Guerra total entre las universidades valencianas por la financiación

La Universidad de Alicante, la de València y la Jaume I de Castellón han emitido un comunicado crítico con la Universidad Politècnica. En el escrito manifiestan su «apoyo total» al Plan Plurianual de Financiación (PPF) promovido por la Generalitat, aunque piden seguir avanzando en la definición de un marco estable de financiación. A continuación, señalan que la UPV «ha roto unilateralmente la unanimidad por mantener una visión estrecha sobre los componentes y fórmulas de ponderación del mencionado fondo, en la que defiende que las mejoras introducidas le perjudican en la distribución de los recursos obtenidos hasta el momento, después de 14 años de ausencia de un plan de financiación».

«Lejos de la realidad, los fondos de investigación deben garantizar la fortaleza de un sistema ya de por sí robusto en términos holísticos, que colabora entre sí y se complementa, configurando uno de los principales sistemas universitarios públicos de España, con una clara proyección internacional. Lo que no debe hacer es permitir focos de debilidad por apuestas alejadas de la defensa del interés general, de la solidaridad, de la responsabilidad institucional y de la verdadera transferencia social que realizan las universidades al conjunto de la sociedad valenciana», advierten en el comunicado.

La Miguel Hernández de Elche no ha suscrito la nota crítica aunque sostiene que está de acuerdo con los 30 criterios acordados desde noviembre con la Conselleria de Universidades para negociar los fondos, según han expresado fuentes de la universidad ilicitana.

Desde la UPV han señalado que se han enterado del comunicado por la prensa y «se lamenta esta acción pues ataca frontalmente la búsqueda de un entendimiento entre todas las universidades». Asimismo, ha manifestado que no se ha roto ninguna unanimidad, sino que se sigue debatiendo sobre cómo lograr una reparto que tenga en cuenta las dos dimensiones universitarias: la docente y la investigadora.

Hasta el momento las cinco universidades públicas valencianas habían ido de la mano. El inicio de las negociaciones el pasado noviembre ha abierto la puerta a las discrepancias.

Hay que tener en cuenta que la UPV es la que más capital obtiene a través del apartado de transferencia de conocimientos (contratos con empresas, patentes...) frente a las otras. La primera propuesta de financiación, presentada por el anterior equipo gestor de la Conselleria de Universidades con Carolina Pascual, primaba también este aspecto y por ello beneficiaba a la UPV. Ahora el equipo de Josefina Bueno ha cambiado los criterios introduciendo la valoración de otros puntos como la docencia o la investigación de excelencia como piden el resto de centros universitarios de los que la Politècnica se ha desmarcado ya que recibirá menos fondos y se quedará como en la actualidad.

De hecho, desde noviembre se han acordado con la conselleria estos 30 indicadores que determinarán los fondos que recibirán las universidades públicas que han sido aceptados en su totalidad por la UV, la UJI y la UMH. La de Alicante ha suscrito 27 de estos y la UPV sólo 12. En el comunicado las tres entidades firmantes sostienen que esta treintena de aspectos aseguran «una docencia universitaria amplia y de calidad en el sistema público en todas las áreas del saber, así como por consolidar un fondo de investigación que realmente refleje las fortalezas del conjunto del sistema».

De esta forma, señala el comunicado, se ha alcanzado un 87% de consenso entre las cinco universidades, que coinciden en concebir la diversidad de las entidades del sistema público valenciano como una fortaleza.

«A partir de ahí, las tres universidades ven necesario seguir avanzando en la definición de un marco estable de financiación, tanto en volumen como en criterios de distribución, que permita a todas contar con los recursos necesarios para seguir cumpliendo de modo adecuado con su función transformadora mediante la formación de titulados superiores, la generación de conocimiento y su transferencia a la sociedad», resaltan en el comunicado.

Estos indicadores se refieren tanto a aspectos en relación con la docencia como a la investigación y otros factores. La diferencia entre las dos posturas es el peso de la investigación aplicada. Mientras las cuatro sostienen incluir otros criterios distintos a la conexión con la empresas, tales como la publicación de un trabajo de algún profesor en revistas de prestigio, la Politècnica de València considera que hay que primar la transferencia de conocimientos a la sociedad.

Según expresan las tres universidades firmantes del escrito, estas anomalías son las que corrige el documento de consenso en la mejora del PPF, más acorde con el perfil global del sistema universitario. «No solo no se renuncia a tener una potente I+D básica y aplicada basada en rigurosas evaluaciones externas, capaz de transferir las innovaciones basadas en aquellas, sino que, justamente hace todo lo contrario: apuesta por su crecimiento como sello de excelencia internacional», resaltan y ponen en valor que el baremo para la distribución del fondo de investigación guarda la debida proporcionalidad entre sus componentes.

Los tres centros universitarios defienden que el resultado de la medición de la actividad investigadora de las universidades sea homologable con el que se desprende del resultado de las mediciones que se efectúan por otros sistemas estandarizados, como los rankings internacionales.

Ya a principios de febrero la Politècnica se desmarcó de la propuesta del Consell sobre los nuevos criterios para repartir los fondos que transfiere la Generalitat, la principal vía de ingresos de la red pública (el Plan Plurianual de Financiación pendiente desde hace años y que se empezó a negociar a comienzos de noviembre). La UPV pidió que se dé más peso a la labor investigadora a la hora determinar la cuantía total que corresponderá a cada una de las cinco instituciones valencianas, y que ese margen de mejora llegue en detrimento del previsto para la función de docencia.

En este sentido, en el comunicado de las tres entidades se destaca que todas las universidades del sistema público valenciano «realizan aportaciones significativas en materia de investigación y transferencia, con diferencias en función de su perfil».

La Universitat de València, la primera universidad valenciana y una de las mayores de España, tiene unos altos estándares en materia de investigación que se ven reconocidos internacionalmente: se encuentra en la posición 2-5 de España en el conocido ranking de Shanghai, entre las 81 y 115 primeras universidades de Europa y en la posición 201-300 del mundo.

La Universidad Politècnica de Valencia presenta un perfil de especialización único en la Comunitat Valenciana, está ubicada en la posición 401-500 del ranking de Shanghai y en el lugar 3-4 de España, del U-Ranking de rendimiento de las universidades, elaborado por el IVIE para la fundación BBVA.

La Universidad de Alicante desarrolla una importante labor en la prestación de servicios de formación superior y generación y transferencia del conocimiento, es la que mayores recursos de licencias de patentes obtiene de todo el SUPV y se encuentra en el rango 601-700 del ranking de Shanghai.

La Universitat Jaume I ocupa la posición 601-700 del ranking de Shanghai, especialmente meritoria para su tamaño. Es la universidad de la Comunidad Valenciana que más proyectos capta del plan nacional de I+D de la Comunidad por cada 100 profesores, y la que realiza mayor esfuerzo en formación de investigadores por cada 100 profesores.

La Universidad Miguel Hernández de Elche, con un grado mayor de especialización, mantiene un índice de rendimiento en el U-Ranking que le sitúa en el tramo 13-21 de las universidades españolas. Es la universidad que más patentes genera por cada 100 profesores de la Comunitat Valenciana y la que tiene un mayor número de publicaciones por investigador. Se sitúa en el rango 801-900 del ranking de Shanghai.