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La Albufera vuelve a sufrir una merma de inversiones. En este caso, por la política presupuestaria del Gobierno central. La decisión del Ejecutivo de ... Pedro Sánchez de prorrogar los presupuestos del Estado para este año afecta directamente a varias inversiones previstas en el entorno del parque natural.
Según la respuesta del Ejecutivo a una pregunta escrita de varios parlamentarios populares, el Ministerio para la Transición Ecológica tenía prevista la inversión de 129,3 millones de euros en distintas actuaciones destinadas a frenar la llegada de vertidos a la Albufera que ahora, tras la prórroga de los presupuestos del Estado, han quedado en el aire. Así lo manifiesta el diputado popular en el Congreso Fernando de Rosa, uno de los firmantes de la pregunta presentada al Gobierno.
Para De Rosa todas estas inversiones son «fake. Ahora que no hay presupuesto todos estos capítulos quedan paralizados. Falta saber si los incluirán en las cuentas de años posteriores». En este sentido, el parlamentario popular ha destacado que la pregunta al Gobierno se refería a las actuaciones previstas por el ejecutivo para frenar la llegada de vertidos al parque natural.
Entre esas actuaciones se encuentra la construcción de un nuevo colector sur con una inversión prevista de 19 millones de euros. Esta infraestructura es especialmente importante, ya que el colector oeste no es suficiente para recoger todos los residuos del entorno del parque y es preciso la construcción de una nueva tubería. Esta actuación lleva una demora de años y ya se contemplaba a fines de la primera década del siglo.
La actuación, según consta en la respuesta que ha enviado el Gobierno, está incluida en las medidas «incorporadas al Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica del Júcar 2022-2027». De esta forma, el Ejecutivo aún dispondría de dos ejercicios más para materializar esta infraestructura o al menos comenzarla.
En una situación similar se encuentra la inversión por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de 35 millones de euros para la construcción de una nueva depuradora en el municipio de Alcàsser con el objetivo de que en esta planta se traten las aguas que lleve el nuevo colector sur. La inversión queda también en el aire.
Es el mismo caso de la medida que consiste en la construcción de balsas para la regulación y red de distribución de los efluentes regenerados por la nueva planta depuradora. La inversión prevista en esta infraestructura alcanza los 36 millones de euros.
Esta nueva depuradora iba a construirse en Alcàsser pero el fuerte rechazo vecinal a la construcción de esta planta ha dejado en el aire la puesta en marcha de esta infraestructura. En estos momentos, la Conselleria de Medio Ambiente está decidiendo qué se va a hacer con esta depuradora y si finalmente se construye en esta localidad o se cambia el emplazamiento definitivo.
La prórroga de los presupuestos también puede afectar a otra infraestructura diseñada para evitar la entrada de vertidos en el parque natural. Se trata de la adecuación y mejora del sistema de tratamiento y depuración de la planta de Torrent y la desconexión del efluente que procede del colector oeste. La inversión total es de 24,3 millones de euros. En 2023 se había gastado en esta actuación, también incluida en el plan hidrológico del Júcar, 666.000 euros.
Otra de las medidas incluidas en el plan hidrológico son los tanques de tormenta diseñados a lo largo de la Pista de Silla con el objetivo de contener la entrada de aguas negras en el parque. Esta medida no depende de la inversión directa del ministerio sino que se trata de una obra programada por la empresa pública Acuamed. El coste total de la actuación asciende a 70 millones de euros y hasta diciembre de 2023, según la respuesta parlamentaria, se había invertido 54,4 millones de euros.
En cualquier caso, la construcción de estos depósitos de tormenta es una historia de retrasos. Las obras se iniciaron en 2010 pero por errores en el proyecto se tuvieron que paralizar, tras apenas dos años de trabajos, en 2012. Lejos de solucionarse, los problemas se alargaron en el tiempo. La empresa que en un primer momento se había adjudicado las obras renunció a continuarlas por una diferencia en los costes. Todo ello contribuyó a aumentar las demoras.
De esta forma, las obras no se pudieron reanudar hasta septiembre de 2021, once años después del inicio de los trabajos. Tragsa, la empresa dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, se hizo cargo de la terminación de esta infraestructura. Ni aún así se ha cumplido el calendario. La fecha prevista para la finalización fue comienzos de 2023. Tampoco se ha cumplido. Ahora se baraja que se terminarán en el tercer trimestre de este año o, incluso, se posponen hasta el último trimestre de 2024.
Otra de las obras incluida en el plan del Júcar para frenar la llegada de vertidos al parque natural es la reforma de la depuradora de Pinedo. En este caso, la administración implicada es la Generalitat Valenciana a través de la Conselleria de Medio Ambiente. La inversión total supera los 34 millones de euros y ya se ha puesto en marcha con las obras recientemente adjudicadas.
El objetivo de esta intervención es doble. Por un lado, están dirigidas a acabar con los malos olores y ruidos que desde hace años molestan a los vecinos. Además, los trabajos tienen una variante de carácter medioambiental, ya que las mejoras técnicas que se van a implementar permitirán una depuración más profunda de los vertidos.
Por otro lado, también está previsto que los municipios del entorno del parque implanten redes de alcantarillado separativas (que no mezclen las aguas residuales con las pluviales). Estas actuaciones dependen de cada una de las localidades.
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