Los restos del sargento Cardona regresan a casa

Nada menos que 16 años han tenido que transcurrir para que la familia del militar valenciano Francisco Cardona Gil tenga sus restos o una pequeña parte de ellos. Cardona era sargento mecánico del Ala 31 de la Base de Zaragoza. Falleció en el accidente del avión Yak 42 el 26 de mayo de 2003, en Turquía.

Sus padres, Paco y Amparo, recibieron el martes en la Audiencia Nacional los restos orgánicos que se identificaron como pertenecientes a su hijo, después de que los análisis de ADN confirmara que eran del sargento de Alboraya.

«Sí. Los tenemos, pero no queremos decir nada. Esto ya se acabó», aseguró ayer un portavoz de la familia. Con ello daban a entender que por fin se ha podido cerrar una etapa.

En aquel accidente ocurrido en Turquía hace poco más de 16 años viajaban 62 militares españoles y 13 miembros de la tripulación. No hubo supervivientes y la repatriación de los cuerpos no se realizó en las mejores condiciones, con prisas y sin identificar correctamente 30 de los 62 cadáveres.

Los restos del sargento Cardona Gil, de Alboraya, llegaron el pasado 19 de diciembre a Madrid desde Ankara, la capital de Turquía, y fue el martes pasado cuando la juez de la Audiencia Nacional, María Tardón, junto a su secretaria judicial, hicieron entrega de los restos biológicos, ya identificados por su ADN, a sus progenitores.

«La entrega de los restos ha sido muy emocionante y se lo hemos agradecido a la juez», declaró Francisco Cardona al periódico Heraldo de Aragón. Francisco confesó también que se sentía aliviado.

El padre del sargento Cardona Gil encabezó al poco de estrellarse el avión aquel 26 de mayo de 2003 un movimiento de familiares para denunciar que el aparato no estaba en condiciones y que la identificación de los restos estaba mal realizada. El año pasado removió la justicia española para que reclamara a la turca los restos de los soldados españoles que se habían quedado en aquel país. A mediados de diciembre los restos fueron entregados a las autoridades españolas en Turquía.

La familia del sargento ha recibido un diente molar y un hueso alveolar. Son los restos que se han identificado como propios de Francisco Cardona Gil.