«Me gustaría salir de aquí, trabajar, ganarme la vida»

«No hay nada que hacer aquí», cuenta George, recién llegado de Ghana en la flotilla del Aquarius. «Vas a la habitación, sales afuera, comes, duermes... No sabemos qué va a pasar con nosotros ahora», cuenta. Le pica la juventud y se siente encarcelado.

Desde Cruz Roja han indicado que los inmigrantes estarán en Cheste solamente el tiempo «indispensable». Pero el tiempo indispensable siempre parece muy largo cuando no hay mucho que hacer. «Aquí seguimos órdenes; no podemos ir donde queramos, al menos de momento», continúa. Aunque entiende cuál es su situación. «Supongo que esta tarde, quizá mañana, nos dirán algo. En realidad llegamos ayer por la tarde».

A la sombra de un árbol observa cómo algunos de los que han llegado a Valencia con él juegan a fútbol. Han montado una liguilla. «¿Tú no juegas?», le preguntan. «No, ya jugué ayer y hoy no tengo ganas».

Está agradecido a Valencia. Pero quiere empezar ya la vida. Lo primero que hará al salir de Cheste es conseguirse un teléfono para avisar a su madre de que está bien. «Me gustaría salir de aquí, trabajar, ganarme la vida». Todavía tendrá que esperar un poco.