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Aves en el Parque Natural de la Albufera. LP
Islas para aves en un mar de arroz en el Parque Natural de la Albufera

Islas para aves en un mar de arroz

La Fundación Assut y SEO/Birdlife crean un espacio de 75 hanegadas en la Albufera para atender aves migratorias en su viaje a África

Juan Sanchis

Valencia

Jueves, 27 de septiembre 2018, 18:21

La Albufera se ha constituido en un hábitat alternativo al natural que facilita la presencia permanente de gran cantidad de aves acuáticas. Es también un lugar fundamental para la alimentación y el descanso de miles de aves que se desplazan entre los lugares de nidificación del centro y norte de Europa y los de invernada en África. En este caso, sin embargo, el parque natural apenas cuenta con espacios propicios para ellas, cuyas necesidades son más específicas. La intensificación agraria del arrozal, la escasez de hábitats acuáticos naturales y las molestias derivadas del tránsito de vehículos y personas, entre otras causas, dificultan que así sea.

Ante ello, la Fundació Assut y SEO/BirdLife han puesto en marcha el proyecto 'Arrozales de paso', una iniciativa que tiene por objeto favorecer los lugares de alimentación y descanso para las aves acuáticas migratorias en el parque. En palabras de Bosco Dies, asesor de la Fundació Assut, «la idea surge del interés que tiene para las aves que existan zonas no cultivadas libres de vegetación y con niveles de inundación escasos entre los meses de julio y octubre, coincidiendo con la migración postnupcial de muchas especies».

Correlimos, archibebes, andarríos, combatientes, chorlitejos, agachadizas y agujas son algunos de los grupos de aves más beneficiados por esta medida, ya que aprovechan lugares abiertos, libres de vegetación y poco profundos en los que alimentarse de los pequeños invertebrados que viven en el limo de los arrozales.

Entre las especies favorecidas por esta iniciativa destacan la aguja colinegra —en valenciano, tètol cuanegre—, el combatiente —redonell—, y el correlimos zarapitín —territ picarut—, aves limícolas que muestran un marcado declive en Europa. Pablo Vera, técnico de SEO/BirdLife, explica que se trata de «aves migratorias que nidifican en zonas del centro y norte de Europa y que mayoritariamente pasan el invierno en las regiones ecuatoriales de África». Entre las causas de su declive, señala «la pérdida y degradación de su hábitat, pues requieren encontrar espacios con aguas abiertas y someras adecuados para descansar y alimentarse». En la actualidad, según Vera, «estos hábitats son prácticamente inexistentes en la Albufera, por lo que muchas aves no pueden detenerse y se ven obligadas a alargar su viaje varios centenares de kilómetros hasta encontrar otro lugar adecuado».

Este año, para la época de la migración, entre julio y octubre, a través del proyecto «Arrozales de paso», se ha logrado manejar 75 hanegadas de arrozales en Alfafar y Silla, campos en los que el cultivo del arroz había fallado —por problemas en la germinación, afección de plagas y enfermedades o un desarrollo incontrolado de malas hierbas— y que ahora, gracias a la colaboración de los agricultores, quedan roturados, libres de vegetación y con los niveles de agua adecuados para estas aves.

Durante varias semanas, antes de que concluya la cosecha del cereal y se inunden los arrozales entrado el otoño, se calcula que esta medida, que garantiza la existencia de pequeños y necesarios islotes de vida en este espeso mar de arroz, va a beneficiar a miles de aves limícolas, a las que se suman otros pocos miles de flamencos, moritos, patos y otras aves acuáticas.

En el proyecto, que cuenta con el apoyo de Gracomsa Alimentaria, colaboran varios agricultores locales, que se benefician a su vez de una gestión que controla el crecimiento de «malas hierbas» en los campos —plantas adventicias perjudiciales también para las parcelas vecinas— y contribuye a prepararlos para la próxima campaña. Arroceros como José Martí, Vicente Martí y Juan Gimeno participan en la iniciativa facilitando los trabajos de «fangueo» de varios campos en los que la planta del arroz no se ha desarrollado con éxito.

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