Urgente Un incendio en un bingo desata la alarma en el centro de Valencia y deja 18 atendidos por humo
Carmen Blesa, vecina de Valencia, conserva la ilusión de su celebración de Navidad pese al coronavirus. Damián Torres

«No me hago antígenos porque estoy vacunada con tres dosis»

Las familias, obligadas a modificar sus reuniones y reducir los comensales

BELÉN HERNÁNDEZZ

Martes, 21 de diciembre 2021, 00:06

La suerte le sonríe a Carmen Blesa, de su misma edad, que sí que estará acompañada en Nochebuena. «Este año va a ser muy especial porque cenaremos en mi casa. Vendrán ocho personas», relata con ilusión. La esperanza, en su caso, es capaz de vencer ... al miedo al contagio. Motivada por la seguridad que le aporta estar vacunadas. «Ya he recibido las tres dosis de la vacuna así que mi doctora me ha dicho que no hace falta que me haga la prueba de antígenos para celebrar las fiestas», afirma Blesa, mientras muestra sonriente su cartilla de vacunación que guarda al alcance de su mano. No obstante, «el resto de personas que acudirán sí que se harán el test antes de venir, aunque miembros de mi familia ya han pasado la enfermedad».

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«Vamos a tomar las medidas de seguridad, ventilando la casa y usando la mascarilla. Mantendremos el criterio del año pasado»

Palmira Muñoz y Santi Pérez | 60 y 61 años

La «nueva normalidad» ya no lo es tanto. La situación del momento actual recuerda a los valencianos a la que ya vivieron el año pasado. Esto implica que algunos sigan las pautas que ya cumplieron con anterioridad. Un pretexto que combate la incertidumbre. En el corazón de la ciudad de Valencia, Palmira Muñoz, de 60 años, tiene muy claras las medidas de seguridad que tomarán en su círculo: «Lo más importante es la ventilación de la casa y el uso de la mascarilla. Hemos mantenido el mismo criterio que el año pasado». Recuerda que «ya partíamos del contexto de una pandemia aunque la sexta ola haya acrecentado los casos». En su caso, la celebración será reducida, juntándose solo siete personas en Nochebuena. Junto a ella, Santiago Pérez, de 61 años, añade que el hecho de que todos los integrantes de la familia estén vacunados les aporta una gran sensación de seguridad. «Además, la movilidad en nuestro entorno es muy reducida, por lo que en principio no nos haremos test de antígenos para ir a cenar», confirma. Una información que matiza: «sí que recurriríamos a estas pruebas en el caso de que alguno presentara síntomas».

«Al principio íbamos a comer en un restaurante en Navidad cuarenta y cuatro personas y ahora quedamos veintinueve apuntados»

Tania Prats y Luis lattanzi | 42 y 43 años

Hay quien se ha acostumbrado tanto a la pandemia que no permite que interfiera en su vida rutinaria. Es el caso de Jesús Caro, de 63 años, que pasea por la Calle de la Sangre con tranquilidad. Caro confiesa que el aumento del índice de contagios no ha cambiado sus planes navideños. «Nos juntaremos toda la familia, que somos más o menos doce personas y no nos vamos a hacer ninguna prueba». Desde su punto de vista, no limitarán el aforo dado que «en ningún lado está comprobado que el hecho de que se reúnan seis, siete, ocho o diez personas sea más susceptibles de contagio». Impidiendo que el Covid le condicione, expresa de manera rotunda: «Yo voy a hacer que la vida siga normal. Somos una familia de gente muy valiente. Las políticas del miedo no me gustan por definición».

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