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Varios mandos estudian cómo realizar la maniobra.

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Varios mandos estudian cómo realizar la maniobra. Iván Arlandis

En guardia ante el riesgo químico y biológico en la Comunitat

El regimiento NBQ con base en Paterna ha actuado durante la pandemia desinfectando residencias e infraestructuras

Juan Sanchis

Valencia

Miércoles, 2 de junio 2021, 01:38

«Había días que estábamos hasta 16 o 18 horas con todo el equipamiento puesto: máscara, equipo de protección, guantes... Pero lo que hiciera falta. Había que acabar el trabajo«, asegura la soldado Elisabeth Bosch del regimiento NBQ de Paterna que en las primeras semanas del confinamiento se dedicó a la desinfección de residencias de ancianos y otras infraestructuras vitales. Y eso que llevar estos equipos no es tarea sencilla ya que la capacidad pulmonar se puede reducir hasta un 60%.

Fueron los peores momentos de la pandemia, durante el confinamiento, y el Regimiento de Defensa NBQ (Nuclear, Biológico y Químico) Valencia Número 1 estuvo en primera línea desde la primera hora. Su labor se centró en la desinfección de lugares estratégicos y otras dependencias vulnerables. Sus miembros estuvieron esos meses desperdigados por País Vasco, Baleares, Madrid, Cataluña, Valencia... «En cualquier lugar donde hiciéramos falta a las autoridades», afirma su máximo responsable, el coronel José Muinelo.

Control. Tienda de mando del regimiento. Iván Arlandis

El regimiento, que tiene su sede en Paterna, es la unidad de referencia del Ejército para hacer frente a un riesgo de estas características. Y la pandemia ha sido uno de ellos. Aunque su misión principal es el apoyo en combate y no hacer frente a una emergencia, como sí lo es la de la UME, en las actuales circunstancias ha actuado en las operaciones Balmis y Baluarte diseñadas para controlar el virus.

Quizá una de las labores más complicadas fue el apoyo que prestaron a los servicios funerarios en Ifema el año pasado. «Teníamos que tratar con precaución los cadáveres para no expandir el virus», explica el sargento primero José Luis Antolín. «Nuestras prioridades eran el respeto con los fallecidos y no confundir a las víctimas porque las familias no llegaban a verlos», añade y señala que «a veces se nos caída el alma a los pies».

El cabo Enrique Andrés también colaboró en las labores de desinfección. «La gente en las residencias necesitaba apoyo, que estábamos con ellos. Se reconfortaban«, afirma. »Veías el agradecimiento en sus ojos«, señala la soldado Bosch.

Ahora el regimiento intenta recuperar su funcionamiento normal. En estos días ha estado en el ejercicio Grifo que organiza cada año y en el que han participado también secciones de la Guardia Civil, las compañías NBQ de las distintas brigadas y en esta ocasión también unidades del Ejército francés.

Un vehículo con un helicóptero al fondo | Habitáculos de los soldados en el ejercicio | Dos miembros conversan con una soldado en el ejercicio. Iván Arlandis
Imagen principal - Un vehículo con un helicóptero al fondo | Habitáculos de los soldados en el ejercicio | Dos miembros conversan con una soldado en el ejercicio.
Imagen secundaria 1 - Un vehículo con un helicóptero al fondo | Habitáculos de los soldados en el ejercicio | Dos miembros conversan con una soldado en el ejercicio.
Imagen secundaria 2 - Un vehículo con un helicóptero al fondo | Habitáculos de los soldados en el ejercicio | Dos miembros conversan con una soldado en el ejercicio.

Como señala el coronel Muinelo «nos preparamos para dar respuesta a cualquier amenaza«. El regimiento nació en 2005 y su actuación durante la pandemia ha sido uno de los momentos más complicados de su corta historia.

Las experiencias de los últimos meses ha llevado al Ministerio de Defensa a plantear la implementación de mejoras. Pero estas son continuas porque siempre tienen que estar anticipando riesgos. «La pandemia nos ha ratificado en nuestra forma de trabajar y hemos visto el valor de las unidades especializadas en manear material sofisticado«, recalca Muinelo.

Entre las que se están planteando introducir se encuentra la de implementar una sección de descontaminación ligera y contar con un pelotón de reconocimiento en las compañías. También se ha visto la utilidad de aumentar la formación del personal en el uso de los equipos.

«Estabas 18 horas con el equipo puesto. Pero era lo que había que hacer»

Elisabeth Bosch, soldado

«Nuestra preocupación era no equivocar el nombre de los fallecidos»

José Luís Antolí, sargento primero

«Los ancianos te daban las gracias con la mirada y eso bastaba»

Enrique Andrés, cabo

Además, el regimiento contará a fines de año con el primer laboratorio desplegable químico y también se está valorando la necesidad de incorporar un vehículo de reconocimiento, aunque ya se estaba estudiando antes de la pandemia.

«La crisis sanitaria nos ha puesto de relieve», explica el coronel Muinelo. Para muchos la imagen más cercana del Ejército es la Unidad Militar de Emergencias presente en innumerables catástrofes naturales. Ahora también el regimiento ha ganado en visibilidad. «Siempre estamos pensando en el futuro, en la próxima amenaza. Así nos preparamos para cumplir con nuestra misión», destaca su máximo responsable.

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