«Grabé los vídeos para que se haga justicia y lo volvería a hacer»

La extrabajadora de la residencia que grabó y difundió los vídeos de los ancianos desatendidos, María Castaño, de 55 años, afirmó a LAS PROVINCIAS que su única intención era denunciar las supuestas negligencias en el cuidado de las personas mayores. «Grabé los vídeos para que se haga justicia y volvería a hacerlo», manifestó la mujer con gran determinación.

Tras asegurar que tiene la conciencia muy tranquila, Castaño aseveró que no ha cobrado ninguna cantidad de dinero por facilitar las imágenes a varios medios de comunicación. «Los mismos vídeos los tiene la Fiscalía y la Guardia Civil porque yo solo quiero que se haga justicia, y esto no es ninguna venganza. A los ancianos que aparecen en las imágenes los quiero de corazón. Me daba mucha pena lo que veía», señaló.

Después de que finalizara su contrato de trabajo de cuatro meses como limpiadora en el centro de mayores de Llíria DomusVi, Castaño decidió difundir las imágenes «para que todo el mundo sepa cómo cuidaban a los pobres ancianos». La mujer colombiana explicó que ella también sufrió un trato vejatorio en la residencia. «Yo soy cristiana evangélica y se reían de mí porque siempre nombraba a Dios», dijo con el rostro cariacontecido.

La limpiadora tuvo que esconder su teléfono en sus partes íntimas porque algunas veces la cacheaban, según siempre su testimonio, para que no llevara el móvil durante su jornada laboral. «Yo hablé con la encargada de los malos tratos que recibían los residentes, y como no me hizo caso grabé los vídeos para tener pruebas», añadió.

Respecto a las críticas que ha recibido por no auxiliar de inmediato a un anciano que cayó al suelo, la denunciante manifestó que dejó de grabar enseguida. «Las imágenes me dan la razón. Dejo de grabar un segundo después y llamo a una de las enfermeras para que lo atiendan. Yo era limpiadora y no podía acercarme ni tocarlo por el protocolo del coronavirus», aseveró.

Tras la denuncia que presentó ante la Fiscalía, Castaño ahora teme represalias por parte de los responsables de la residencia, aunque también ha recibido el apoyo de otra trabajadora. «Me ha dicho que va a decir toda la verdad cuando declare ante la Guardia Civil», agregó.