Urgente Detenidos tres menores por asesinar a una educadora en un piso tutelado de Badajoz
El alcalde de Sollana, en el punto donde confluyen los términos de Sollana y Valencia. M. García

Sollana

L'Albufera: Un Parque Natural de todos y no de pocos

El Ayuntamiento aboga con contar en un futuro con una zona para autocaravanas para poder fomentar el turismo, con la observación de aves en auge

Manuel García

Sollana

Lunes, 7 de octubre 2024, 01:02

«Que sea un espacio donde podamos convivir todos y nadie salga perjudicado. Queremos ponerlo en valor». El alcalde de Sollana condensa en pocas palabras ... cómo debe ser la relación que, desde su punto de vista, deben mantener con el Parque Natural de la Albufera. Vicent Codoñer quiere abrir mucho más esta zona para el visitante, hacerla más accesible y que sea un referente turístico todavía más importante.

Publicidad

Aunque reconoce que no es nada sencillo. La vertiente turística de la Albufera está por explotar en el término de esta localidad de la Ribera Baixa, se lamenta mientras muestra con orgullo los parajes que ofrece su municipio. Una de las cuestiones que el primer edil pone sobre la mesa es el hecho de que la mayoría de terreno, con el arroz en plena época de siega como gran dominador, está en manos privadas y hay muy poco suelo municipal, lo que dificulta este deseo de que sea para todos.

Sollana cree que tiene entre sus manos un producto con un gran potencial a quien, con todo el control que requiere una zona medioambiental tan importante, se le deben soltar las riendas y se puedan ofrecer más opciones a los visitantes que, en ocasiones, optan por otros términos municipales sin saber lo que tienen a su alcance.

Pero eso no quiere decir que Sollana no reciba ya a personas que están interesadas en el aire libre y la naturaleza. Las papeleras, que aparecen llenas cada semana y que los operarios municipales han de vaciar, son una muestra de la demanda existente. El incivismo, por fortuna, es nota poco común en este término municipal.

Publicidad

La primera parada que se puede encontrar el visitante, en una de las rutas que ofrece el Ayuntamiento, es el Portet. Una zona sombreada y con bancos en la que poder disfrutar de un paseo en una tradicional barca en el que es uno de los mejores accesos al Parque. Codoñer se sitúa entre los términos municipales de Sollana y Valencia. Literalmente. Con un pie en cada uno de ellos. Así, quiere demostrar que, en muchas ocasiones, resulta muy complicado poder efectuar acciones tan necesarias como, por ejemplo, la reparación de una pasarela de madera que se ha quebrado por el paso del tiempo pero que se escapa de sus dominios por unos pocos centímetros.

El primer edil es partidario de poder impulsar en la zona un espacio para autocaravanas y señala espacios ya construidos que pudieran permitir esta función, por lo que el impacto sería mínimo. Pone como ejemplos otras zonas de la Comunitat (Bellús o Benisuera) e incluso de otras autonomías (Tarragona) en la que hay más permisividad, «sin que ello signifique falta de control. Las dos cosas son compatibles».

Publicidad

Esta zona de autocaravanas podría contar con su correspondiente fosa séptica, una toma de luz, que podría abastecerse de energía solar y los servicios mínimos indispensables como baños o un pequeño espacio en que comer o beber.

El turismo ornitológico, que se encuentra tan en boga en los últimos años, cuenta con un espacio envidiable para poder contemplar la presencia de diferentes especies. Además, se trata de una variedad de turismo que ha adquirido un gran auge en muchos países y que trae consigo a un turista que, en general, posee una destacable capacidad económica, por lo que el desembolso de dinero en la zona puede ser mayor.

Publicidad

Además, y para ampliar aún más las posibilidades de visita, desde Sollana se intentó, por el momento sin éxito, que el Parque pudiera ser más accesible para todas las personas. Hubo conversaciones con la Once pero no han fructificado. El objetivo del Consistorio de la localidad de la Ribera es poder hacer algo más grande el embarcadero para ofrecer una mejor experiencia al visitante y que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, pueda vivir esta experiencia.

La siguiente etapa de este recorrido lleva al visitante a subir a la torre-mirador de Milia, junto al 'tancat' del mismo nombre y supone disfrutar de la que puede ser, sin exagerar, una de las mejores vistas panorámicas del Parque Natural. En días con buena visibilidad se ven todas las localidad costeras y muy buena parte de la Albufera.

Publicidad

Desde el Ayuntamiento de Sollana, cuyo pleno aprobará este mes la moción para impulsar la declaración de la Albufera como Reserva de la Biosfera, confían en que cosas que ahora resultan imposibles sí se puedan llevar a cabo en beneficio tanto de la economía de la zona como del cuidado del medio ambiente.

Un ejemplo es el de los caminos. Aunque su estado no es desastroso porque no ha llovido mucho, existen baches que dificultan el tránsito a quien circula en coche, aunque la bicicleta o 'el coche de San Fernando' resultan más adecuado. El mayor tamaño de los vehículos agrícolas tampoco ayuda a su conservación. Más bien al contrario, daña los caminos de acceso a los campos de arroz que se desperdigan por los cuatro puntos cardinales. Asfaltarlos resulta imposible por ley, pero los tratamientos que se les imparten a estos caminos de tierra apenas duran unos meses.

Noticia Patrocinada

Pero, como se dice habitualmente, nunca llueve a gusto de todos. Al menos por lo que respecta a la presencia de determinadas especies. José Felip ya denunció en LAS PROVINCIAS el pasado mes de junio que los flamencos habían acabado con su cosecha. Con mil hanegadas a su cargo, Felip, delegado local del sindicato agrario AVA, lamenta que sea la segunda cosecha que estos animales le dañan.

A sus 75 años de edad, confiesa que no tiene «más remedio» que ir al campo cada día porque su pensión de jubilación, de apenas 800 euros, le da para lo que le da. Además, lamenta tener sobre sí una especie de espada de Damocles al sentirse «muy vigilado. Cuidado con lo que tiras», comenta molesto por el exagerado control que afirma sufrir.

Publicidad

Para casos como el de este agricultor, el alcalde de Sollana pide que alguien se haga cargo de estas pérdidas porque la presencia de animales va en aumento «y es un señal de que el Parque está mejorando, pero esto daña al agricultor».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad