La pequeña Saray tiene que regresar a España con su padre de inmediato. Así lo ha dictaminado el juez de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Moncada después de que el progenitor denunciara que su expareja había sustraído a la menor de cinco años en Tavernes Blanques ... . Teniendo en cuenta los hechos, el juez ha decidido quitarle la guardia potestad y guardia y custodia de la menor a la madre y concedérsela en exclusiva al padre.
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En el auto se ordena el regreso a España inmediato de la menor. Además, pide que la madre y sus familiares comparezcan en España en calidad de investigados por un presunto delito de sustracción de menores y de lesiones.
La menor, de cinco años, fue presuntamente sustraída por la fuerza el pasado viernes 28 de abril cuando la llevaban al colegio el abuelo y el padre, al parecer, por parte de personas del entorno de la madre, que la subieron a un vehículo, según denuncia el progenitor.
En el auto, el juez expone que la niña fue trasladada ilegalmente a Nimes (Francia) por la madre y que esta no puede decidir de manera unilateral llevarse a la pequeña fuera de España sin el consentimiento del padre y sin el aval de los tribunales competentes.
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Según declaró José Manuel, él y su padre acompañaban a la niña de cinco años al colegio, situado en Tavernes Blanques. Mientras realizaban el recorrido habitual, se detuvo un coche y de él se bajaron -según su relato- la madre, el tío y el abuelo materno. «Nos dieron una paliza e iban con una pistola», contó tras el suceso.
El padre se siente aliviado de que la Justicia le haya dado la razón. «Pero todavía no sé dónde está mi hija», dice presa del dolor. Las investigaciones apuntan a que la niña está en la localidad francesa de Nimes con su madre. La progenitora es francesa y los indicios sugieren que se la podría haber llevado a su ciudad natal. Sin embargo, José Manuel no ha podido hablar con Saray desde que se la arrebataron de sus brazos.
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Pero lo único que tiene el padre ahora mismo es ese auto. Y ni rastro de su pequeña. Vive en una espera constante. «Lo peor es no saber cómo está mi hija ni cómo la están tratando», asegura. No ha podido ver ninguna fotografía de la niña ni escuchar su voz.
«Ni su madre ni sus familiares me cogen el teléfono ni para decirme que la niña está bien. No puedo ponerme en contacto con ellos», desvela desgarrado. Desde el primer instante, José Manuel puso carteles con la imagen de su hija por todo Tavernes Blanques. Su fotografía hasta apareció en la plataforma SOS Desaparecidos.
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En el momento en el que se produjeron los hechos, la menor estaba con el padre de manera legal. Ninguno de sus progenitores debía sacarla de España, según informaron desde la Guardia Civil. Pero la historia devino en un final completamente distinto para la familia.
José Manuel cree que su lucha es un referente para todos los afectados de este tipo de delitos. «No quiero que la gente piense que puede sacar a un niño de España, apartarlo de su padre y que no pase nada», dice. El padre deja muy claro que no piensa tirar la toalla en lo que se trata de su hija.
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