aguja que por la vacuna«. También detectó que algunos incluso se anticipaban al horario en el que había sido convocada su franja de edad.

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