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Febrero han sido especialmente caluroso para estar en pleno invierno, un hecho que se puede vincular con los efectos del cambio climático. Los días con ... temperaturas suaves (alrededor, incluso por encima, de los 20 grados con lo que se producía un efecto primaveral) han sido frecuentes. Según la Agencia Estatal de Meteorología este mes «ha sido muy cálido». En concreto, la temperatura media se ha situado en los 10.4 grados centígrados lo que implica que ha sido1.6 grados superior a la de la climatología de referencia que está en los 8.8 ºC.
Con los datos de febrero se da por terminado un invierno climático (diciembre, enero y febrero) que ha sido muy cálido en la Comunitat y que además ha sido extremadamente seco. Las consecuencias en los campos valencianos se han dejado notar. Una de ellas ha sido que la floración de algunas especies se ha adelantado en varias semanas a lo que viene siendo el comportamiento habitual durante el invierno.
Las plantas responden a los estímulos exteriores y no tienen calendario. Cuando hace más calor las plantas actúan en la forma a la que están acostumbradas y así se ha producido una floración adelantada. Pero esto tiene un riesgo y es que también son sensibles a un cambio brusco y sufren las consecuencias.
Así lo han señalado desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) que han destacado que los agricultores que tienen campos están preocupados porque se produzca un brusco bajón de las temperaturas y una helada acabe con la floración con las consiguientes consecuencias para la producción agrícola. Así ha ocurrido con los conocidos como frutales de hueso como la nectarina o el melocotonero que en diversos puntos de la Comunitat -en comarcas como la Ribera Alta- están en pleno proceso de floración y en riesgo de que haya un fuerte descenso de las temperaturas y acabe con todas las flores. El fenómeno está afectando también a otros cultivos como el almendro o la vid.
Juan Francisco Sales, director de los servicios técnicos de AVA, señaló que el riesgo de fuertes descensos térmicos todavía se mantendrá en las próximas semanas. De hecho, la primavera no comienza hasta mediados de marzo. Y no hay que olvidar que la planta en estas condiciones es muy sensible a cualquier estímulo externo. «La floración se ha adelantado y aún estamos en una época en la que se pueden producir heladas», ha expresado Sales.
Pero no es el único efecto de las altas temperaturas. Sales también ha advertido de que valores climatológicos tan elevados como los vividos durante las últimas semanas pueden influir en lo que se conoce como horas-frío. Y es que la planta también precisa de noches con temperaturas por debajo de los siete grados para madurar correctamente y que se produzca lo que se conoce como cuajado de la fruta, un fenómeno sobre el que también están influyendo las altas temperaturas que hemos experimentado durante este invierno.
Este fenómeno es especialmente importante en las plantaciones de secano como la vid, el almendro o el olivar. «Poco podemos hacer los agricultores. Depende del clima y estamos a sus expensas de la climatología salvo que sea una producción controlada en un invernadero», ha argumentado el técnico de AVA.
El problema con el que se han encontrado los agricultores ha sido doble porque a las altas temperaturas se han sumado las escasas lluvias que ha habido durante el invierno. Según Aemet, enero fue seco, una característica que se agravado durante febrero y que la Agencia Estatal lo ha llegado a considerar como un mes muy seco en las tres provincias, sobre todo en la de Alicante, donde el déficit de precipitación ha sido del 92 %, una cifra que ha alcanzado el 77 % en la de Castellón y del 72 % en la de Valencia. De esta forma, el invierno climático ha sido muy poco húmedo en la Comunitat con muy escasas precipitaciones registradas desde el pasado 24 de noviembre.
Según Sales, la lluvia es especialmente necesaria en estos momentos en los campos de secano. «Las precipitaciones también contribuyen a controlar el estado sanitario de los cultivos», ha aclarado Sales. «Estamos preocupados por la falta de lluvias que está afectando a la viña, el cereal, al almendro y otros productos de secano», ha afirmado.
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