El hospital de campaña, aún por acondicionar ante la máxima presión

«Aquellos centros de los que dependen los hospitales de campaña deben preparar la infraestructura necesaria para ser operativos en el menor tiempo posible, en caso de necesidad». Así consta en la batería de medidas organizativas de asistencia sanitaria remitida ayer por la Conselleria de Sanidad a los departamentos de salud para tratar de atajar la pandemia y ante la saturación que sufren el resto de recintos sanitarios de la Comunitat en el que, probablemente, sea el peor momento de toda la pandemia. De hecho, al menos en el hospital provisional ubicado junto a La Fe de Valencia, ya se están llevando a cabo tareas de limpieza y traslado de material ante una previsible derivación de pacientes si continúan incrementándose los ingresos. Además, desde Sanidad aseguraban a LAS PROVINCIAS el martes que estas instalaciones «podrán acoger a pacientes en cuanto sea necesario».

Sin embargo, sanitarios y sindicatos como CSIF creen que el retraso en la puesta en marcha de estos recursos, que han requerido una inversión del Consell de unos ocho millones de euros, está relacionada con las distintas deficiencias que presentan y con la falta de personal sanitario. Así, buena parte del resto de hospitales han tenido que habilitar espacios como gimnasios o salas de rehabilitación para incrementar su número de camas; medidas que resultan más prácticas «por proximidad y eficiencia de los recursos personales», según Sanidad, por lo que se evita tener que desplazar personal de los hospitales a las instalaciones provisionales.

Sin embargo, la explosión de contagios acelerará todavía más el aumento de enfermos que requieren hospitalización y, ante la saturación del resto de centros, será inevitable que se utilicen para lo que fueron concebidos –albergar pacientes–, frente a las actividades que acogen en la actualidad, como la realización de pruebas PCR o de estudios de seroprevalencia, mantener en cuarentena a inmigrantes que acaban de llegar a la Comunitat (en el caso de Alicante) o actuar como sala de espera de su hospital de referencia (en el caso de Castellón).

Pero pese a ello, como lamenta Fernando García, presidente provincial de Sanidad del sindicato CSIF en Valencia, «estas infraestructuras no están acondicionadas. Para montar un hospital hace falta muchísimo más. Los ingenieros han estado viéndolo y para ser un hospital como corresponde hay que invertir muchísimo dinero. Pese a la inversión que se ha hecho no se utiliza porque no cumple con las mínimas exigencias de atención a pacientes hospitalizados».

Entre otros, el hospital de campaña de La Fe sufre problemas con la climatización – «es un horno en verano y una nevera en invierno», como resume Rosa Atiénzar, secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO-PV–, y también ha padecido episodios de goteras, que afectaron a la instalación eléctrica, o atascos en los desagües, que dejaron inutilizados los baños momentáneamente e hizo necesarias obras adicionales. «Ha sido un parche detrás de otro y está costando un pastón. La conselleria debería dar explicaciones y, en lugar de eso, mueven pacientes de unos lugares a otros. No están preparados para una situación excepcional como esta», insiste García.

Atiénzar, por su parte, agrega que «son prefabricados, por lo que climatizarlos no es fácil» y «no están preparados para meter a pacientes que necesiten respirador», por lo que «mejor si no se tienen que utilizar«. »Si puedes ubicar a los pacientes en otras infraestructuras, mejor«.

En esta línea, el secretario general del Sindicato Médico CESM-CV, Víctor Pedrera, señala que «no los utilizan porque no quieren, porque en teoría se hicieron para este tipo de menesteres. Deben pensar que no reúnen las condiciones óptimas para su utilización por la climatología. Son instalaciones provisionales endebles y en una época como la actual es difícil garantizar una buena climatización o que el viento no entre por las rendijas que pueda haber».

Y para muestra un botón. Las intensas lluvias de principios de noviembre provocaron que el recinto se llenara de charcos y goteras, el agua mojó cuadros eléctricos y enchufes, con el consiguiente riesgo, y dejó inutilizados ordenadores momentáneamente, según describieron fuentes sanitarias a LAS PROVINCIAS. Las precipitaciones también causaron goteras en los baños, agravaron los problemas que arrastra la red de saneamiento y desagües del recinto y hasta mojaron algunas de las camas.

El secretario de Acción Sindical del Sindicato de Enfermería Satse en la Comunitat, Carlos Buchó, por su parte, urgió ayer a la conselleria para que abra los hospitales de campaña y los hoteles medicalizados para acoger a pacientes Covid. Buchó da un paso más y apunta que el retraso tiene que ver con la campaña para salvar la Navidad. «Es muy raro que abras un hospital de campaña porque no tienes camas con las laxas medidas navideñas implantadas y después de celebrar una cabalgata. Están dejando que pase el tiempo para no relacionarlo con la Navidad y porque tienen que quitar personal de otros sitios, y a ver cómo lo cubres con la falta de profesionales actual. Es una decisión que están dilatando«.