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Extinción del incendio de Azuébar en la madrugada de ayer.

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Extinción del incendio de Azuébar en la madrugada de ayer. @gva112

El incendio de Azuébar afecta a la Sierra de Espadán tras arrasar más de 400 hectáreas

Los bomberos y la Unidad Militar de Emergencias logran controlar el avance de las llamas tras una noche de tensión

Javier Martínez

Valencia

Domingo, 15 de agosto 2021

El incendio forestal provocado por la caída de un rayo en un paraje de Azuébar obligó a desalojar a los vecinos del pueblo, arrasó más de 400 hectáreas de monte en tres municipios y afectó a la Sierra de Espadán, uno de los pulmones verdes de la provincia de Castellón.

La rápida respuesta del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat y la Diputación de Castellón, que enviaron varias dotaciones de bomberos y cuatro aviones poco después de que cayera el rayo sobre un alcornoque, consiguió lentificar el avance del fuego en los dos flancos del incendio.

Sin embargo, la situación empeoró en la madrugada del domingo tras retirarse los medios aéreos. Los bomberos no podían acceder a la zona que estaba ardiendo al no haber cerca caminos para circular con los vehículos autobombas, lo que dificultó, junto con las rachas del viento, las labores de extinción.

Tras la caída del rayo durante una tormenta eléctrica, el alcornoque ardió y las llamas se propagaron por la noche hacia los términos de Almedíjar y Soneja, por lo que la mayor parte de los esfuerzos de los medios antiincendios se centraron en detener el frente de fuego que avanzaba hacia el noroeste.

El fuego destruyó una casa de campo en Soneja y obligó a desalojar a una mujer y su hija de tres años de una parcela

Los bomberos y brigadistas se afanaron para intentar evitar que el incendio afectara al parque natural de la Sierra de Espadán, ya que la masa combustible habría empeorado mucho la situación, y estuvieron a punto de lograrlo. Sin embargo, las rachas de viento y las condiciones climatológicas avivaron las llamas de noche en algunos puntos, aunque sólo se quemó una pequeña parte de esta zona protegida.

La evolución del incendio obligó a movilizar hasta 12 medios aéreos, cinco de ellos de la Generalitat (tres aviones y dos helicópteros), cinco más del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y dos helicópteros del Ejército. También acudió la Unidad Militar de Emergencias (UME), que envió 19 vehículos y 53 militares para ayudar en las tareas de extinción.

Con las primeras luces del día, los aviones y helicópteros se unieron otra vez a los medios terrestres en la batalla contra el fuego. La lucha contra las llamas fue larga y dura. Mientras los bomberos trataban de controlar el incendio de madrugada, los vecinos de Azuébar vivían momentos de gran preocupación y angustia por la cercanía del fuego. Muchos de ellos formaron corrillos en la entrada del pueblo para hablar y contemplar juntos el resplandor de la llamas en el monte más cercano.

Un helicóptero descarga agua sobre las llamas en Soneja. IVÁN ARLANDIS

Un hospital de campaña

Como consecuencia de la batalla contra el fuego, tres militares de la UME, dos bomberos forestales y dos brigadistas fueron atendidos por los servicios médicos debido a golpes de calor durante las labores de extinción. Los efectivos de los servicios de emergencia montaron un hospital de campaña en pocos minutos para dar una respuesta sanitaria más rápida.

En el término de Soneja, el fuego destruyó una caseta de aperos de labranza. Además, la Guardia Civil y los bomberos desalojaron algunas viviendas debido a la cercanía de las llamas, como la casa de madera de una pareja que vive con su hija de tres años en una parcela rodeada de campos de cultivo.

En palabras del secretario autonómico de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, el fuego estaba «perimetrado en vías de extinción» a última hora del domingo. La ola de calor y el incendio, que se inició sobre las siete y media de la tarde del sábado, obligó al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat a establecer la situación 2 del Plan Especial frente al Riesgo de Incendios Forestales. Este nivel de prevención y vigilancia se activa cuando uno o varios fuegos, por su evolución previsible, pueden afectar gravemente a población y bienes de naturaleza no forestal.

Vídeo. Así ha sido el incendio.

Una vez que el incendio estaba perimetrado, los vecinos de Azúebar comenzaron a regresar a sus casas después de pasar la noche en vilo. Eran las siete y media de la tarde del domingo cuando les informaron que la situación había mejorado. El puesto de mando avanzado, donde se coordinan las actuaciones de los diferentes servicios de emergencias durante el incendio, se instaló en la piscina municipal de Azuébar.

A última hora de la tarde de ayer, varios rayos provocaron otros tres incendios forestales en Alcora, Albocàsser y Caudiel, y otro fuego movilizó a los bomberos en Aras de los Olmos, según informaron fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias.

El fuego en los montes de Bicorp, controlado pero no extinguido

El incendio forestal declarado el pasado sábado sobre las 17.30 horas en Bicorp se encontraba ayer estabilizado, según afirmaron desde el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, pero no extinguido. El Consorcio dirigió un dispositivo de extinción con tres dotaciones de bomberos del Consorcio, tres unidades de bomberos GVA-Sgise, 11 brigadas de la Diputación, 10 medios aéreos y diferentes mandos. Se dio por controlado cerca de las 21 horas después de que los medios aéreos, especial mención a los Air Tractor, flanquearan la parte opuesta a la llamada columna que estaba desplomándose por el efecto de la tormenta. La actuación de los medios aéreos, junto a los trabajos realizados en tierra, motivó que la evolución del incendio resultara favorable y se controlara.

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