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Llegada del tren de la Línea C-2 de Cercanías a la Estación del Norte en Valencia, ayer, procedente de Xátiva. LP

El hacinamiento sigue en Cercanías

Los usuarios se quejan de nuevo de las aglomeraciones en hora punta | Los trenes con mayor afluencia son las líneas de Gandía, Castellón o Xátiva pese a que Renfe asegura que se cumple el aforo marcado por norma

M. GUADALAJARA

Viernes, 7 de mayo 2021, 00:37

Minutos antes de las ocho de la mañana, en el tren que entraba a la ciudad con origen en Gandía los pasajeros iban «apretados», esa fue la palabra que usó Javier, quien llegó pronto a Valencia para una reunión de trabajo. «La mayoría de días ... va lleno, vamos apretados, pero no es que sea peor que el metro o el bus, pero vaya, igual de indignante», comenta con prisas que alguna vez ha escrito a la propia empresa pública quejándose. «Lo del servicio de Cercanías es un caos, cuando no se estropea, llegan con retraso y ahora con la pandemia, la cosa está igual pero la gente está ya acostumbrada», añade.

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Al llegar al andén de la Estación del Norte, el tren abre sus puertas y los pasajeros salen casi como una avalancha y al llegar las puertas de salida, se forman colas y se mezclan los que salen con los que entran. «Esto es a días, hoy iba lleno, otros no está mal, pero aún así suele haber bastante gente sobre todo en hora punta, y se nota que se llena en nada, la verdad que una hora de trayecto así, y ahora con el coronavirus es un poco agobiante», comentó Sandra, estudiante de la universidad en prácticas que habitualmente no coge este tren. «Vengo de Silla, normalmente cojo el siguiente, pero tengo que adelantar faena, aún así hay poca diferencia, son los que suelen ir más llenos normalmente», dijo.

Las quejas de los usuarios del servicio de Cercanías en Valencia no han dejado de sucederse por este asunto desde el inicio de la pandemia. Algo que también ocurre en el transporte público de la ciudad, tanto en Metrovalencia como en algunas líneas de la EMT. Sin embargo, desde Renfe no hacen más que reiterar su cumplimiento de la norma marcada por el propio Ministerio, con lo que ellos consideran, que los servicios se cumplen con normalidad y sin ningún tipo de peligro para los usuarios. Pero las protestas de los viajeros son continuadas. Lo confirman los propios vigilantes de seguridad.

«La mayoría de días está lleno, vamos apretados pero no es que sea esto peor que el metro o el autobús»

«Los vigilantes adscritos al servicio de Cercanías denuncian que han vivido desde el inicio de la pandemia, y de preimera mano, las aglomeraciones y como se incrementan los fines de semana, lo que está haciendo imposible en muchas ocasiones desarrollar su labor, incluso no poder desplazarse entre vagones y tener complicaciones serias para llegar ante cualquier incidencia», confirma Alberto González, delegado del sindicato CSIF en Seguridad de Renfe en Valencia, que además añade que hay una falta de plantilla.

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Fuentes de la empresa reiteraron que «no se incumple nada y no hay ningún problema». Según sus datos, la afluencia de pasajeros se ha reducido debido a la pandemia, aunque en estos últimos meses se recuperó cierta normalidad. Pero aún así, hay un 35% menos de usuarios que antes del coronavirus, en 2019. «Pero los trenes son los mismos», aseguraron las mismas fuentes, que también argumentan que cumplen con la norma ministerial sobre el transporte que se aprobó debido a la pandemia. Así, los trenes habrían reducido su aforo casi a la mitad. «Los que tendrían capacidad para casi 600 ahora no pueden superar los 280 mientras que en los que podían viajar 700 ahora no pueden entrar más de 330», explicaron. Renfe insistió en que a día de hoy los trenes no superan los 230 o 240 pasajeros, sin llegar al máximo.

Pasadas las ocho los que llegan a la ciudad siguen bajando repletos, como relata Sergio, que viene desde Catarroja. «¿Qué si va lleno?», dijo quitándose un auricular inalámbrico y sonriendo. «Es bastante insoportable algunas mañanas, otras por lo que sea se va mejor». Para él se debería de implementar el servicio a, pero aún así cree que «la gente se sube por el horario, así que, quien tenga que coger el de menos cinco, lo va a seguir haciendo porque es el que al final le deja en la ciudad a la hora que quiere, nadie va a coger un tren antes de lo que le convenga o después».

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Otro usuario de la misma línea, la C-2 que cubre el trayecto Xátiva-Valencia, aseguró haber oido a los conductores quejándose. Y reprodujo sus palabras: «Esto es una vergüenza, pero tenemos que subirlos igual al tren, no les podemos dejar en la estación». Julio coge a diario el tren en Alzira y comentó que «ya el tren estaba lleno en ese momento» en el que subió, y en los todos los vagones con lo que añadió que «desde la parada de Algemesí y las siguientes se llenó aún más».

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