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Francis Mojica, durante la ceremonia.

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Francis Mojica, durante la ceremonia. Efe

Francis Mojica, nombrado doctor Honoris Causa por la UPV: «La edición genética curará enfermedades o mejorará el sabor del tomate»

El profesor de la UA insta a las administraciones a invertir en investigación: «Que miren la realidad y no hacia otro lado»

EUROPA PRESS

VALENCIA

Martes, 19 de septiembre 2017, 12:30

El microbiólogo Francisco Martínez Mojica, aspirante a los Nobel de Medicina y Química como padre de la técnica de edición genética CRISPR/Cas 9, ha asegurado hoy en València que esta herramienta permitirá avances en múltiples áreas: desde curar enfermedades hasta recuperar el sabor del tomate.

Mojica ha ofrecido hoy una rueda de prensa en la Universidad Politécnica de Valencia antes de ser investido doctor honoris causa por primera vez en su carrera profesional.

Este científico ilicitano, que trabaja en la Universidad de Alicante, ha asegurado que el reconocimiento universitario, por parte además de un centro valenciano, supone "lo más grande", para un profesor que "defiende la educación e investigación pública".

"Esto supera a cualquiera, a menos que seas de cartón y plástico. Cuando pasa una vez uno lo lleva bien; cuando pasa todos los días durante dos años te supera. Me duele decir que no, no tener tiempo para contar lo que siempre he querido contar, y eso genera frustración", admite.

Y es que el proceso de edición genética basado en los descubrimientos de Mojica podría permitir generar microorganismos que redujesen la resistencia a antibióticos, conocer cómo evolucionan los virus y, en aplicaciones animales o vegetales, "prácticamente modificar el libro de texto de cualquier ser vivo".

Las aplicaciones son tan dispares que incluso se podría utilizar bacterias como discos duros, ya que son capaces de almacenar, por ejemplo, píxeles de una fotografía o una película, codificados en su ADN.

Currículo de Francis Mojica

Francisco J. Martínez Mojica (Elche, 1963) se licenció en Biología en la Universitat de València en 1986 y, una década después, se incorporó a la Universidad de Alicante como profesor titular. Allí fundó el grupo de investigación en Microbiología Molecular centrado en el estudio de las secuencias CRISPR, de las que fue su descubridor inicial.

Mojica supo asignar correctamente a esta secuencia el papel fisiológico que desempeña. Y es que, junto a unas proteínas asociadas, la secuencia forma el sistema CRISPR/Cas que, convenientemente manipulado, sirve para modificar de forma muy específica, precisa y sencilla, genomas de todo tipo, incluido el humano. Las aplicaciones de todo ello en biomedicina y biotecnología son prácticamente ilimitadas.

En 2015, la revista Science lo consideró el descubrimiento del año. Y en 2016, Eric S. Lander, investigador del MIT, publicó el artículo titulado The Heroes of CRISPR, donde reivindicaba la contribución clave de Mojica al hallazgo científico. Desde entonces, no han cesado los galardones y reconocimientos a su labor, incluido el Premio Jaime I de Investigación Básica (2016) o el Premio Albany (2017).

"Podremos editar la información genética de cualquier ser vivo, eliminar problemas o añadir propiedades. Esto implica que se pueden curar enfermedades o identificar los determinantes del sabor de los tomates, casi cualquier cosa, porque se puede reescribir el ADN", ha detallado.

"Antes eran muy pocos los capaces de meterle mano al genoma. Ahora se venden kits que permiten tener bacterias resistentes a antibióticos en dos días, con una eficacia impensable hace dos o tres año, es tremendo. El hecho de que sea un sistema tan democrático y eficaz tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Hay una gran preocupación, un debate moral, porque se puede hacer el bien y se pueden hacer travesuras".

Preguntado por el descubrimiento que le gustaría anunciar al mundo, Mojica admite que el hallazgo de su vida "se produjo hace catorce años", cuando al observar microorganismos de las salinas de Santa Pola (Alicante) descubrió que "tenía entre manos la memoria de las bacterias, que son capaces de aprender de sus antepasados cómo defenderse".

"Eso fue muy grande en su momento, inesperado y gratificante. Uno no se puede marcar metas inalcanzables. Para mí fue más importante este descubrimiento que las herramientas generadas posteriormente a raíz del mismo. En años ya no se hablará del CRISPR porque habrá sistemas mejores", ha agregado.

Sin embargo, ha subrayado que "el sistema biológico de defensa seguirá estando ahí, y eso es lo más interesante, por eso sigo trabajando en la misma línea, porque tengo esperanza de conseguir profundizar en saber cómo funcionan estos mecanismos, de los que sólo conocemos su parte final, es decir, el proceso de inmunidad".

