Los informáticos de la Politècnica de València vuelven a sus puestos tras tres semanas de huelga

El personal informático de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) ha puesto fin a la huelga indefinida iniciada el pasado 30 de enero tras alcanzar un acuerdo con la institución que sienta las bases para poder mejorar la organización del servicio así como las retribuciones, que han sido las dos principales reivindicaciones del colectivo.

Se pone así el punto y seguido a un conflicto que se ha prolongado tres semanas y que deja centenares de incidencias sin poder atenderse, clases suspendidas y webs caídas, sin bien en ningún momento se ha llegado a comprometer el funcionamiento de la institución. Por no hablar de lo gravoso que ha sido para los huelguistas, que casi han perdido una nómina completa.

«Ambas partes se reconocen mutuamente el buen espíritu para alcanzar un acuerdo de resolución del conflicto, y el estricto y ejemplar comportamiento en la legítima defensa de sus intereses», reza el comunicado difundido este lunes desde el vicerrectorado de Comunicación e Internacionalización.

Los trabajadores y el equipo de dirección han coincidido en destacar la importancia de disponer de un marco de relaciones laborales estable «que sea percibido como justo y adecuado por todos los actores de la universidad». De ahí que se haya acordado constituir un grupo paritario de trabajo «para llevar a cabo el estudio sobre la eficiencia de la organización del colectivo de personal informático como parte de un proceso global de racionalización de la relación de puestos de trabajo (RPT) del personal de administración y servicios». Es decir, se estudiará, a nivel organizativo, las necesidades de todo el PAS de la institución.

En este sentido, la administración universitaria «se compromete a identificar disfunciones organizativas y retributivas y a proponer medidas correctoras», siempre supeditadas a la aprobación por la Generalitat Valenciana del nuevo Plan Plurianual de Financiación «y a la identificación de las disponibilidades presupuestarias necesarias», una máxima que siempre ha puesto encima de la mesa la UPV, en el sentido de que sin mejora y concreción de los fondos autonómicos no podía comprometerse a aplicar mejoras salariales.

«Las partes están de acuerdo en que el compromiso máximo del grupo de trabajo paritario conformado está en garantizar la viabilidad futura y el equilibrio presupuestario de la UPV», termina el comunicado.

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