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elísabeth rodríguez
Jueves, 23 de septiembre 2021, 00:35
Lanzar hachas era la excusa. El objetivo era estudiar con una beca deportiva. Después, la excusa se convirtió en su pasión y en su ... modo de vida. «Yo me fui a EEUU a vivir y quería estudiar allí y la única manera de hacerlo era siendo becada», relata Carolina Gascón, valenciana de 31 años natural del municipio de Anna. En Valencia se licenció en Filosofía, pero su carácter inquieto y ávido de experiencias le empujó a trabajar como periodista de eventos, hasta que se planteó cambiar de etapa y profundizar en el área de la Sociología. A esto se sumaron sus deseos de vivir unos años en el país de Hollywood.
«Yo quería estudiar pruebas y estadísticas en Sociología. Me fui con 27 años hasta los 29. La última vez que tiré un hacha en EEUU fue en diciembre de 2019 y luego en julio de este año lo retomé aquí en España», cuenta la joven. Pero ¿cómo se gesta una lanzadora de hachas? ¿En qué momento Carolina se levantó con la idea de apuntarse a esta disciplina como medio para conseguir sus objetivos? «Estudiar lo que yo quería eran 80.000 dólares al año. Con lo cual, pensé automáticamente que debía buscar un deporte que pudiera hacer bien o al que pudiera acceder rápidamente. Entonces recordé que siempre se me ha dado muy bien lanzar dardos y este tipo de juegos de puntería en general. Tras hacer una búsqueda por internet, me topé con un club de Atlanta de lanzamiento de hachas. Y dije: por qué no», cuenta.
Una vez contactó con el club, realizó unas pruebas que le abrieron las puertas a esa ansiada beca de estudios. «Me dijeron que tenía que comprometerme a entrenar tres horas al día y así hice», recuerda Carolina con detalle mientras enseña algunas fotos de su etapa como competidora.
Lo que no se imaginaba la joven de Anna es que se convertiría en la primera mujer española en participar en la WATL (World Axe Throwing League), la liga estadounidense de lanzamiento de hacha, donde compitió durante tres años seguidos. «En mayo de 2019 se me terminó el visado y volví a buscar trabajo en España e hice una entrevista en El Hachazo en Madrid y me dijeron que al año siguiente abrirían un local en Valencia», explica Carolina, que al no encontrar trabajo volvió de nuevo a EEUU porque el club le pidió que participara en la liga de otoño, de septiembre a diciembre de 2019.
Esa fue su última participación como deportista de élite. Carolina decidió cerrar este capítulo de su vida como competidora, dispuesta a buscarse la vida en su tierra. «Cuando volví a España, en enero, empecé a lanzar currículums y me cogieron en la televisión de Melilla para un programa de política que se llamaba la 'Réplica de Carolina Gascón'. Allí estuve un año cubriendo una baja», cuenta la polifacética valenciana que consiguió meter cabeza en la televisión local gracias a un vídeo que compartió en redes sociales durante su etapa en EEUU. «¿Se imaginan un supermercado español decorado con banderas de España?», con esta pregunta, Carolina empieza el citado vídeo en el que aparece en un establecimiento estadounidense repleto de barras y estrellas y donde hace una reflexión sobre el patriotismo y la identidad.
Aunque su versatilidad le ha llevado a transitar caminos profesionales muy variopintos, ahora se encuentra metida de lleno en esta disciplina que comenzó siendo una excusa para estudiar y con la que ha encontrado un sitio en El Hachazo. Fue en julio de este año cuando Carolina inició su nueva etapa laboral como instructora en esta sala de tiro con hacha, que abrió sus puertas en el barrio de Ruzafa en febrero de 2020.
«Cuando vine de Melilla terminé el master, en junio de este año, y me puse a buscar trabajo. Entonces fue cuando me contrataron en El Hachazo», narra la maestra del lanzamiento de objetos punzantes, cuyo plan es quedarse en la capital del Turia por un tiempo. «A mí Valencia me encanta, quiero quedarme aquí. El éxito para mí de 2017 a 2019 era ganar los torneos y el éxito de ahora es conseguir que la gente que viene asustada pensando que no va a lanzar nada y se vaya encantada diciendo que han clavado todo», confiesa Carolina cargada de la ilusión y seguridad que la caracterizan. «Lo ideal es ya compaginar esto con dar clases particulares de Filosofía. Mientras, los que quieran aprender a lanzar hachas me pueden encontrar todos los días en El Hachazo», agrega.
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