Los expertos dicen que hubo un «cabeza de turco» en Tous para poder indemnizar

Las jornadas sobre la pantanada concluyeron ayer en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos. Fue la tercera sesión de un seminario organizado por la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Facultad de Geografía y el propio colegio.

Uno de los argumentos manejados ayer por algunos de los asistentes es que se responsabilizó a un ingeniero de Caminos, entonces el responsable a pie de presa, para que el Estado pudiera pagar las indemnizaciones a las víctimas. Es lo que en términos más vulgares se conoce como un "cabeza de turco". Según explicó Javier Machí, actual decano del Colegio, se le culpó de una falta, una figura que hoy ni se contempla en la legislación.

El ingeniero al que responsabilizaron, que paradójicamente fue el único que en esa jornada "estuvo al pie del cañón y se jugó la vida", atravesó un calvario de quince años.

La jornada la abrió Aurelio Armiñana, jefe del área jurídico-patrimonial de la Confederación que se centró en detallar las consecuencias de la responsabilidad administrativa patrimonial.

Por su lado, Purificación Martorell, magistrada de la Audiencia Provincial, se centró en analizar la responsabilidad civil y defendió la necesaria independencia del poder judicial para poder actuar. La responsabilidad penal fue abordada por José Manuel Guillén, abogado penalista de Arribas&Partners Abogados, asesores de la demarcación de la Comunitat del Colegio de Ingenieros de Caminos. Pablo Linde, director jurídico del Colegio de Ingenieros de Caminos, explicó a los asistentes las coberturas legales que tienen los miembros de la entidad. La jornada se cerró con una mesa redonda sobre la responsabilidad civil y penal de este tipo de episodios.

En el seminario se explicó que todo el proceso hasta que las víctimas pudieron cobrar las indemnizaciones se prolongó durante quince años hasta 1997, fecha de la sentencia definitiva del Tribunal Supremos. Previamente hubo cinco juicios diferentes y tres sentencias.

Durante la jornada se explicó también que la vía elegida para reclamar el pago de indemnizaciones fue la más costosa. En este sentido, se refirieron al caso de la tragedia de Melilla en 1997 cuando un depósito de agua estalló y arrasó la ciudad. En ese caso, el Gobierno optó por asumir la responsabilidad patrimonial y en muy poco tiempo se hizo frente a las indemnizaciones.

Por otro lado, los expertos se refirieron a que la legislación sobre responsabilidad apenas ha cambiado. Ha sido lo contrario de lo que ha sucedido con los reglamentos sobre presas en los que hay un antes y un después de Tous.

Otra de las cuestiones abordadas fue la importancia de que los ingenieros se colegien para poder así acceder a las coberturas sobre responsabilidad que ofrece el Colegio de Ingenieros de Caminos.

Esta fue la tercera de una serie de jornadas organizadas con motivo del 40 aniversario de la rotura de la presa de Tous. En la primera, que tuvo lugar en Algemesí, se abordó las enseñanzas para el futuro que se han sacado de la tragedia. El jueves tuvo lugar un seminario en la Facultad de Geografía donde se analizó con detalle que es lo que sucedió en aquello días. La conmemoración se cerró ayer con la reunión en el Colegio de Ingenieros con aspectos más técnicos y jurídicos.

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