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Paco Moreno y R. GONZÁLEZ
Valencia
Viernes, 11 de noviembre 2022, 09:21
Jornada complicada en las calles de Valencia por las fuertes lluvias, especialmente en la parte sur de la ciudad. Los barrios de Tres Forques y Grupo Antonio Rueda fueron de los más afectados por el colapso del alcantarillado, sobre todo por la excesiva hoja de los árboles sin barrer y las malas condiciones de las tuberías, según las explicaciones de las entidades vecinales. Al cierre de esta edición, el agua acumulada el viernes era de 90 litros por metro cuadrado según la Asociación Valenciana de Meteorología (AVAMET), mientras que la Agencia Española de Meteorología (AEMET), dijo que este viernes cayeron 43,5 litros por metro cuadrado. El Ayuntamiento informó que en el bulevar sur cayeron 71,25.
La parte oeste y sur, desde la avenida del Cid hasta la pista de Silla, era toda una sucesión de solares encharcados, coches atrapados en el barro, peatones que no podían bajar de las aceras sin meterse hasta los tobillos en el agua e incluso algunos comercios con serias goteras.
Así ocurrió en el mercado de Castilla, donde los vendedores difundieron vídeos de auténticas cataratas del agua de lluvia que caían sobre los puestos. Los mochos no daban abasto y poco a poco el agua se fue acumulando sin remedio, como criticó después la portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento, María José Catalá. En el primer barrio, Tres Forques, el presidente de la asociación, Antonio Góngora, destacó el colapso de las tuberías en el cruce de la calle Santa Cruz de Tenerife con la avenida Tres Cruces. «Ya han hecho obras dos veces para aumentar la capacidad, pero no hay manera», dijo tras recorrer el barrio calzado con botas de agua y una cámara fotográfica para enviar las imágenes al Ayuntamiento. «También es por la acumulación de la hoja caída, que hay muchas», aseguró.
La concejala del Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, comentó que la situación en general era «normal» en Valencia, a la espera de un informe detallado sobre el estado del alcantarillado y la respuesta que ha tenido a la DANA, que finalmente no difundió. La Policía Local informó por su parte que todos los túneles de Valencia estaban en buenas condiciones de circulación.
En el barrio Grupo Antonio Rueda tuvieron también una situación complicada. La presidenta vecinal, Mari Carmen García, indicó que la esquina de la calle María Zambrano con la avenida Tres Forques es uno de los puntos negros, tras criticar que se debe al «abandono» por la falta de limpieza de los imbornales. «De momento no llega a los bajos por fortuna, aunque en otras ocasiones ha rebosado por los desagües de los baños y las pilas».
Los problemas se acumulaban en esta parte de la ciudad porque desde hace dos semanas, relata, la mitad del alumbrado público no funciona. «Es algo bueno para los cacos y malo para los vecinos», ironizó la dirigente vecinal, que aprovechó para reclamar al Ayuntamiento una solución.
Prueba de que la parte oeste de Valencia ha sido una de las más castigadas es que poco antes de las once de la mañana seguían apagados los semáforos en los cruces de la avenida Tres Cruces, Gaspar Aguilar e Isla Cabrera, según informaron fuentes de la Sala de Control de Tráfico, quienes indicaron que los equipos de la contrata habían comenzado ya las reparaciones. La combinación de fuertes y lluvias y ratas que se comen el plástico de los cables es una de las razones de que queden fuera de servicio.
Este fue uno de los motivos del fuerte atasco registrado a primera hora de la mañana, cuando las lluvias eran más intensas. Siguiendo la línea del bulevar sur, en el barrio de Malilla también comenzaron a encharcarse solares y calles, como indicó la portavoz vecinal, Tania Cortés. Citó como ejemplo una alquería completamente rodeada de agua en la calle Bernat Descoll, justo al lado de donde se construye un centro de salud. «Hasta hace poco esta ocupada sin permiso», dijo.
Otro foco de encharcamiento era el vial de servicio de la avenida Ausiàs March, a escasa distancia de la rotonda de los anzuelos. Otra muestra en el barrio fueron los problemas en un acceso del Hospital La Fe y en una de las cafeterías. En la otra punta de la ciudad, en el Hospital Clínico, tambíen hubo goteras.
Sin salir del bulevar sur, en el barrio de Cruz Cubierta el agua formaba lagos en lugares como la plaza Escultor Frechina, o en la calle Huerta Senabre. El presidente de la asociación vecinal, Rodolfo Izquierdo, achacó la situación a la falta de limpieza en las calles. «Nos dijeron que con las contratas se reforzaría el personal y el barrido, pero no vemos nada», dijo acerca de las quejas.
Las lluvias torrenciales afectaron este viernes a los transportes por aire y tren. Tres vuelos fueron desviados a Barcelona y en Cercanías sufrió retrasos en una de las líneas.
La zona del aeropuerto de Manises registró importantes precipitaciones durante la mañana. Durante un periodo de una hora se acumularon más de 43 litros por metro cuadrado. Debido a la intensidad con la que caía el agua, tres vuelos se tuvieron que desviar a Barcelona, según confirmaron desde Aena.
Los aviones de Transavia procedentes de Eindhoven y Ámsterdam y otro de Wizzair que había partido de Otopeni, en Rumanía, se vieron obligados a aterrizar en El Prat. Ambas compañías se encargaron de que sus pasajeros pudieran llegar después a su destino final original.
Tampoco la red ferroviaria de Cercanías pudo esquivar los efectos de las lluvias torrenciales, aunque fueron puntuales. El problema duró poco tiempo y se concentró en la línea C3, que conecta Valencia con Utiel.
La circulación de trenes se tuvo que interrumpir durante unos 25 minutos por una pequeña inundación en la estación de Sant Isidre, según explicaron fuentes de Renfe. De manera que las repercusiones se circunscribieron al tramo comprendido entre ese punto y Valencia Nord. En concreto sólo se vieron afectados dos trenes, uno por cada sentido.
La incidencia tuvo lugar sobre las once de la mañana y el paso se restableció poco después. El resto de líneas funcionaron con normalidad, apuntaron desde la compañía ferroviaria.
La situación será complicada este viernes y sábado por el paso de la DANA anunciada para este final de semana en la zona mediterránea.
Gran actividad convectiva en el litoral sur de la provincia de Castellón, con tormentas y precipitación de intensidad muy fuerte.
AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) November 11, 2022
Comienza a despejar por la mitad sur. A esta hora no hay precipitaciones en Alicante y sur de Valencia, donde se están abriendo grandes claros. pic.twitter.com/JIveZm9C4G
Los litorales de la Comunitat esperan tormentas localmente fuertes y persistentes y las temperaturas máximas bajarán en toda la autonomía, donde se ha decretado el nivel máximo naranja. Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), esta jornada habrá cielo nuboso o cubierto con chubascos y tormentas. Además, se registrará viento del este y nordeste moderado con intervalos de fuerte en el litoral.
Las temperaturas mínimas irán en ascenso y las máximas bajarán. Así, Alicante registrará una mínima de 14ºC y una máxima de 22ºC; Castellón, de 15 y 19; y Valencia, de 16 y 18ºC.
La previsión indica que la situación comenzará a mejorar a partir del domingo, cuando se dejará atrás el episodio el lluvias.
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