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Actores secundarios | Decenas de profesionales, desde el anónimato, hacen posible la fiesta... pero a algunos de ellos les maltratamos con una actitud reprochable

Jesús Trelis

Valencia

Lunes, 17 de marzo 2025, 00:08

Escribe Marta D. Riezu, en su inspirador libro 'Agua y jabón', que ama a los actores secundarios: «es necesaria una sensibilidad especial para acatar la ... etiqueta de adjunto, sobre todo cuando el talento es palpable». Ella habla del cine, básicamente. Aunque su descripción es aplicable a todos los ámbitos. El periodístico. O el político. El empresarial, también. Los actores secundarios afloran, en realidad, en todas las facetas de la vida. Y en todas son imprescindibles. En la celebración de una fiesta como las Fallas, desde luego. Basta dar un paseo imaginario por el universo fallero para ver cómo existen personas que, desde la sombra o la distancia, hacen posible la magna tradición. Las fuerzas de seguridad, los sanitarios, el aprendiz de artista fallero, quien borda una manteleta, quien pinta un ninot, quien conduce un taxi de madrugada cuando la fiesta colapsa; quien pilota un autobús de la EMT cuando acaba la mascletà y parece que es el fin del mundo, los bomberos... O un colectivo sobre el que deberíamos poner el foco porque son actores secundarios a los que valoramos poquísimo y vilipendiamos con nuestra falta de respeto. Profesionales a los que tratamos como extras en este maremágnum que son nuestras fiestas grandes. Unos extras sin los que la ciudad, en vez de ser la viva y bella Valencia, sería un absoluto estercolero. Hablo de quienes limpian cada madrugada y, a partir de ahí, durante todo el día, las toneladas de basura que producimos durante estas fiestas. Y que esparcimos sin piedad, con una absoluta falta de urbanidad y casi como un insulto a la decencia, convirtiéndonos -no todos, claro- en pequeños salvajes deambulando por el asfalto.

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