MARTÍ QUINTANA/EFE
Viernes, 31 de agosto 2018, 01:22
ciudad victoria. Decenas de pruebas entre testigos, peritos y documentos se presentarán durante el juicio contra Jorge Fernández, el esposo de la valenciana Pilar Garrido acusado de su asesinato hace un año en el noreste de México. La previsión es que el proceso, que comenzó ayer, se prolongue durante un mes. En la primera sesión declararon varias amigas de la víctima y la propietaria del restaurante donde comió la última vez que se le vio con vida, tal y como informó el diario 'Hoy Tamaulipas', de Ciudad Victoria, que también señaló que los testigos llamados por la Fiscalía no dejaron entrever que la valenciana sufriera malos tratos de su esposo, como se rumoreó en principio.
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El caso es complejo, con dos versiones completamente contrapuestas. Si Fernández es declarado culpable puede enfrentarse a 50 años de prisión por feminicidio. El acusado defendió el miércoles su inocencia en una entrevista a Efe, una idea que ayer suscribieron sus padres. «No les gusta que digamos la verdad, pero la verdad es esta: mi hijo es inocente y va a salir», dijo Adriana González, la madre. «Le fabricaron el caso», agregó por su parte el padre. La pareja sostiene que detrás de la acusación contra su hijo está la presión del Gobierno de España ante el mexicano.
La valenciana, de 34 años, desapareció el 2 de julio del año pasado cuando viajaba con su marido y su bebé en un automóvil de regreso a Ciudad Victoria tras unos días en la playa. Según el esposo, fueron interceptados por sujetos armados y se llevaron a la mujer.
«Nuestra investigación está basada y soportada sólidamente en pruebas científicas y tecnológicas, todas ellas obtenidas a través de la legalidad», indicó el director general de Operación del Procedimiento Penal Acusatorio y Oral de la fiscalía, Natanael Castelán. En el proceso presentarán más de 50 pruebas que incluyen declaraciones de testigos «expertos», así como médicos, antropólogos, sociólogos y criminólogos.
Por su parte, Martín Lozano, el abogado de Fernández, presentará unas 25 pruebas con las que busca enterrar el caso. El defensor tildó la investigación de «muy endeble», y aseguró que cuentan con una informe elaborado por la Universidad Complutense de Madrid y con pruebas que demuestran que el móvil de Pilar estuvo funcionando horas después de su desaparición.
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