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DANIEL GUINDO
Viernes, 3 de junio 2022, 02:16
«Llamé durante la mañana entre 15 y 20 veces al centro de salud y no pude contactar con nadie. Me presenté allí y había tres empleados en admisión hablando entre ellos, pero nadie en el mostrador. Dentro, volví a llamar y, aunque el móvil me daba señal, ni siquiera se oía sonar el teléfono. Esto ya clama al cielo». Mario es un paciente del consultorio de la calle San Valero de Valencia y su caso pone rostro a las dificultades de acceso que sufren los usuarios de Atención Primaria en la Comunitat debido a la saturación que presenta este importante escalón sanitario; atasco que se viene agravando por la falta de sustituciones de los facultativos cuando, por ejemplo, se encuentran de baja, como denuncian sindicatos como CESM, UGT o CSIF, y los propios facultativos de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria.
Demoras de hasta dos semanas para tener cita presencial (por ejemplo, en el consultorio de Nou Moles) también ponen sobre la mesa la presión que padecen los profesionales con agendas de medio centenar de enfermos al día, el doble de lo recomendado. Ante ello, denuncian, gran parte de los facultativos optan por emplearse en los servicios de Urgencias hospitalarias, en otros países o en el sector privado, de ahí que las bolsas de trabajo estén prácticamente vacías en lo que a médicos de familia se refiere.
Frente a ello, desde la Conselleria de Sanidad admiten que las bolsas de Medicina de Familia «no tienen un exceso de gente inscrita», y que «pueden darse casos concretos» en los que haya dificultades para sustituir a los facultativos, como el caso del centro de salud de Ontinyent, pero «no es para nada una situación generalizada, ya que la situación de Ontinyent es debida a la acumulación de varias bajas al mismo tiempo». «Desde la conselleria se trabaja siempre para poder cubrir las necesidades en todo el territorio de la Comunitat», agregan.
Al respecto, el secretario general del Sindicato Médico en la Comunitat (CESM-CV), Víctor Pedrera, explica que los facultativos no son los culpables de estas dificultades de acceso, «sino de quien está planificando». «Tenemos los centros de salud saturados, con consultas desbaratadas, los médicos están viendo un número de pacientes muy por encima de lo recomendado, y la población llama y no hay citas porque no hay médicos suficientes. No se están sustituyendo las bajas porque no hay médicos en las bolsas y no tenemos todavía el plan de vacaciones.» «Cuando decidan aprobarlo y se pongan a buscar a gente no van a encontrar», advierte este portavoz.
«Son rácanos sustituyendo y ante lo poco que deciden sustituir no encuentran porque no se ha planificado con tiempo». Además, y tras el cese de los refuerzos Covid «se ha aumentado sólo cinco plazas de pediatra y 180 de médico... Con esos mimbres, ¿qué pretenden que hagamos? Hay mala planificación y los pacientes tienen que comprender que un médico puede atender a un número limitado de pacientes», lamenta. Al respecto, agrega que los facultativos de familia deberían atender a unos 25 o 30 pacientes al día como máximo, «pero tienen agendas de 50 y a pesar de eso no hay citas, por lo que la solución es adecuar la cifra de médicos a las necesidades reales».
Ante esta situación, añade, los facultativos de familia «se están yendo a las Urgencias, al extranjero y a la privada, porque en Atención Primaria se trabaja en unas situaciones penosas. Los médicos huyen de los centros de salud, de ver pacientes a destajo y sin poder atenderles de forma correcta, teniendo que asumir la actividad de los compañeros de al lado porque no los sustituyen, y teniendo dificultades para disfrutar de los días de descanso. A peores condiciones laborales, menos médicos, y si hay menos médicos hay peores condiciones laborales, y eso se rompe mejorando las condiciones y aumentando las plazas», sentencia.
En esta línea, María Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, señala las dificultades existentes para cubrir las bajas porque «ahora mismo no hay médicos en bolsa». Al respecto, agrega que «han acabado 300 residentes de familia y deberían haberlos contratado a todos, pero no sabemos su destino. La Conselleria de Sanidad debería decir a cuántos han contratado puesto que muchos se han incorporado ahora al mercado laboral, y no sabemos cuántos se han ido a otras comunidades, a las Urgencias hospitalarias...». Apunta a que el hecho de que no haya especialidad de Urgencias «hace que muchos médicos cojan Familia para dedicarse a las Urgencias, y esto es un tema que está sin solucionar porque los necesitamos a todos, necesitamos que al que haga Familia, se quede en Familia», subraya. Para esas plazas de difícil cobertura Medina solicita que se definan, ponderes y se doten de incentivos económicos y no económicos. «Todo eso es la reforma que está por hacer y los ciudadanos merecen una atención digna y estable, que no hayan vaivenes en la gestión, que no hayan agujeros negros que se tragan la salud de muchas personas, porque al final esto se traduce en pérdidas de oportunidad, de diagnósticos precoces, de prevención, y de seguimiento de casos de todo tipo como salud mental y oncología».
