La 'Inglaterra valenciana' se resigna

«Ahora habrá que resignarse». Este es uno de los sentimientos que sobre vuela hoy sobre los cerca de 80.000 británicos residentes en la Comunitat Valenciana. Desde la pasada media noche se confirmaron sus «peores presagios», ha llegado el desenlace del 'brexit' tras tres largos años desde que se iniciase el proceso con un referéndum. El primer ministro Boris Johnson ha conseguido sacar a Reino Unido de la Unión Europea, una decisión que ha dividido a sus compatriotas, tanto allá en las islas, como aquí en el territorio español.

«Ahora vienen tiempos duros, pero está hecho y no hay vuelta atrás», apuntó ayer David Bronett, vecino de la urbanización Monte Pego, en la Marina Alta y residente en España desde hace 20 años. A su parecer el 'brexit' «será es una muy mala decisión porque dejamos de pertenecer a un grupo fuerte como es la Unión Europea para ir solos ante todo el mundo». Afirma, además que la peor parte de esta ruptura se la llevarán los ingleses que viven fuera de las islas: «ahora todo van a ser problemas para nosotros, porque hay muchos puntos que todavía no están claros. Dependiendo de las negociaciones que empiezan desde hoy hasta diciembre, puede que nuestra situación mejore o empeore».

Aunque los presagios no son muy positivos, tanto Bronett como muchos de sus compatriotas creen que 11 meses no serán suficientes para establecer nuevas condiciones de las relaciones comerciales, financieras, jurídicas y de movimiento de personas entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Para su compatriota Janet Cokayne, el 'brexit' tampoco ha sido una buena decisión del gobierno británico encabezado por Johnson.

Al igual que Bronett, esta londinense que lleva viviendo desde hace varias décadas en la región francesa de Lemosín y veraneando en Dénia, en la Marina Alta, cree que los próximos meses serán cruciales para el devenir de su país y, consecuentemente, para ellos.

Pese a no estar de acuerdo y asegurar que el proceso llevado a cabo por el gobierno británico ha sido «nefasto», Cokayne afirma que habrá que asumir la nueva situación y «esperar que las negociaciones entre Inglaterra y la Unión Europea sean lo más beneficiosas para ambas partes». Asegura que en Francia, tanto el Estado como el pueblo francés entienden la difícil tesitura en la que se encuentran, «pero todavía no sabemos como nos afectará el proceso. A partir de mañana nuestra identificación como residentes no es válida, habrá que iniciar gestiones para volver a solicitarla, veremos como discurre todo», comenta.

A este respecto, asegura que en Francia, «tenemos las cosas un poco más claras que en otros puntos de Europa, en los últimos meses que la que ha dado el Reino Unido».

De hecho cree que el principal problema de la mayoría de británicos residentes en otros países es la falta de información, «la incertidumbre que tiene la gente sobre temas tan importantes como qué va a pasar con las pensiones, con los seguros médicos, con la economía, con sus derechos a la hora de votar y tomar decisiones en el país que residen».

Aseguran, tanto Bronnet como Cokayne, que el gobierno británico «ha engañado en muchas ocasiones, y ha omitido mucha información, ahora todo es un mar de duras».

Una postura que no comparten Gill y Peter, una pareja jubilada de Londres que pasa largas temporadas en la capital de la Marina Alta. A su parecer, «la información siempre ha sido clara y ha estado a la disposición de todos los ingleses. Lo malo es que muchos no han querido preocuparse por enterarse cómo va a funcionar todo ahora».

Gill y Peter, vendieron hace unos años su vivienda en Dénia y desde entonces alquilan un apartamento cerca del mar, donde viven casi medio año, «los meses de invierno aquí son más llevaderos».

Aseguran tener «gran estima por esta tierra, hemos pasado aquí años muy felices», pero matizan que son ingleses y que los intereses de nuestro país, siempre serán los nuestros».

En cuanto a las dudas sobre la asistencia sanitaria, la pareja asegura que nunca ha sido un problema, «si los gobiernos se ponen de acuerdo, todo seguirá como hasta ahora. Si no, habrá que buscar una alternativa privada, de hecho, hace poco que me han operado de la cadera y la rehabilitación la estoy haciendo con un especialista privado», explicó Gill.

