La falta de vacunas de la gripe deja a sanitarios sin inmunizar

La habitual campaña de vacunación contra la gripe este año se ha adelantado un mes con un doble objetivo. Por un lado, poder llegar al mayor número de personas, especialmente mayores de 65 años, población de riesgo y personal sanitario; y, por otro, conseguir con ese grado de inmunidad reducir las posibilidades de contagios y que sus síntomas se confundan con los del coronavirus. Sin embargo, los profesionales de la sanidad llevan días, incluso semanas, con serias dificultades para recibir los viales en una decena de departamentos. En concreto, según fuentes del sindicato CSIF, ayer había déficit de dosis para sanitarios en las áreas de Alcoy, Elda, hospital General de Alicante, Torrevieja, Castellón, la Plana y hospital General de Valencia, aunque también sufren problemas en el Doctor Peset, el Arnau de Vilanova, el Clínico, Orihuela, Manises, Requena o la Fe, incluyendo también información proporcionada por CCOO y UGT.

"Los viales para sanitarios o están agotados o llegan a cuentagotas y a mitad de mañana se han terminado en buena parte de estos departamentos", apuntó ayer Fernando García, presidente provincial de Sanidad de CSIF Valencia.

A los profesionales de Elda, según CCOO, ya se les trasladó que las vacunas que quedaban se habían reservado para mayores de 65 años (al menos hasta el 15 de noviembre, que está previsto que llegue nueva remesa); mientras que en otros hospitales como el de Alicante o el Arnau se informó al personal de que "por problemas logísticos en la distribución de vacunas por parte de determinados laboratorios" se había interrumpido la vacunación de los trabajadores.

La carestía también empieza a afectar a la población menor de 65 años que no sea colectivo de riesgo. Por ejemplo, ayer no había viales en el centro de salud de Alcàsser y en otros como el de Guillem de Castro de Valencia o uno de los consultorios de Elda tuvieron que descitar a pacientes menores de 65 años (Salud Pública trasladó a los sanitarios que citen a la población a partir del 16 noviembre, que ya contarán con suministros), indicaron desde CCOO. En el Arnau-Llíria no hay vacunas hasta el día 23 de noviembre para menores de 65 años, agregaron desde UGT, que ampliaron los problemas de abastecimiento a la Fe y Requena.

La Conselleria de Sanidad ha encargado para este año 1.256.100 dosis, que se distribuirán entre el pasado 5 de octubre, cuando arrancó la campaña, y el próximo 31 de enero. De ellas, ya ha administrado 708.951 dosis, lo que supone un 14% más que en el mismo día de campaña de la temporada anterior que comenzó un mes más tarde que la actual. El mayor número de dosis se han administrado a personas incluidas en el grupo de riesgo de crónicos cardiovasculares y respiratorios y a personas mayores, con un 49,46% (350.635 dosis) del total, seguido del grupo de mayores de 64 años sin patologías de riesgo con un 14,03% (99.454 dosis) y del grupo de enfermedades renales, inmunodeprimidos, diabéticos, etc. con un 13,13% (92.947 dosis). El personal sociosanitario representa el 8,01% de las dosis distribuidas hasta esta cuarta semana de vacunación, con 56.800 vacunados. Respecto a la vacunación en las personas mayores de 64 años la cobertura es del 46,25% (el objetivo para esta temporada es llegar al 75%). En personal sociosanitario (trabajadores de residencias y centros asistenciales, principalmente), la cobertura en función de donde están asignados es del 81,05 %. En cuanto a la falta de suministro, desde la conselleria apuntan que "es posible que en algún caso puntual se produzca falta de vacunas, dada la alta demanda en los centros. Además, es importante considerar que las vacunas necesitan unas condiciones especiales de conservación y no pueden ser almacenadas en los centros".

Por otra parte, los sindicatos CSIF, CCOO y CESM-CV mostraron ayer su rechazo a la propuesta de Sanidad para adoptar medidas extraordinarias con motivo de la pandemia. La conselleria planea permitir que las direcciones de departamento puedan obligar a personal facultativo a desempeñar funciones distintas de las de su especialidad e incluso movilidad forzosa de trabajadores. También contempla horarios que superan la jornada laboral (hasta 14 horas al día) y la supresión de descansos, reducciones de jornada, permisos o licencias.