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El cielo se abrió sobre Benicàssim. Una enorme tormenta descargó en poco menos de dos horas el 30% de la precipitación total de esta localidad de la Plana Alta. Hasta 155 litros por metro cuadrado inundaron bajos y garajes, inmovilizaron decenas de coches en la vía pública, sobre todo en los alredededores de la calle Sigalero y obligaron a los bomberos del Consorcio Provincial de Bomberos a intervenir en decenas de servicios, incluidos más de 40 achiques por toda la ciudad, así como cuatro rescates de personas que se habían quedado atrapadas. El Centro de Emergencias de la Generalitat tramitó 168 llamadas y un total de 105 incidentes relacionados con el episodio de lluvias. Además, se cortó la N-340 a la altura de Castelló de la Plana, desde el kilómetro 982 al 990.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Benicàssim coordinó un dispositivo especial junto a Policía Local, Consorcio Provincial de Bomberos, Brigada de Obras y operarios de limpieza. Decenas de efectivos, hasta 60 bomberos entre ellos, trabajaron durante horas para intentar mejorar la situación sobre todo en el sur de la ciudad, en el entorno de Heliópolis, donde algunos vecinos criticaron la falta de servicios públicos a partir del mediodía, cuando dejó de llover. «Desde el primer momento se han activado todos los dispositivos y se han coordinado los trabajos priorizando las actuaciones, para evitar incidentes y auxiliar a los vecinos que lo han necesitado», explicó sin embargo la alcaldesa del municipio, Susana Marqués.
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Hoy había entornos favorables para la convección en un área marítima extensa próxima a las provincias de Castellón, Valencia y norte de Alicante, penetrando en tierra unos pocos kilómetros, pero las tormentas en tierra sólo han afectado de forma significativa a Benicàssim. pic.twitter.com/UpZgBY1g4M
AEMET_C. Valenciana (@AEMET_CValencia) August 29, 2021
La lluvia registrada anegó varios garajes y sótanos y hubo que rescatar vehículos. El cierre de algunos viales y de los barrancos como el de Farja que registró una crecida notable fueron otras de las actuaciones realizadas durante la mañana. «A pesar de la intensidad de las precipitaciones registradas, por fortuna no se han producido daños personales. Lamentablemente, sí se han producido cuantiosos daños materiales en garajes y vehículos y serán en los próximos días cuando podamos hacer un balance más aproximado de los daños», dijo la alcaldesa Marqués.
Alrededor de las 14 horas ya se habían restablecido todas las vías urbanas de tráfico y el Consorcio Provincial de Bomberos y servicios de limpieza continuaron con las labores de achique en las viviendas afectadas, así como la limpieza de calles. El dispositivo contó con siete dotaciones de bomberos, cinco unidades de bomberos forestales, una Unidad de Maquinaria Logística (UML) con dispositivo de grandes achiques, y tres unidades de mando.
La primer edil añadió que el Consistorio trabajó «para restablecer servicios y hasta que se levante la alerta meteorológica lo más importante es actuar con prudencia y que la población evite los desplazamientos al máximo posible para facilitar el acceso a las zonas dañadas, tanto de equipos de emergencia como brigadas de limpieza».
¿Falló algo en Benicàssim? La alcaldesa cree que no. «Los imbornales han tragado bien. El problema es que ha habido mucho arrastre desde el barranco de pinocha y ramas que han taponado el alcantarillado», aseguró la primera edil, que confirmó que van a pedir la declaración de zona catastrófica. «Hay muchos daños que no podemos evaluar aún. Ahora tenemos que concentrarnos en limpiar y esta semana la pediremos», indicó la edil, que quiso agradecer la labor a los servicios de emergencia que trabajaron en la ciudad tras la tromba de agua.
Lo que ocurrió ayer en la Plana Alta fue algo que sucede con frecuencia a finales de verano. Según la Agencia Estatal de Meteorología, la convección marítima puede o no descargar ni una gota de lluvia o hacerlo de forma torrencial, que es lo que ayer pasó en Benicàssim.
Al cierre de esta edición, cuatro tormentas descargaban en el interior de las tres provincias, propiciadas por el mismo fenómeno meteorológico que anegó Benicàssim. Preocupaba especialmente una en Vilafranca del Cid, donde según la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet), se contabilizaron 105,8 litros en poco más de una hora. También llovió en el interior de Valencia, donde las tormentas descargaron sobre todo en Agrés. En Alicante, por su parte, los núcleos de inestabilidad se concentraron en El Comptat y el Vinalopó Mitjà, aunque las cantidades no superaron los 25 litros. Castellón permanecerá hoy en alerta naranja por tormentas y granizo, mientras que el litoral norte y el interior norte de Valencia estarán en alerta amarilla por precipitaciones de hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora.
Las tormentas también provocaron dos incendios por rayo en Valencia, uno de ellos en Alcublas, y se declaró otro incendio de vegetación en la localidad de El Pinoso, en Alicante.
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