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José Antonio Rovira y el secretario autonómico, Daniel McEvoy, durante la rueda de prensa. Irene Marsilla

La Formación Profesional de la Comunitat sigue rompiendo moldes y alcanza un nuevo récord de matrículas

El día 9 empezarán las clases 807.570 alumnos. Son 2.500 más que el ejercicio anterior gracias al tirón de los estudios profesionales

Joaquín Batista

Valencia

Jueves, 5 de septiembre 2024, 14:12

El curso escolar 2024-2025 empieza el lunes para los alumnos de Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional. En materia de política educativa, llegan las grandes medidas programáticas del Consell del PP -es el ejercicio «del cambio», en palabras del conseller José Antonio ... Rovira-. Y en cuanto a las principales cifras, se puede resumir en que el tirón de la FP gana la batalla a la menor natalidad. Y es que gracias al nuevo récord de matrícula de los estudios profesionales no sólo se compensa la caída en las primeras etapas, sino que el sistema educativo valenciano tiene más alumnos que nunca en las últimas dos décadas.

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Así se desprende de la información facilitada este jueves en la rueda de prensa de inicio de curso, cita habitual en la semana previa al arranque que sirve para sintetizar los grandes números del ejercicio. Además, se gana profesorado en los centros sostenidos con fondos públicos, contará con doce nuevas escuelas y permitirá que todo el alumnado del primer ciclo de Infantil tenga un puesto escolar gratuito (que no los servicios complementarios). En cuanto a las posibles incertidumbres, se trabaja para garantizar el servicio de limpieza en 67 institutos y centros de Régimen Especial tras la rescisión del contrato por parte de la empresa que lo prestaba -posiblemente lo asuma la entidad pública Tragsa- , y se prevé un dispositivo especial para vigilar el transporte escolar. Más allá de controles de carretera, se prestará especial atención a las «posibles denuncias» que puedan presentar Ampas o centros. La sombra del caos de hace un año aún es larga.

Respecto a las matrículas, las previsiones que maneja la conselleria establecen que bajan en Infantil y Primaria, donde la menor natalidad tiene un efecto más acusado, se mantienen en la ESO y Bachillerato, crecen en Educación Especial -consecuencia de la creación de 41 unidades específicas en centros ordinarios- y se disparan en Formación Profesional, pues ya se llega a 117.368 estudiantes y todavía quedan las matriculaciones extraordinarias. En términos globales, se estima que las aulas valencianas acogerán a 807.570 alumnos, un 0,32% respecto al 2023-2024 (+2.564).

Las cifras de Formación Profesional son llamativas, pues implican alcanzar un nuevo récord histórico. El curso pasado la eligieron, recurriendo a los datos definitivos de grados Básicos, Medios, Superiores y cursos de especialización, 109.083 alumnos (frente a los 117.368, recordemos que provisionales, del actual). Para dar contexto, hace nada, en el 2020-2021, se celebraba el hecho de haber roto la barrera de los cien mil estudiantes en unos estudios siempre marcados por un estigma que se va a enterrando gracias a la inversión, las reformas educativas de la nueva ley estatal, la orientación y sus altos índices de empleabilidad.

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El crecimiento también se explica, en parte, por el aumento de la oferta semipresencial, cuyas ratios son mayores (45 alumnos por grupo). Y según las previsiones de Educación, en las próximas semanas se podría llegar a los 136.000 matriculados, cuando se publiquen las listas de vacantes que pueden ser ocupadas por cualquier estudiante que cumpla los requisitos, ya sin que rija el criterio del expediente académico.

En cualquier caso, el sistema valenciano dispone de una oferta máxima de 159.101 puestos, incluyendo los programas de segunda oportunidad, que abarcan las 26 familias profesionales autorizadas en España.

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«La Formación Profesional será una de nuestras apuestas», ha dicho Rovira, que se ha detenido en algunas de las novedades de los ciclos, como la nueva modalidad dual, que se aplicará en todos los grupos con formación en empresas desde 1º, o la participación, por primera vez, de profesionales autónomos en las prácticas, una medida clave en términos de relevo generacional. «Es un trampolín para el empleo», ha destacado el conseller antes de parafrasear a su directora general de FP, Marta Armendia, que la pasada semana, en una entrevista en À Punt, dijo de manera gráfica que las empresas «les quitan los alumnos de las manos».

Respecto a los profesionales de la educación, los docentes, las plantillas de la pública y la concertada contarán con 82.180 maestros y profesores. En la primera red habrá 533 más que el curso anterior, aunque se espera que durante el ejercicio, a medida que se creen nuevas unidades y se terminen de encajar las necesidades de los centros, incluidos los de régimen Especial, llegar al millar. «Estas son las 'retallades' del gobierno del cambio», ha defendido Rovira tirando de ironía, dirigida a la oposición y al sector más crítico de la comunidad educativa, que le acusa de reducir plantillas tras la anulación de los acuerdos de mejora que dejó el Botánico. En realidad estos preveían más incorporaciones para el 2024-2025, aunque el departamento defiende que fueron ilegales, al firmarse en funciones y sin dotación presupuestaria, por lo que se ha realizado un estudio de necesidades específico para el ejercicio que empieza. Sacar adelante nuevos acuerdos con los sindicatos para los siguientes es una de las tareas que se tendrán que abordar en los próximos meses.

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La gratuidad completa en las escuelas infantiles ha sido otra de las medidas que ha querido destacar Rovira. Se espera llegar a 72.000 beneficiarios, frente a los 46.000 del ejercicio pasado, y se ha comprometido a pagar a los centros «religiosamente» a final de cada mes. Es básico, teniendo en cuenta que la ayuda que cubre el puesto escolar, aunque se destine a las familias, se abona a las guarderías y se ha convertido en su principal ingreso, y con mucha diferencia.

Rovira ha terminado su intervención repasando las novedades en política educativa, como la nueva ESO -más Matemáticas y Música y una nueva optativa sobre educación financiera)-, el distrito único, el cuidado de la salud mental -habrá 22 unidades específicas para los centros, en cada área de salud- o la primera fase de aplicación de la Ley por la que se regula la libertad educativa. Sobre esta, se le ha preguntado por la consulta entre las familias con alumnos ya matriculados, que servirá para desdoblar los grupos actuales. Será telemática, se confía en tenerla lista antes de Navidades y se pasará a las familias en horario lectivo. El siguiente paso será diseñar la oferta.

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«Cuando llegamos nos planteamos tres retos: refuerzo de la calidad, sacar la ideología de las aulas, potenciar la libertad y prevenir la salud mental de nuestros alumnos. Creo que hemos dado numerosos pasos para avanzar», ha concluido el conseller.

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