"Quizá ese sistema de inmunidad de las bacterias se pudiese trasladar a las plantas y a los animales, para que pudiesen aprender cómo defenderse y adaptarse ante mutaciones de virus", ha agregado.

Por último, Mojica ha defendido el papel de la investigación española "a pesar de la escasez de medios", y ha reclamado a la Administración una apuesta decidida en este campo.

"Miremos a otros países, como China, que han multiplicado por diez la inversión en este campo. Son los primeros que han llevado a cabo modificaciones de embriones humanos en ensayos clínicos utilizando estas herramientas para curar el cáncer, el sida o el papiloma", ha concluido.

"Yo soy profesor universitario y defiendo la educación pública y entiendo es absolutamente necesaria y también la investigación en los centro públicos", ha subrayado el microbiólogo, para añadir seguidamente que el hecho de recibir esta distinción y en su tierra es "una satisfacción". "No puedo aspirar a más", ha indicado.

Mojica ha defendido que en la universidad española se "hace muy buena investigación a pesar de los pesares y de que es bastante difícil". "Me dicen que lo mío es un ejemplo, evidentemente todos hacemos cosas que pueden ser un ejemplo positivo o negativo, y en mi caso las circunstancias no eran óptimas en ese momento", pero "cuando se reúnen la buena voluntad y el esfuerzo de colaboradores que creyeron es una satisfacción y este proyecto salido de maravilla".

El investigador reconoce que los premios que le están llegando por su trabajo --Mojica ha estado, incluso, a las puertas del Nobel-- es "algo que supera a cualquiera". En cualquier caso, ha señalado que tiene proyectos donde elegir, "y eso es algo positivo, aunque duele dejar" otros, "por eso es una mezcla de satisfacción y frustración por no poder atender a todo el mundo".

Preguntado por la "receta" que pediría a las administraciones públicas para remontar las universidades tras la crisis económica, Mojica ha contestado: "Que miren a la realidad y no miren a otro lado, que no esperen que salgamos a la calle los profesores a reclamar porque no somos así, igual deberíamos serlo".

"Creo que eso pasa en este país y en otros, --ha proseguido-- cuando hay problemas de dinero la investigación queda en último lugar y se financian otras cuestiones que socialmente van a ser más reconocidas".

En este punto, el especialista ha considerado que los dirigentes "han de ser conscientes de la realidad y mirar a otros países donde la inversión en investigación se multiplica por diez". Ha puesto como ejemplo a China, donde "son los primeros que han llevado a cabo modificaciones de embriones y los primeros que llevan a cabo ensayos clínicos estas herramientas del CRISPR para curar cáncer o sida".

«Hay que seguir el ejemplo de los que saben»

"Son los primeros y lo son porque han utilizado por 10 la inversión en investigación. Hay que seguir el ejemplo de los saben lo que tienen que hacer y los que, como consecuencia de ese conocimiento, tiran hacia adelante mucho más rápido que los que miran para otro lado", ha rematado.

Sobre los resultados a los que espera llegar en su carrera, ha asegurado que su "máxima aspiración la obtuve hace 14 años con este descubrimiento". "Eso para mí fue muy grande y muy inesperado, tengo esperanzas de conseguir profundizar aún más y entender cómo funcionan estos mecanismos en la naturaleza porque solo sabemos una parte".

Acerca de las aplicaciones, ha apuntado que en microbiología se pueden utilizar estas herramientas para la identificación de patógenos para saber cuál es el origen de una determinada enfermedad, así como para conocer cómo evolucionan las poblaciones de microorganismos e identificar virus con el fin de desarrollar antimicrobianos específicos que permiten matar exclusivamente a bacterias que tienen resistencia a antibióticos. "Vamos a dar un gran salto", ha apostillado.

Asimismo, ha añadido que estas herramientas se pueden transferir a células eucariotas de plantas y animales "y ahí se puede inicialmente modificar ese libro de texto de cualquier ser vivo", lo que "implica que se pueden curar enfermedades, identificar cuáles son los determinantes del sabor de los tomates y cualquier cosa que se pueda imaginar teniendo en cuanta que los seres vivos funcionan gracias a esa información en forma de ADN y tú puedes rescribirlo".

En este sentido, ha señalado que la eficacia y accesibilidad a estas herramientas era "impensable" hace tres o cuatro años, aunque ha admitido que este hecho ha generado que haya una "gran preocupación" y un debate moral sobre la modificación del gen.

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