La falta de informes municipales demora la opción de alegar al plan de Agrónomos

El plan especial de protección de Blasco Ibáñez, presentado en enero tras ocho años de barón en la propia Universitat de València, aún tardará meses en salir a exposición pública. Así lo confirmaron ayer fuentes municipales preguntadas por este diario, que explicaron que los trámites incluyen que los servicios implicados informen respecto al mismo antes de que el documento se exponga a las alegaciones de la sociedad civil y de la oposición.

¿En qué consiste ese 'informe' que tienen que hacer los servicios municipales? Es sencillo pero a la vez tiene su aquel. Todas las concejalías con implicación en un plan especial, como Movilidad, Jardines, Ciclo Integral del Agua o Patrimonio, entre otras, tienen que dar su opinión respecto al documento. Por ejemplo, Jardines tiene que decir qué le parece lo que el plan plantea sobre el entorno ajardinado del bulevar central, o Ciclo Integral del Agua, sobre las canalizaciones que van bajo las aceras. Es un proceso largo, por el que pasan no sólo los planes especiales de protección que presenta un ente externo sino también los que elaboran las propias concejalías, como por ejemplo el de Ciutat Vella o la ordenanza de Movilidad.

Es un trámite costoso que llevará tiempo. Meses, apuntaban ayer desde el Consistorio. Es posible, por tanto, que las obras de la ampliación del Clínico que han provocado el derribo de parte de la antigua Escuela de Agrónomos ya estén muy avanzadas cuando se puedan presentar alegaciones o el plan esté aprobado. Cabe recordar que la UV presentó el documento un mes después de que comenzaran los derribos y tras una oleada de críticas que llegó desde la Universitat Politécnica de València, el Colegio de Arquitectos o incluso destacados miembros del Consell Valencià de Cultura como José María Lozano. Las naves derribadas pertenecían, dicen, al movimiento modernista y tenían que haber sido protegidas por Cultura como parte intrínseca del edificio de cinco alturas, que sí está protegido y no se va a tocar.

Los plazos, por tanto, se alargan. Luis Sendra, decano del Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, confirmó ayer que estudiarán «detenidamente» el plan cuando salga a exposición pública: «Actuaremos en consecuencia». El mismo Lozano, por su parte, dijo que es «muy probable» que las presente: «Estoy estudiando la declaración de interés general del Clínico en paralelo». Tampoco se descarta que los numerosos arquitectos valencianos defensores del modernismo de Moreno Barberá presenten alegaciones a un plan que no protege las naves derribadas. Es clave aquí recordar que el plan se envió al Consistorio un mes después de los derribos y también después de que Cultura dijera primero que las naves a derribar no estaban protegidas y, después, que cualquier actuación posterior tenía que contar con un informe que avale sus valores arquitectónicos.

La UV ha propuesto dejar sin protección patrimonial el inmueble donde irá la ampliación del Hospital Clínico. Dos de estos pabellones se derribaron en diciembre. Pero según figuran en los planos de ordenación presentados dentro del plan espeical, la protección se limita a la actual Facultad de Psicología y su entorno más inmediato, aunque no hacia la zona de ampliación del hospital, sino en el propio bulevar de Blasco Ibáñez, según ha podido saber este diario.