Las inversiones del Gobierno en obras hídricas cae un 98% en la Comunitat

El déficit hídrico de la Comunitat Valenciana sigue sin solventarse con las implicaciones ambientales, económicas y sociales que conlleva. Las promesas de inversiones se han sucedido con los años, pero muchas de ellas continúan sin materializarse.

Un sólo dato sirve para dejar claro que solucionar la situación no se encuentra entre las prioridades de la administración central. Las inversiones del Gobierno en obras hídricas en la Comunitat en la última década han caído un 98,1% al pasar de los 4,8 millones anuales en 2009 a los 87.945 euros de 2018.

Así lo revela un informe de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana que destaca que en los últimos doce años la caída en el gasto del Ministerio de Medio Ambiente (ahora de Transición Ecológica y Reto Demográfico) ha sido del 74,8% en la autonomía.

El documento también resalta que la Comunitat recibe un escaso 3,3% de la inversión de la administración central en España para obras del ciclo hídrico, que en 2019 fue de 12,7 millones.

Estos datos, según apunta el gerente de la Cámara, Manuel Miñés, evidencian el abandono y la falta de interés de las administraciones en solucionar el déficit hídrico que sufre la Comunitat.

Las inversiones pendientes afectan a obras para mejorar la captación de recursos, de regulación, de mejora de embalses, encauzamiento de barrancos para disminuir el riesgo de inundaciones, de intensificar la depuración o de reutilizar el agua, entre otros aspectos.

En este sentido, el informe destaca que hasta abril de este año, el Ministerio de Transición Ecológica sólo ha invertido 942.000 euros. En 2019 la suma total fue de 12,7 millones. De ellos 9,3 se destinaron a 26 obras ejecutadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Algunas de las actuaciones pendientes tienen una vertiente medioambiental muy destacada. Es el caso de los tanques de tormenta junto a la Pista de Silla y que llevan paralizados seis años. Cuando estén finalizados permitirán frenar la entrada de vertidos en el parque natural de la Albufera.

Miñés indicó que espera que la situación cambie y destacó como un buen síntoma la reciente licitación por 17,7 millones (más de lo que el Miteco invirtió en la Comunitat el año pasado) de la remodelación del embalse de María Cristina que por problemas técnicos no puede funcionar al máximo de su capacidad.

Pero el informe de la Cámara de Contratistas subraya que siguen pendientes numerosas actuaciones como el arreglo urgente de la presa de Arenós, que también pierde agua o las obras para la adecuación de la depuradora de Pinedo.

En concreto continúan sin ejecutar 14 actuaciones de conducciones que suponen un inversión de 434 millones. Tampoco se han puesto en marcha tres estaciones de bombeo con un coste de 53 millones ni nueve mejoras en depuradoras (183 millones).

Las obras para mejorar la reutilización de agua pendientes ascienden a 20,5 millones. Además, siguen pendientes más de una decena de actuaciones en racionalización de regadíos (327 millones) y la construcción de cuatro presas por un importe de 122 millones.

Ante esta situación Miñés consideró que la Generalitat y los políticos valencianos se deberían mostrar más reivindicativos ante el Gobierno central para que solucione la situación de agravio comparativo en la que se encuentra la Comunitat: «Exijamos a los representantes valencianos que velen por los intereses de esta tierra y que abandonen la sumisión partidista en la que se ven envueltos en muchas ocasiones».