La Generalitat prevé concertar más de 600 nuevas plazas en centros de menores

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas es perfectamente consciente de la situación por la que atraviesan los centros de menores, especialmente los públicos que gestiona la propia administración autonómica. Por eso, el departamento que dirige Mónica Oltra ya ha puesto en marcha un nuevo modelo de atención a la infancia que, entre otras cuestiones, prevé la contratación de hasta 602 nuevas plazas de atención residencial, para lo que la Generalitat destinará cerca de 74 millones de euros. Sin embargo, el plazo para que las empresas y entidades presentaran sus ofertas expiró el pasado 14 de julio y, al menos hasta el viernes, la conselleria seguía estudiando su adjudicación.

Este nuevo modelo contempla que los nuevos centros cuenten con menos plazas para que, en palabras de la vicepresidenta Mónica Oltra, se asemejen lo máximo posible a un hogar. Así, los de recepción no podrán superar las 30 plazas y los de acogida las 24, aunque se primará a aquellos que cuenten con un número todavía más reducido.

Además, desde la conselleria indicaron que la inversión en el nuevo modelo, implica un aumento del 26,8% respecto al modelo anterior, lo que permitirá, entre otras cuestiones, la contratación de 410 nuevos profesionales, con una bajada del ratio del 61% (pasando de 1,05 profesionales por menor a 1,70) y la inclusión de nuevos perfiles profesionales como los mediadores interculturales o las técnicas o técnicos de igualdad de género, tal y como reclaman los trabajadores y de los que siguen a la espera.

Estos contratos, según Igualdad, «permitirán asegurar a la conselleria la disponibilidad de plazas para el ejercicio de la medida de acogimiento residencial de menores cuya tutela o guarda ejerce, y la atención integral de menores cuando no es posible o adecuado el acogimiento familiar».

El objetivo del nuevo modelo, añadieron, se centra en «impulsar un cambio de estrategia que permita el desarrollo de un modelo de atención inclusiva, comunitaria, donde la persona menor de edad sea lo importante, mediante una respuesta individual a los daños emocionales que genera el desamparo, a través de la mejora de los recursos humanos, y de las infraestructuras».

Asimismo, subrayaron desde la conselleria que el nuevo sistema se reconoce a los menores como «sujetos de derecho».