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R. González
Valencia
Miércoles, 24 de junio 2020, 00:46
Òscar Rueda Pitarque se convirtió ayer en académico de número de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana, en un acto de recepción que tuvo lugar en el salón de actos de la RACV. Su discurso se centró en la 'llingüicitat' del valenciano, en aquello que constata que es una lengua individualizada y que no está subordinada a otra variedad lingüística. Y también abordó lo que le puede deparar. Según recalcó, «el futuro de la lengua está en manos de los propios valencianos».
Rueda es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, vicepresidente de formación de Lo Rat Penat, secretario de la Associació d'Escritors en Llengua Valenciana y columnista de LAS PROVINCIAS, entre muchas otras cosas. Según reconoció ayer, era todo un honor y una responsabilidad convertirse en académico de número de una institución centenaria que defiende la cultura y las señas de identidad del pueblo valenciano. Y también tuvo unas palabras para su antecesor, Joan Lladró Dolz.
A lo largo de su discurso defendió la postura de la RACV de dar continuidad a las formas tradicionales y de una normativa basada en la lengua que se habla en lugar de introducir una «ideología prescriptiva contraria a la valencianeidad», que se postula desde la Administración de la Generalitat.
En su opinión, la 'llingüicitat' del valenciano está en peligro por una estrategia de anexionismo idiomático catalán. Y alertó de que se puede ver asimilado hasta su desaparición. Para evitarlo, dijo, hay que plantearse estrategias de reafirmación lingüística y un «bilingüismo equilibrado» con el castellano.
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