Pablo Alcaraz
Valencia
Viernes, 9 de febrero 2024, 16:40
La Estación Espacial Internacional ha aterrizado esta mañana en el campus de la Universitat Politècnica de València. Los alumnos de cinco institutos valencianos han ... podido formularle una batería de preguntas a la astronauta de la NASA Loral O'Hara en una conexión con la estratosfera que desde el Campus de Vera han definido como «un hito». Conocer cómo fue su primera sensación al estar en gravedad cero, saber la rutina para mantener su forma física en el espacio o si orbitar alrededor del planeta ha cambiado en algo su manera de ver la vida han sido algunas de las inquietudes que la ingeniera estadounidense ha resuelto en un breve intervalo de diez minutos que debía durar la llamada.
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El encuentro telemático estaba programado para las 9:12 de esta mañana y debía acabar a las 9:22. Ni un minuto más ni un minuto menos. El lugar escogido para el acto ha sido el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación del Campus de Vera. Con exquisita puntualidad británica, los encargados de poner en marcha el transistor han empezado a toquetear palanquitas y botones. Funcionaba. Todo estaba listo: la antena estaba levantada y preparada levantada para sintonizar la frecuencia que conectaría Valencia con el espacio exterior. Se escuchaban señales, pero aún así se han tenido que hacer la friolera de siete intentos para lograr la tan ansiada conexión. Una sala abarrotada de alumnos, profesores, curiosos y periodistas cruzaba los dedos y contenía la respiración cada vez que el interlocutor repetía la frase clave en inglés acabada con la palabra 'cambio' como en las comunicaciones con 'walkie-talkies'.
La cosa se ponía un poco más tensa tras cada intento fallido y ya corría alguna gota de sudor por la frente de algunos asistentes. La tensión se podía cortar con un cuchillo e incluso había rictus serios que presagiaban lo peor. Pero al final hubo final feliz y es que como bien dicen, las cosas de palacio van despacio; y qué no decir de aquellas que están a cientos de kilómetros de la Tierra. Así pues, al octavo intento, el «me recibes» obtuvo la anhelada respuesta: «Alto y claro». Loral O'Hora ha podido saludar a los presentes y mostrarse «muy excitada» por responder las preguntas de los veinte jóvenes valencianos seleccionados para la ocasión. Todo un privilegio.
Las preguntas se sucedían con rapidez y las respuestas eran inteligibles pese a ser en inglés y la incordia que generaban las propias interferencias. Las reflexiones de los adolescentes estaban orientadas a exprimir al máximo una oportunidad única, algo que sólo se vive una vez en la vida, y querían empaparse de todo lo que les contase O'Hara.
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«¿Ha cambiado tu perspectiva de la vida desde que estás en la Estación Espacial Internacional? ¿Te gustaría hacer nuevos descubrimientos científicos? ¿Cómo te comunicas con sus seres queridos? ¿Cómo mantienes tu forma física? ¿Cómo fue su primera experiencia con gravedad cero?». La astronauta estadounidense iba respondiendo por partes: le gustaría hacer nuevos descubrimientos que fueran beneficiosos para el bien común, hace pesas, ciclismo y running para estar fuerte o se comunica con sus seres queridos en la faz de la Tierra mediante videochats.
David Sasera, Andrea Salinas y Maya Sellés son alumnos de cuarto de la ESO en el IES La Patacona de Alboraya. Los dos primeros han sido de los pocos afortunados que han podido hacer su pregunta a la astronauta en la previa del 'apagón', es decir, justo antes de que se perdiera la señal. Algo que entraba en el abanico de posibilidades derivadas de conectar con alguien en la estratosfera. Por mucha tecnología y muy buena que sea esta, el éxito no estaba para nada garantizado ya que infinidad de factores podían hacer caer el castillo de naipes que tantas ilusiones y buenas expectativas había generado. David declara haber estado algo nervioso al principio, consciente de que ha sido protagonista de una cosa «que no se hace todos los días». Por su parte, Maya subraya que, aunque en un futuro quiere orientar sus estudios hacia el Arte, esta «era una oportunidad única que no se podía dejar pasar porque no se iba a volver a repetir».
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Beatriz Ramírez es la profesora de los tres adolescentes que han cursado una asignatura optativa ofertada en el último ciclo de la enseñanza obligatoria. Su centro participa en el proyecto universitario 'Nanosatélites' desde hace años. «Todas estas actividades que nos propone la UPV son herramientas que nosotros evaluamos como trabajos de clase», confiesa la docente que asegura haberlo tenido muy complicado a para elegir las preguntas que iban a hacer sus alumnos en la cuota de tres preguntas que tenían reservadas.
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