

Secciones
Servicios
Destacamos
Un proyecto de investigadores valencianos ha conseguido una novedad mundial que supone un gran avance en la detección precoz del autismo en niños. Se trata ... de una prueba diagnóstica que se hace en una sala con realidad virtual y en la que se simulan situaciones reales, como un parque o un centro comercial, donde niños de entre 2 y 4 años interaccionan con los personajes virtuales, y sus movimientos permiten detectar mediante Inteligencia Artificial en un 92% de los casos si sufre este trastorno. El proyecto se presenta este sábado en Valencia, en el Congreso Internacional de actualización en trastornos del neurodesarrollo, organizado por el Instituto Valenciano de Neurología Pediátrica (INVANEP).
La investigación ha sido realizada por el laboratorio LENI de la Universitat Politècnica de València y la clínica Red Cenit. Mariano Alcañiz es el director de este laboratorio que ha llevado a cabo este novedoso proyecto. «Hacemos un diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA) con realidad virtual inmersiva. En las proyecciones que se ven en una sala, unos avatares interactúan con el niño, y se recogen las respuestas de cómo reacciona el pequeño a los estímulos», explica el experto.
Estas pruebas proporcionan mucha información diagnóstica al especialista de neuropediatría para determinar si el niño tiene autismo. «El proyecto consiste en utilizar la realidad virtual y biomarcadores digitales con los que poder hacer una herramienta que permite un diagnóstico más objetivo y preciso del autismo», añade. «Lo novedoso del proyecto es que utilizamos, a diferencia de lo que se había hecho hasta ahora, estímulos de realidad virtual inmersiva. El niño entra en una sala, se proyectan en todas las paredes estímulos de realidad virtual, que son réplicas de la vida real», asegura Alcañiz.
Los pequeños entran en la sala sin ningún tipo de gafas ni complemento externo y perciben que lo que están viendo de forma virtual es real. «Ellos ven lo que un niño se encontraría en la vida, un parque, un centro comercial, y eso nos permite recrear situaciones. El niño cuando está ahí tiene un elevado nivel de presencia en realidad virtual, psicológicamente está viviendo esa experiencia como real, cree que ese parque es real, en su cabeza está, no percibe que está en una sala con proyectores», explica el catedrático de la UPV.
Al recrear situaciones tan cotidianas que el niño ve como reales, hace que los resultados «son muy transferibles a la vida real. Es una prueba diagnóstica muy precisa, los resultados son extrapolables a la vida», asegura. Es un proyecto pionero a nivel internacional, al ser la primera prueba diagnóstica de biomarcadores digitales que utilizan estímulos de realidad virtual inmersiva.
El proyecto ha sido validado durante seis años de pruebas y ya está listo para lanzarse al mercado, con el que se pretende ser de gran ayuda en la detección precoz a este síndrome en todo el mundo. En una sola sesión la Inteligencia Artificial es capaz de medir varios marcadores a la vez, en función de cómo se comporte el niño. «Utilizamos varios biomarcadores y con ellos estoy midiendo los patrones de mirada, dónde está mirando el niño, el nivel de estrés que está teniendo con una pulsera que mide la actividad dermal, que aporta mucha información a nivel cerebral sobre si está teniendo ansiedad», detalla Alcañiz.
«Los niños con autismo tienen tendencia a no fijar la mirada en escenas socialmente relevantes. Con esta prueba puedes medir el movimiento corporal, qué está haciendo el niño, si agita las manos, si mueve la cabeza, eso da mucha información al neuropediatra. Y cómo es la interacción del niño con el estímulo. Por ejemplo tiene que jugar con pelotas virtuales y él mueve los brazos. Pues los patrones de interacción que tiene, cuál es su tiempo de reacción, todo eso da mucha información», añade el experto.
Esta prueba dura unos 15 minutos y basta una sola para diagnosticar, con ese 92% de acierto, si el niño tiene autismo. La máquina mide 200 parámetros por segundo. «Tener estas tecnologías permite hacer en pocos minutos lo que antes eran varias sesiones de horas. Esto abre el camino a tener un diagnóstico temprano a toda la población. Es una herramienta de ayuda a los clínicos para que puedan hacer mejor su labor, en menos tiempo y con mayor precisión», dice Alcañiz.
El autismo es un trastorno muy complejo, por lo que el avance de esta técnica es usar varios marcadores a la vez, ya que hasta ahora se está diagnosticando con un sólo marcador en cada sesión. «Cuanto antes se detecte en un niño será mejor para iniciar su tratamiento. Hasta ahora las técnicas eran largas, costosas y tienen cierto sesgo, porque están influidas por la experiencia del especialista a la hora de interpretar el resultado, y la precisión es más baja. Pero con estas técnicas no hay interpretación, el movimiento corporal lo mide la maquina con absoluta precisión», destaca el experto.
Este congreso, que se realiza desde Valencia online para especialistas de todo el mundo, celebra este año su XXVI edición. Es de ámbito interdisciplinar, ya que cuenta con neuropediatras, psiquiatras infantiles, pediatras, psicólogos, psicopedagogos, logopedas, pedagogos, genetistas y terapeutas. Además del autismo, aborda temas como la epilepsia congénita, los trastornos del sueño, los síndromes TDAH y Tourette, los trastornos específicos del aprendizaje en el rendimiento académico de los niños y la dispraxia verbal.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.