Los graduados en Magisterio alcanzan otro récord pese al riesgo de saturación de la profesión

Según el informe Datos y Cifras del curso escolar, publicado este mismo mes por el Ministerio de Educación, el número de alumnos que han titulado en los estudios citados se eleva a 5.467 (2.572 en los grados y 2.895 en el máster). La cifra es antigua -se refiere al 2019-2020- pero sirve para hacerse una idea de la cantidad de profesionales docentes que cumplen los requisitos para acceder al mundo laboral. Es la más alta en cinco años (hay que remontarse al 2014-2015 para superarla) y rompe la tendencia a la baja (aunque discreta) de los ejercicios intermedios.

La importancia del dato radica en que en los últimos años han sido varias las voces que han advertido del riesgo de saturación de la profesión, en el sentido de que se forma más capital humano del que se precisará a corto plazo, y más en un contexto de desplome de la natalidad que ya se deja notar claramente en Infantil y Primaria. Para hacerse una idea, en estas etapas hay matriculados 13.088 niños menos que el curso pasado, cifra que se eleva a 24.852 si se compara con la del 2019-2020.

Además, los datos estatales permiten comparar entre regiones, y llama la atención que el volumen de egresados en la Comunitat sea mayor que el de Cataluña pese a la diferencia de población. Únicamente Madrid y Andalucía superan los registros. Eso sí, si sólo se toman los del máster la cifra valenciana es más alta que la de esta última (2.485). Lo mismo pasa si se observan los matriculados, los que están formándose: la Comunitat sigue siendo la tercera, por delante de Cataluña.

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha sido una de las entidades que han puesto el foco en la sobrerrepresentación de los estudios de Magisterio. En su informe de 2018, aunque basado en datos del 2016-2017, señalaba que a nivel estatal la mitad de los egresados no podrían ejercer la profesión, conclusión a la que se llegaba teniendo en cuenta variables como la tasa de natalidad, las necesidades del sistema (con una ratio media de 20 alumnos) o el volumen necesario para cubrir bajas. Se recurrió a este análisis como ejemplo de la necesidad de impulsar un diseño de la oferta formativa más eficaz. El dato valenciano era del 37%, es decir, un tercio de excedente.

El Consejo Escolar del Estado también ha abordado la cuestión en algunos informes, alertando de que la formación inicial «sobrepasa con mucho en términos cuantitativos las necesidades del sistema». Además, suele insistir en la necesidad de modificar el actual sistema de acceso, medida sobre la que la ministra Pilar Alegría ha anunciado un borrador para el próximo enero.

En la Comunitat se han llegado a plantear medidas correctoras que no han cuajado todavía, como el mapa de titulaciones que en 2016 anunció la Conselleria de Educación, haciendo referencia a la sobreoferta en Magisterio y a la necesidad de evitar la saturación de determinados sectores. El departamento que dirige Carolina Pascual sigue actualmente con los estudios previos que permitan concretarlo.

Si bien es cierto que en los últimos años las ofertas de empleo público -una de las principales salidas para los egresados- están siendo masivas, cabe recordar que la mayoría de las plazas de funcionarios las consiguen interinos, es decir, personal de las bolsas de trabajo ya formados y con más antigüedad.

Por otro lado, la reducción de la ratio de alumnos por aula, que conllevaría un refuerzo de las plantillas, no parece prioritaria. Se aplicó una bajada sustancial durante el curso pasado por cuestiones sanitarias, pero en el actual, con la pandemia aún vigente, se ha vuelto a la normalidad.