La gestión de Puig con Janssen abre otro cisma en el Consell

El enfado generado en el Gobierno con la actuación del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, por la reunión que mantuvo con responsables de la vacuna Janssen, no ha caído en saco roto en el seno del Consell. En Compromís se denota malestar por cómo está actuando el presidente Puig en el asunto de las vacunas en particular, y en la gestión de la pandemia en general, por el protagonismo que ha acaparado desde el primer momento, dejando en un segundo plano al resto del Consell, con excepción de la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

La vicepresidenta primera y líder de los nacionalistas en el Ejecutivo valenciano se desmarca de apoyar a Puig ante la acusación del Gobierno de comportarse de manera «desleal» al negociar con las farmacéuticas y anunciar la llegada de vacunas a la Comunitat Valenciana como si la compra la hubiera gestionado él. «Es cosa suya. Ya se apañará», dicen desde el entorno de los consellers de Compromís.

Fuentes cercanas a la vicepresidenta consideran que se trata de «una estrategia de márquetin» del propio Puig con la vacunación «y la compra de vacunas», cuando es algo que está totalmente decidido de antemano porque quien las adquiere es el Gobierno y la negociación con las farmacéuticas llegó de la mano de la UE.

Además, aseguran desde el entorno de Oltra que es una contradicción que Puig se reúna con Janssen y con AstraZeneca «para comprar vacunas o dar la impresión de que lo hace», aunque se trate «de puro márquetin» y, al mismo tiempo, se arrogue la idea aprobada por el Consell de que se liberalice la fabricación de vacunas, que es una iniciativa que llevó la vicepresidenta Oltra al pleno del Gobierno valenciano. «¿Se ha oído a Puig en alguna ocasión decir que la liberalización de las vacunas la aprobó el Consell? No, ¿verdad? Es una idea que vende como suya cuando no es suya y se aprobó en el Consell«.