Expertos ven irremediable la retirada de urbanizaciones costeras ante futuros temporales

Los temporales van a ser más locales, más inesperados, concentrados en menos tiempo y provocarán más daños. Esa es la realidad que se plasmó este lunes en la penúltima de las comisiones en Les Corts relativa a las Medidas de prevención de los riesgos derivados de los fuertes temporales y que se centró principalmente en la zona de costa.

En ella, los expertos que participaron coincidieron en que, ante esta situación, una de las medidas es la «retirada», por no utilizar la palabra derribo, de urbanizaciones de primera línea de playa. «En las costas los procesos serán más graves y lo que encontramos es que la única solución es retirar las urbanizaciones hacia el interior. Eso supondrá un problema grave con los propietarios a los que habrá que compensar», manifestó Antonio Serrano, de la Asociación Interprofesional de Ordenación del Territorio (Fundicot).

"Hacer espigones sirve de poco", asegura y aboga por actuar en los espacios urbanizados con un acuerdo entre las administraciones con los propietarios, "que tengan conciencia de que no se va solucionar el problema", dijo rotundo y habló de soluciones valorando la eficacia y el coste-beneficio. "Está claro qué hay que hacer, cómo hacerlo y en qué casos merece la pena actuar", finalizó su intervención.

«Retirada estratégica» lo llamó Eugenio Jiménez, funcionario de Costas. «Las viviendas en ramblas o en la misma costa serán mucho más azotadas por el mar incluso en temporales ordinarios y cuando la prevención no es posible no queda otra que la retirada estratégica», indicó.

Jiménez realizó una exposición de las actuaciones de urgencia realizadas por Costas y los proyectos que se están redactando o están en fase de informe de impacto ambiental en playas como las de Cullera, Valencia o Canet-Sagunto. Reconoció, a preguntas de los diputados, que cabría mayores inversiones presupuestarias si se habla en un aspecto global, pero que cada proyecto que se aprueba sí cuenta con el suficiente. También abogó por apostar por "actuaciones blandas" en lugar de los espigones como una solución.

Por su parte, Joan Francesc Aguado, del Colegio Oficial de Biólogos, tras indicar la preocupación existente en la fuerza con la que el temporal impactará sobre el litoral y la soluciones regenerativas que se están implementando, también habló de la necesidad de planificar «ya», en un «tema delicado» y tras agotar todas las posibilidades, plantear desmantelar las zonas residenciales. «No es fácil, requiere de un ejercicio de colaboración y de madurez social», subrayó.

Aguado habló de otros aspectos en los que se puede actuar como "afinar" la predicción meteorológica; mejorar la gestión de las emergencias o mejorar la normativa de ocupación de zonas sensibles y vigilar que se cumple. Al respecto calificó de "mala idea" rebajar las restricciones en cuanto a las zonas donde se puede edificar.

Precisamente el presidente de la Asociación de vecinos Mare de Déu del Carme, de las casas de primera línea de la playa de Nules, Manuel Oliver, reivindicó en la Comisión, por el contrario, la protección de estas 241 viviendas, que calificó de «patrimonio vivo» y denunció la «situación de desamparo» en la que se encuentran por parte de las administraciones.

Aseguró que el problema que tienen no se debe al cambio climático, puesto que llevan denunciándolo hace 40 años, de tener varios puertos cercanos, como el de Burriana, que señaló como la causa de la regeneración de la playa, en algunos puntos algunos puntos el mar ha avanzado más de 150 metros tierra adentro.

"No discutimos si la solución está en protecciones blandas o duras, pero que nos den una solución", solicitó.

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