![Jóvenes valencianos | «Los jóvenes tenemos una oportunidad de oro»](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202112/30/media/cortadas/luis-kqUG-U160407571794UWB-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Inconstantes, inconscientes y narcisistas. Esos son algunos de los estereotipos con los que cargan los jóvenes hoy en día. Una generación, además, que enlaza dos crisis económicas y se enfrenta a retos complejos. La tasa de paro en menores de 30 años alcanza hasta ... el 40%. Un joven en solitario debería destinar un 46,9% del salario mensual para el pago de la cuota hipotecaria y el 73,4% para la renta de alquiler, lo que hace casi imposible la emancipación. Todo ello, además, empuja a la juventud a marcharse fuera, en la conocida fuga de cerebros. A su vez, la pandemia ha agravado los problemas de salud mental de las nuevas generaciones: 1 de cada 7 adolescentes sufre depresión o ansiedad. Y ha disparado la adicción por las redes sociales. Pero hay esperanza y se abren nuevos caminos, la digitalización y la globalización son una oportunidad de oro para los millennial. Y hay jóvenes que triunfan. En la treintena, Luis Sánchez es un cirujano de éxito en el Hospital de Elche, profesor de universidad y fundador de su propia empresa, BiomHealth. Rompe prejuicios y defiende a sus coetáneos: «Los jóvenes somos abiertos de mente, curiosos y capaces de adaptarnos al cambio».
-¿Se considera millenial?
-Me considero millenial y me identifico con mi generación. Se suele decir que los jóvenes son inconstantes, individualistas y que no tienen valor por el trabajo. No creo que nada de eso sea cierto. Somos, eso sí, muy diferentes a las generaciones anteriores, más centradas en el crecimiento individual. Nosotros somos más conscientes tanto de nuestro entorno social como global. Luchamos un poco más por temas del planeta, la igualdad y otros temas sociales.
-¿Son los jóvenes una generación perdida?
-No lo creo porque hemos cambiado el concepto. La generación de nuestros padres vivía más por el estatus económico. Nosotros nos medimos más por el trabajo en equipo y la riqueza personal. Bajo el prisma sólo económico, podríamos decir que lo tenemos mucho peor: trabajos peor remunerados, menos estables… Pero creo que valoramos más la riqueza personal. Para nosotros es más importante, por ejemplo, que nuestro trabajo nos llene. Además, somos curiosos, abiertos de mente y capaces de adaptarnos al cambio.
-Pero podrían decirte que vale, pero que hay que tener una casa donde vivir…
-Evidentemente tenemos un problema con el acceso a la vivienda. Es verdad que hay muchos jóvenes que no pueden pagarse una casa o un piso. Hay que buscar una solución de consenso nacional y unos planes a largo plazo.
Somos futuro
Jorge Alacid
Juan Antonio Marrahí
-¿Habría también que revisar los sueldos bajos en España frente a la alta formación?
-Sí, en mi caso por ejemplo, lo veo entre los sanitarios. En España estamos muy por debajo en este tema frente a otros países europeos. No hay concienciación social ni política. Tiene que llegar una pandemia para que nos demos cuenta de la importancia de la ciencia y la investigación. Es otro asunto por el que habría que llegar a pactos.
-El acceso al mercado laboral por parte de la gente joven es otro problema…
-La situación de la juventud puede parecer precaria pero es prometedora. Hay campos muy grandes relacionados con la globalización, la digitalización o la realidad aumentada que están inexplorados y suponen una oportunidad de oro para las nuevas generaciones a nivel profesional. Es una situación difícil pero con nuevos caminos. Además son sectores en los que los jóvenes nos sentimos muy a gusto. Hay que aprovecharlo.
-¿Qué pueden aportar los jóvenes a la sociedad y al trabajo?
-Yo siempre digo que cuando un joven llega a un grupo de trabajo trae pasión y energía. Lo agita. Como decía, tenemos otros valores que las generaciones anteriores, valores comprometidos con nuestro entorno, no sólo nos preocupa nuestro propio bienestar.
-¿Hay fuga de cerebros de jóvenes en España?
-Sí la hay. A veces te surgen oportunidades fuera que están mejor pagadas y te vas. Habría que trabajar en ofrecer mejores salarios en España y retener el talento. Por otro lado, yo creo mucho en la globalización y creo que se puede trabajar fuera de España y aportar a tu país. Hay ejemplos de científicos que lo hacen.
Somos Futuro
-Tú estuviste una temporada fuera y volviste. ¿Por qué?
-Volví porque me ofrecieron buenas ofertas de trabajo y me estabilicé. Considero importante salir de tu zona de confort durante unos años y experimentar fuera de tu ámbito, aprender cosas nuevas. Yo decidí volver porque quería mejorar la vida de las personas de mi país. Creo que para mejorar la vida a nivel global tienes que mejorar primero la de tu entorno. Decidí aplicar y enseñar en la Comunidad Valenciana todo lo que me habían enseñado a mí fuera. Y además me dieron la oportunidad de hacerlo.
-Trabajas en el Hospital de Elche, eres profesor y también montaste tu propia empresa, BiomHealth.
-Sí, es una empresa de diagnóstico y tratamiento de diferentes patologías intestinales. Nos dedicamos al análisis y la recuperación microbiótica intestinal que es la responsable de que cuando se rompe este equilibro se generen muchas enfermedades.
-¿Contasteis con ayudas?
-Participamos en muchos proyectos autonómicos, europeos e internacionales que nos han permitido llevar a cabo el proyecto. También hemos ganado algún concurso a nivel privado. Es verdad que es difícil porque hay muchos proyectos competitivos y el dinero es escaso.
-¿Qué medidas propondrías para fomentar la investigación en España?
-Se necesita una inversión importante porque ir enlazando proyectos es penoso y no da estabilidad. Hay que fomentar la inversión para continuidad a los proyectos e impulsar las colaboraciones público-privadas para dar continuidad a esos proyectos.
-Como treintañero que ha llegado tan lejos, ¿cuál es tu secreto?
-Aún me queda mucho por hacer, no creo que haya llegado tan lejos. Lo importante es echarle horas y pasión a lo que te gusta. Creo que hay que ser fiel a uno mismo. Y pelear mucho.
-¿Siempre quisiste ser médico?
-No siempre quise ser médico. Estudié en el conservatorio y primero quería ser músico. Luego, ingeniero. Pero yo me veía trabajando con personas. Con la cirugía puedes salvar vidas. No lo cambiaría por nada del mundo. Sobre todo el trato con los pacientes, su sonrisa y el cariño.
-Como millennial, ¿cómo te llevas con las tecnologías?
-Me encantan. Las redes sociales son un medio de comunicación con tu entorno y con personas que no conoces. Hay que tener cuidado con la manipulación pero bien usadas son muy provechosas. En el campo de la medicina, la tecnología ha conseguido avances increíbles. Dentro de poco, por ejemplo, haremos cirugía robótica.
-La pandemia ha agravado los problemas de salud mental entre los jóvenes...
-Hace falta fomentar la comunicación con los jóvenes, hablar con ellos. La pandemia ha cambiado el ocio de los adolescentes que se han sentido aislados. No hemos sabido explicar estos cambios. Hay que estrechar lazos, adaptarse a un mundo cambiantes... Saber buscar el lado positivo.
-¿También habría que controlar el consumo de alcohol como forma de ocio?
-La juventud es una etapa en la que se prueban los límites. Pero es necesario fomentar el consumo responsable.
- ¿Qué otros retos le quedan a la juventud?
- Tenemos que trabajar y seguir pensando en los demás, de una manera social para crecer como país y de manera global.
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