Asimismo, Fernando García, presidente de CSIF Sanidad en la provincia de Valencia, detalla que los centros de salud donde más se está incrementando la presión son los de costa y los ubicados en zonas de urbanizaciones de chalets. Pone como ejemplos los consultorios de Massamagrell o la Pobla de Vallbona, pero también de Valencia, como el de Ingeniero Joaquín Benlloch. «Pensamos que la conselleria tiene que reformular el periodo estival, hay que adelantarlo del 15 de julio porque mucha gente se va ya a esas zonas conforme van terminando las clases. Hubo un incremento a partir de Semana Santa y ahora está habiendo un repunte en este inicio del verano postCovid en el que la gente tiene ganas de salir y descansar, pero las patologías no se van de vacaciones. Hay que reforzar estos centros». Reclama «mayor inversión, escuchar a los profesionales y dar una solución real al usuario que sufre colas y demoras».
García confirma también que las bolsas de empleo «están casi agotadas de médicos y enfermeros, y a los que quedan se les obliga a coger más cupo porque no hay facultativos en bolsa, por lo que la gente termina agotada. Las plantillas están envejecidas, por lo que se producen más bajas, y es un círculo vicioso que desemboca en que la atención al usuario no se presta en las condiciones adecuadas». También lamenta que haya «menos plazas estructurales que refuerzos Covid había en su momento, y hay plazas que aún no se han cubierto, por lo que tenemos un déficit de 1.800 profesionales y eso es un problema. Deberían crear un grupo de acción rápida para buscar soluciones para Atención Primaria escuchando a los profesionales, a los pacientes y a los agentes sociales. Habría que involucrar también a los Consejos de Salud en esto».
Por su parte, desde el Sector Sanitat de UGT Serveis Públics PV ponen un sinfín de ejemplos. «En el departamento de San Juan no se cubren los permisos y bajas y muchas veces ni las vacaciones de pediatras de Atención Primaria. Tampoco de matronas ni de trabajadoras sociales. Esto ocurre en centros de salud con mucha demanda como el Juan XXIII en Alicante, que registra una carga asistencial insoportable y, por eso, cuesta mucho encontrar personas que acepten esos contratos». En el de Xàtiva, en el consultorio del Barranquet de Ontinyent ocurre lo mismo. «No se cubren las bajas de médicos ni los permisos y el resto de facultativos soportan una carga excesiva».
En el de Sagunto, todos los centros de salud «tienen déficit de personal y se van cubriendo entre los compañeros. En los consultorios rurales encima tienen que cubrir sus pueblos y el del compañero que libra». Los profesionales temen que esta zona, al ser turística, se sature todavía más puesto que el plan de vacaciones «cubre prácticamente lo mínimo».
En el Hospital General de Alicante, continúan desde UGT, «hay desproporción entre dispersión geográfica y los complementos reales; las atenciones en domicilios apartados se realizan con los vehículos propios, las sustituciones son mínimas en algunos centros, los cupos de pediatría están sobrecargados en algunos centros, hay un insuficiente número de enfermeras, y hay conflictos entre algunos PAC/PAS y sus respectivos centros de salud».
También indican que, en el caso del departamento del Hospital Doctor Peset, «la dispersión de algunos centros de salud es alta y las agendas están saturadas. El centro de salud de Ingeniero Joaquín Benlloc está desbordado».
En Elda, añaden desde UGT, «no se sustituyen matronas ni fisioterapeutas y hay problemas para encontrar personal de Enfermería», mientras que en el de La Plana, en Castellón, «no se pueden abrir los consultorios auxiliares de playa (Nules, Moncófar y Burriana) por falta de facultativos... y hay médicos renunciando a contratos para irse a otros departamentos». En la Ribera «no se han cubierto las zonas de playa en el plan de vacaciones, por lo que tienen que echar mano de los recursos que tienen para poder cubrir las zonas de playa que no son pocas».
Así, y desde el sector Sanitat de UGT Serveis Públics PV subrayan que «precisamente por estos problemas o deficiencias que se dan en los distintos departamentos UGT SP considera prioritario (y es una de sus propuestas claves en las próximas elecciones sindicales) que se refuercen las plantillas y agilizar la burocracia en bolsa para cubrir el 100% de las ausencias».
Por último, desde CCOO-PV añaden que en Gandia «los centros de salud que tienen más presión son Beniopa, donde hubo una agresión física a dos auxiliares administrativos hace poco, el de Corea y el del Grau que, por el aumento del turismo, está muy concurrido».
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