Francisco José Gan Pampols cumple 100 días en el seno de la Generalitat Valenciana, o lo que es lo mismo, desde que asumió el ... mando de una vicepresidencia creada 'ad hoc' para cumplir una misión: recuperar la maltrecha provincia de Valencia y hacerla más resiliente ante futuras catástrofes. Su condecorado currículum como teniente general, ahora en la reserva, lo avalaban como el hombre idóneo para desempeñar el cargo tras haber sido jefe del cuartel de la OTAN en Bétera y haber pasado por zonas de conflicto como los Balcanes o Afganistán, donde adquirió experiencia en las tareas de reconstrucción. Su nombramiento en el DOGV fue ungido con la vitola de 'fichaje estrella' del president Mazón para dar un golpe de efecto, levantar la moral de la tropa y actuar como revulsivo de un Consell en sus horas más bajas. No obstante, la opinión pública le recibió con una mezcla de expectación y dudas sobre cómo podía desenvolverse en el ejercicio de gobierno civil el primer militar en formar parte de un Ejecutivo valenciano en toda su historia.
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Había quien esperaba que el vicepresidente se plantara de uniforme en los plenos del Consell o que actuase con 'manu militari' en la toma de decisiones. Nada más lejos de la realidad. A Gan Pampols se le ha visto más vestido de montañero que de traje y corbata, visitando los municipios afectados y reuniéndose con sus alcaldes para escuchar sus necesidades. También se ha sabido lo que es el escrutinio de Les Corts, donde en su primera comparecencia parlamentaria pudo escuchar el silencio de la cámara como muestra de expectación por sus anuncios. Allí tendió la mano a todos los partidos para colaborar en la recuperación diciendo que sus propuestas serían escuchadas y valoradas. Y es que parece que haber sido el primer español en alcanzar los tres polos de la Tierra, subir el Everest, ir al Polo Norte y la Antártida, quede en nada al lado de liderar la reconstrucción de la provincia de Valencia.
El protagonismo de Gan Pampols irá 'in crescendo' conforme avance la desescalada ya que, en sus palabras, la postemergencia «será totalmente responsabilidad mía». La primera fase de las tres fases del plan de Recuperación, la fórmula con la que se plasmarán todas las medidas que se deben adoptar, toca a su fin. Tras meses de entrevistas con los primeros ediles y actores de interés, de poner a punto la plataforma de seguimiento en tiempo real de la reconstrucción, de analizar la inmensidad de datos recabados y con las mesas sectoriales ya activas, el momento de brillar de Gan Pampols y su equipo se acerca tras agotarse el protocolario 'periodo de gracia' de 100 días desde su llegada al Consell.
El vicepresidente ha elevado el tono en sus reivindicaciones hacia el Gobierno central para exigir más fondos y una colaboración más estrecha para abordar la reconstrucción. Gan Pampols ha hecho especial énfasis en que el Ejecutivo acometa las infraestructuras para mitigar futuras riadas recogidas en el Plan Hidrológico nacional, constituya una comisión mixta entre administraciones y aumente sus inversiones como instancia con mayor «músculo» haciendo suyas banderas de la agenda valenciana como la infrafinanciación histórica.
A la hora de reclamar mayores recursos económicos se le ha escuchado decir que la recuperación necesitaría «dinero, dinero y dinero» emulando la cita de Napoleón. Sobre la demora gubernamental en crear un ente de coordinación para la postemergencia ha advertido que la esperanza «es lo último que se pierde, pero se agota» tras reconocer que la interlocución no se ha dado «ni con la calidad ni con la intensidad que debiera». En materia hidráulica ha reclamado obras para una zona de riesgo «de Sagunto a Alicante» así como que en este asunto las competencias son las confederaciones hidrográficas, por tanto, a la Generalitat sólo le tocaría acometer entre un 5 y un 10% del total.
En marzo se presentará el informe de diagnóstico que ha estado elaborando a lo largo de estos meses y empezará a plasmar negro sobre blanco, con el apoyo de la consultora PwC, lo que ha venido apuntando en su inseparable libreta negra, el bloc de notas que lo ha acompañado todo este periplo y que esconde los secretos mejor guardados de la recuperación. Será entonces cuando el vicepresidente tendrá que aplicar, punto por punto, todavía más a rajatabla, los preceptos que él mismo escribe de su puño y letra en 'El arte de mandar bien'.
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«Se ha hecho muchísimo, mucho más de lo que se ve», ha llegado a apuntar Gan Pampols sobre los avances en la reconstrucción, aunque también ha reconocido que le gustaría que todo fuera más rápido y, sobre todo, la coordinación con el Gobierno fuera más fluida. Aunque, cabe decir, que parte de ese engranaje de colaboración ya funciona mejor tras la primera reunión bilateral con el comisionado del Gobierno José María Ángel, mandatario con el que el vicepresidente mantiene una relación de amistad y contactos permanentes «fuera del ruido político». Y más vale que siga así para que la recuperación llegue a buen puerto, porque, en sus palabras, este es un asunto en el que «los milagros no existen» y hace falta «paciencia».
Infraestructuras
Una de las cuestiones con la que el vicepresidente ha tenido que lidiar casi a diario ha sido el bombardeo de preguntas por los plazos en los que la reconstrucción estará completada. Su respuesta siempre ha sido la misma y es que depende del grado de seguridad que se requiera se tardará más o menos tiempo. Gan Pampols es conocedor de que todo pasa por acometer las obras hidráulicas de laminación de caudales y control de avenidas pendientes para la Comunitat.
