El Gobierno recorta los recursos de ayuda a la salud mental de los afectados por la dana

El Consejo de Ministros aprobó el 11 de noviembre, sólo dos semanas después de la dana, la creación de 14 equipos multidisciplinares para los afectados. Pero hasta el 10 de enero el Ministerio de Sanidad no remitió el proyecto a la conselleria y además esos nuevos recursos asistenciales se han quedado finalmente en 8 equipos para Valencia, con tres psiquiatras y tres psicólogos para atender la salud mental de las personas afectadas por la dana, lo que para Sanidad supone un incumplimiento de la promesa que lanzó el Gobierno de Sánchez el pasado noviembre, tal y como dijo el conseller, Marciano Gómez, a la Mesa de Les Corts.

Estas unidades de emergencia de salud mental siguen sin estar listas y desplegadas en Valencia casi cuatro meses después de ser anunciadas por el Ejecutivo, que se comprometió en que estuvieran ejerciendo el pasado febrero, pero no ha sido así. La nueva previsión que maneja el ministerio es que la incorporación de los profesionales se produzca durante este mes de marzo, para desplegarse en las zonas más afectadas y atender a la población. Se trata de las unidades de Salud Mental de emergencias (USME) que anunció la ministra, Mónica García, y que en diciembre dijo en Valencia que estarían listas en febrero.

Pero estos anuncios y promesas no estaban acompañados de pasos firmes institucionales. Según critica la conselleria, la ministra no firmó el convenio del proyecto hasta el 24 de febrero, que es cuando se lo remitió a Sanidad. Se trata de tres meses después de que el Gobierno aprobara la medida, lo que explica que aún no se haya puesto en marcha. Incluso este pasado viernes, diez días después de que el conseller firmase el convenio, el ministerio ha vuelto a remitirlo a la conselleria para que se firmase de nuevo, al haber detectado errores en su redacción anterior por parte de cartera de Mónica García. Un nuevo retraso que deja desatendidos a los afectados.

En enero el ministerio admitió a la conselleria que de esos 14 refuerzos anunciados, finalmente se quedarían en 8 los que llegarían a Valencia, en lo que Sanidad indica que supone un recorte de los recursos que iban a ser destinados a la atención de la salud mental de las personas afectadas por la dana. Pero aún falta por saber con certeza, ya que el ministerio no lo asegura, que en este mes de marzo puedan estar listas estas unidades para comenzar a atender a la población. La ministra ya explicó en Valencia que estas nuevas unidades estarán operativas durante un periodo mínimo de un año con posibilidad de extender su presencia hasta los 15 meses o el tiempo que sea necesario.

Los expertos indican, ya desde hace meses, que los casos más graves de salud mental se empiezan a producir a partir de los tres meses de una tragedia como esta, cuando surge el estrés post traumático e incluso las adicciones a sustancias. Por esta razón, la Generalitat pidió al Gobierno aumentar los recursos humanos y técnicos ante ese posible incremento en el consumo de sustancias y trastornos adictivos, que se asocia a este tipo de catástrofes. Pero el Ministerio no ha respondido, y ni siquiera ha enviado aún los efectivos que ya recortó.

Por ello, Sanidad va a incrementar la financiación de las Unidades de Prevención Comunitaria de las Conductas Adictivas, así como las plantillas de profesionales de las Unidades de Conductas Adictivas cuya cobertura incluya los municipios afectados. Estos refuerzos se sumarán a los efectivos que desde el inicio de la emergencia están desplegados en las zonas afectadas por el gobierno autonómico valenciano. Se trata de 17 equipos específicos en las localidades, un centro de atención al trauma en Feria Valencia y siete unidades más de atención al trauma en los departamentos de salud afectados, como son el hospital General, el Peset, La Fe y La Ribera, y recientemente se han sumado Requena y Manises, para hacer seguimiento de casos que pudieran convertirse en crónicos.

La labor de estas USME, según se indicó en el anuncio de su creación, está destinada a dar una respuesta inmediata, unos primeros auxilios psicológicos, a niveles más avanzados como apoyo en la prevención de la salud mental, atención niños y adolescentes, asistencia más personalizada en los casos más vulnerables o que hayan vivido experiencias muy difíciles e incluso el grado más alto, las personas con cuadros clínicos traumáticos, que contarán con servicios asistenciales especializados.