A la resignación y la incertidumbre hay que sumar un tercer sentimiento, que se ha apoderado de muchos de los británicos que fijaron su residencia en la Comunitat. Están enfadados porque creen que el proceso no ha contado «en ningún momento con la gente que vive fuera de Reino Unido, nos han dejado abandonados».

Para David Bronett, Reino Unido «no solo perderá a nivel económico, también lo hará con la fuga de profesionales». Bronnet recuerda que en las islas británicas «hay muchas personas, por ejemplo en el sector médico que están haciendo un gran trabajo. Puede que muchos de ellos se vean obligados a abandonar el país, con lo que se perderá un gran potencial en la sanidad, aunque le vendrá muy bien a la española, que ya de por si, es mucho mejor que la inglesa».

El turismo también se verá afectado. Según datos de la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur), 2,730 millones de turistas británicos visitaron la Comunitat Valenciana en los once primeros meses de 2019. Los residentes en la zona lo saben, «hay mucha gente que vive aquí y recibe la visita de sus familiares o amigos, que comprarán en las tiendas, supermercados, etc. Pero si todo se complica, se lo pensarán dos veces antes de venir, estoy seguro que la economía se va a resentir mucho con la bajada de turistas».

Kevin Cokayne vive desde hace años en la región centro de Francia, aunque siempre ha estado en contacto con su país «tanto por las visitas que realizo para ver a mis familiares, como cuando trabajaba». Retirado desde hace unos años, este británico asegura que el 'brexit' «es lo peor que me ha pasado nunca desde que nací en 1943». Recuerda que tanto él como familiares y amigos vivieron «con mucha intensidad y emoción, nuestra adhesión a la Unión Europea (UE) en los años 70, porque suponía ir de la mano, conseguir mejoras para todos los estados, ahora estamos muy decepcionados».

En su opinión, el gobierno que encabeza Boris Johnson «no ha medido las consecuencias que va a tener la salida de la Unión Europea y en poco tiempo se darán cuenta del grave error en el que han metido a todo el país». Cokayne augura «una grave crisis económica para Reino Unido, no es lo mismo salir a negociar por el mundo sin el paraguas de la UE». Le preocupa además la situación en la quedan miles de ingleses que viven fuera de las islas, «no hay seguridad en nada, no sabemos que pasará con nuestras pensiones; no sabemos si podremos o no ir al médico con todas las comodidades que hemos tenido hasta ahora; no sabemos si podremos elegir nuestro futuro».

Aun así, asegura que no se moverá de su residencia en Francia, «esperamos que entiendan nuestra situación y tenga algo más de sentido común que el primer ministro británico».

«Ni el señor Johnson ni nadie de su gobierno ha sabido ni querido explicar con claridad qué va a pasar a partir de ahora. No lo han hecho porque ni ellos mismos lo saben». Así de contundente se mostró ayer Michael Jessop, sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Residente en Dénia desde hace tan solo seis meses, aseguró que muchos de sus amistades en la zona, él también se incluye, «desconocemos las consecuencias que supondrá esta fuga de la UE». A su parecer, lo peor está por llegar, «con el talante que tiene el primer ministro y su equipo de gobierno, las negociaciones serán muy duras a lo largo de esta año, por lo que las condiciones en las que quedará el país en 2021 serán las peores, hay que estar preparados». Jessop, europeista reconocido, debatía ayer junto a dos amigos en una terraza de la capital de la Marina Alta, donde son asiduos los residentes británicos y también del resto de Europa.

Tildó de «irresponsables» a los que decidieron dar su apoyo al 'brexit', aunque reconoce que «desde un principio, los gobernantes armaron bien la propuesta para hacerla muy atractiva y vendérsela a todos los ciudadanos. Muchos se dejaron convencer y ahora se arrepienten porque ven con inseguridad el futuro. Ahora que había decidido venir aquí, no se si será por mucho tiempo», bromeo.