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«¿Cuánto puede durar esto? A mí me gustaría que poco, pero el plazo para construir una gran obra hidráulica no es corto y no recae en mi competencia», ha llegado a decir. Acto seguido ha manifestado que sus planes «no tienen una plasmación inmediata sobre el terreno». En su primer discurso desde la tribuna de Les Corts, el vicepresidente exhibió las conclusiones de un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) en el que, para su sorpresa, se enunciaba que la última infraestructura hidráulica «de enjundia» materializada en la Comunitat fue aprobada por el Gobierno de Felipe González en 1985 y fue culminada en 2001 con Aznar. «Para vergüenza colectiva, de todos», comentó tirando de galones e interpelando a sus señorías presentes en el hemiciclo.
No obstante, y como estos trabajos requieren ser enmarcados dentro del largo plazo, el vicepresidente se ha fijado devolver todo a la misma situación en la que se encontraba el 28 de octubre de 2024 en un año o año y medio. Cabe recordar que devolver la 'normalidad' no implica que sea «la situación final deseada» pues cabría dotar de una mayor resiliencia al resto de infraestructuras que se vieron afectadas por la riada del 29-O ante futuras catástrofes de este tipo. Por ello, deberá buscar alternativas para reforzar la seguridad en azudes y presas así como hacer más resistentes las carreteras o las redes ferroviarias y de telecomunicaciones.
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Alertas y protocolos de emergencias
Nada más aterrizar en el Consell, Gan Pampols dijo lo que todo el mundo podía intuir en una tragedia con 227 muertos: «En un plan de alerta ordinario, lógicamente, se podrían haber salvado (vidas)».
En este tiempo, Gan Pampols ha realizado algunas consideraciones de cara a mejorar el sistema de prevención y alertas ante desastres que deberá concretar con mayor exactitud en el plan. Ha hablado de aplicar innovación, sistemas de medición más precisos o una cadena de toma de decisiones automática. A falta de la letra pequeña, seguro que Ángel como ex secretario autonómico de Emergencias con el Botánico le podrá ser de mucha ayuda a este respecto.
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En este apartado juega también un importante papel la revisión de los procesos de lecciones aprendidas en otras catástrofes similares acontecidas alrededor del mundo así como las distintas medidas adoptadas por las autoridades. De hecho, la propia auditoría que está elaborando la Vicepresidencia para la Recuperación arrojará algunas claves sobre qué funcionó y qué falló en aquella fatídica jornada.
Urbanismo
Las personas fueron la primera prioridad para el vicepresidente, como también lo han sido, lo son y lo serán para este periódico, tal y como expuso en el desgarrador editorial del 30 de octubre titulado: 'LAS PROVINCIAS con las víctimas'. En esta línea, Gan Pampols debe vigilar que las ayudas de cualquier administración sigan llegando a los bolsillos de los afectados para que puedan rehacer sus vidas, casas y negocios.
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El Consell aprobó un decreto específico para agilizar las tareas de reconstrucción que contemplaba la posibilidad de cambiar ubicaciones de viviendas y polígonos industriales situados en zona inundable, reduciendo plazos, burocracia y dejando en manos de los ayuntamientos la posibilidad de habilitar más suelo para hacer efectivo el traslado de inmuebles y fábricas.
El vicepresidente deberá velar por que no se cometan los errores urbanísticos del pasado y garantizar la seguridad de todos los inmuebles dañados. Sobre los que permanecen apuntalados o en riesgo de derrumbe, si es necesario demoler, deberá ser implacable y hacerlo, sin que le tiemble el pulso ni dudar.
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Comercio
Las otras prioridades del vicepresidente provenían del mundo del trabajo: polígonos industriales y autónomos (especialmente el pequeño comercio). Según la estimación de la Unió Gremial a los tres meses del desastre, entre 3.000 y 3.500 tiendas seguían cerradas. La peor noticia es que uno de cada cinco afectados no va retomar su actividad.
Por ello, Gan Pampols debe apremiar al Consorcio de Compensación de Seguros para que abone cuanto antes las indemnizaciones para perder la menor cantidad de tejido empresarial posible así como asesorar y reenfocar algunos de los negocios.
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Limpieza
Un centenar de días después de estar al frente de las operaciones, queda rematar tareas como el baldeo de calles, el traslado de los coches siniestrados a desguaces, una decena de garajes por vaciar o el tratamiento de lodos y residuos.
La limpieza ha demostrado haber avanzado a buen ritmo pero el vicepresidente deberá seguir ojo avizor con la Albufera, un patrimonio medioambiental y cultural muy querido por los valencianos, ahora candidata a ser Reserva de la Biosfera de la UNESCO.
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Movilidad
También tendrá que apretar por que el Consorcio pague las ayudas por los vehículos perdidos y dotar de alternativas de movilidad a los damnificados.
En el debe todavía está restablecer importantes vías de transporte público como el metro al sur de València Sud o la C-3 de Cercanías entre Aldaia y Utiel.
Vox
Vox le ha declarado la guerra parlamentaria a Gan Pampols: sus críticas se han focalizado sobre el vicepresidente acusándole de estar «alineado con el traidor de Sánchez» y tumbaron con sus votos el decreto de coordinación. Sin embargo, Gan Pampols ha definido las críticas voxistas de «irrelevantes», que descarta dimitir por las acusaciones al sentirse «completamente» respaldado por el Consell, así como que no le afectan a la hora de gestionar.
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