Gan Pampols teme que la guerra arancelaria afecte a la reconstrucción y apremia a Europa a enviar las ayudas

«Tendremos que ser más eficientes y desde luego estar más convencidos de lo que hacemos, porque con menos no se hace más. Con menos se hace lo que se puede hacer, pero desde luego no se tira la toalla», ha explicado Gan Pampols apelando al papel que debe jugar la Unión Europea en un escenario internacional convertido en una guerra comercial. No obstante, el vicepresidente se ha dirigido al organismo comunitario para apremiar la movilización de los fondos extraordinarios que deben ayudar a financiar la reconstrucción. Cabe recordar que la solicitud formal remitida por el Gobierno de España llegó a finales de enero.

Gan Pampols ha calificado como «crucial» el hecho de reclamar «con firmeza y sentido de Estado» la activación del reglamento europeo Restore, mecanismo que permite reprogramar que fondos estructurales ya asignados, como los Feder o el Fondo Social Europeo Plus, con tal de que su importe monetario pueda ser destinado directamente a la reconstrucción de los territorios afectados por la catástrofe. «No tengo muy buenas noticias al respecto de momento, aunque tampoco pierdo la fe», ha lamentado.

El vicepresidente segundo también ha aprovechado la ocasión para calificar de «esencial» la activación de los fondos a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) así como de otros mecanismos financieros específicos para situaciones de emergencia. En este sentido, Gan Pampols se ha mostrado algo más optimista en cuanto a su llegada bajo el argumento que los programas financieros del BEI sí resultan más factibles a la hora de materializarse dado que están circunscritos a determinados ámbitos como, por ejemplo, la vivienda.

«La Unión Europea es fantástica, pero no es el maná. Ya sabemos que puede que llegue, puede que no llegue, pero no podemos depender de que llegue», ha resumido. «Sólo con la cooperación interinstitucional podremos optimizar la inversión y lograr la recuperación para que sea realmente transformadora», ha aseverado el número 3 del Consell.

En este sentido, por boca del propio Gan Pampols ya se sabía que la reconstrucción iba a precisar de dos mantras que ha repetido hasta la saciedad desde su aterrizaje en el Consell: «unidad de esfuerzo» y «dinero, dinero y dinero». Sin embargo, en los últimos meses y al albur de la no creación de una comisión mixta interadministrativa y la baja ejecución de las inversiones gubernamentales en materia de ayudas, el vicepresidente ha endurecido su discurso contra la Administración General del Estado. Para ejemplificar la falta de coordinación ha llegado a decir que «no existe un calendario compartido» entre el Gobierno y la Generalitat para abordar los hitos de la recuperación.

En esta ocasión, el piloto de la Reconstrucción ha vuelto a reivindicar que el Gobierno impulse cŕéditos a fondo perdido en lugar de permitir el endeudamiento extraordinario de la Generalitat: «Es una conselleria que nadie conoce y que es la tercera en cantidad», ha llegado a decir con cierta sorna refiriéndose a que el coste de la deuda gana cada vez más peso en los presupuestos autonómicos.

«El Gobierno de España debe activar créditos extraordinarios a fondo perdido y la Unión Europea debería movilizar todos los recursos que tiene a su disposición para garantizar que nuestra recuperación no se vea limitada por la falta de fondos», ya que, para Gan Pampols, recurrir a la deuda supone «sacrificar consumo presente generando servidumbre futura» de la que se tendrán que hacer cargo las siguientes generaciones.