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Luis Senís, en una de sus clínicas. damián torres

La fiscal pide hasta cinco años para las ex de Senís que difundieron los vídeos porno

El ministerio público reclama una indemnización de 10.000 euros para la víctima, que sigue bajo tratamiento psiquiátrico

A. Rallo

Valencia

Jueves, 17 de junio 2021, 00:04

A principios de 2019, los vídeos sexuales del prestigioso cirujano Luis Senís se volvieron virales. Las imágenes fueron distribuidas masivamente en grupos de WhatsApp ... y webs pornográficas. En apenas unos días, el rostro del especialista se hizo reconocible en toda España. También el de la compañera que aparecía en las imágenes, la principal víctima de toda esta historia.

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El profesional no tardó en denunciar los hechos: alguien le había robado los teléfonos móviles. Años después, la investigación judicial ha terminado y la Fiscalía acusa a E. G. G. y E. M. M., dos exparejas del cirujano, por robar los teléfonos y difundir los vídeos para perjudicar a la mujer que protagonizaba esas imágenes. «A ver cuánta gente ve el vídeo, por qué no te suicidas», llegaron a decirle por mensaje. El ministerio público pide penas de hasta cinco años por un delito de revelación de secretos y otro contra la integridad moral. En el caso de una de las amantes, la solicitud de pena se reduce a la mitad por la atenuante de drogadicción. Además, deberán indemnizar con 10.000 euros a la mujer que aparecía en los vídeos por los daños causados.

Los hechos se remontan a febrero de 2019. Una tarde, Senís había quedado con las dos acusadas por separado. A las siete se reunió con E. G. en una cafetería y a las 21 horas hizo lo mismo con la otra acusada. En el pasado, habían mantenido relaciones sentimentales ya finiquitadas. Pero en ese periodo, todos seguían viéndose pese a que Senís tuviera contactos con otras mujeres.

Hurto de móviles

En el primero de los encuentros, la mujer le cogió uno «de los muchos móviles» que usaba el cirujano. Quería descubrir su contenido. A las once de la noche llamó a su compañera y juntos se concertaron sobre la forma de acceder al contenido y posteriormente difundirlo. Lo hicieron no sólo a los familiares y amigos de los protagonistas «sino indiscriminadamente a terceros y al entorno profesional de ambos». «Se hicieron virales», admite la fiscal.

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Una de las acusadas le adelantó a Senís que iban a convertir a su compañera en «una estrella pornográfica de youtube» y que acabaría suicidándose si no volvía con ella. Aseguraba que nunca «le iban a pillar porque lo había encriptado». Los planes de las acusadas iban incluso más lejos. Tras la difusión del contenido, planearon culpar de todo a la compañera grabada en las imágenes de alto contenido sexual y dejar los móviles en un sobre en el Hospital Virgen del Consuelo.

«A ver cuánta gente ve el vídeo, por qué no te suicidas», le llegaron a decir las víctimas a la mujer de las imágenes

Finalmente, lo hicieron pero con la orden de que se entregaran a Senís. En este momento, las sospechosas ya sabían que se les estaba investigando policialmente porque así se lo había trasladado el propio cirujano. Los móviles, según un informe pericial, se emplearon también para subir las imágenes a diferentes plataformas con títulos como 'Valencian spanish maxillofacial surgeon…'

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La mujer que salía en los vídeos ha sufrido un auténtico calvario por la difusión y el trato degradante de las dos procesadas que incluso hicieron un CV de la víctima añadiendo el polémico vídeo, según recoge el escrito de calificación del fiscal. De igual modo, en una imagen de todos los componentes de la clínica dibujaron un pene en el lugar del médico y la compañera.

La acusación considera que los hechos constituyen un delito de revelación de secretos y otro contra la integridad moral

La víctima hoy en día todavía no está recuperada y tiene miedo de salir a la calle. En los momentos de mayor difusión de las imágenes llegó a recibir llamadas de desconocidos a altas horas de la madrugada. Como consecuencia del trastorno que padece, evita relacionarse con gente que no sea su familia y padece continuos episodios de autoreferencialidad, creer que todos la miran o la reconocen, en sus salidas a la calle o en centros concurridos.

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La Fiscalía también reclama que se prohíba a las dos procesadas acercarse a menos de 300 metros de la víctima y que puedan comunicar con ella a través de cualquier medio por un periodo de seis años.

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