F. R. / E. RODRÍGUEZ
Viernes, 4 de diciembre 2020, 00:09
La Nochevieja va a convertirse en 'Tardevieja'. La posibilidad que se le brinda ahora al ocio nocturno para reconvertirse en ocio diurno va a dar un respiro a pubs, discotecas y bares de copas. Mientras, la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia y de Conhostur consideran, como ya declaró a LAS PROVINCIAS su presidente, Manuel Espinar, que bares y restaurantes van a perder un 60% de su facturación estas fiestas por no celebrarse las cenas de empresa y de grupos de amigos. Una cantidad que estiman en 1.080 millones de euros.
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Víctor Pérez, el presidente de Fotur, la Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunitat Valenciana, anuncia que van a lanzar una campaña para trasladar de la noche a la tarde las celebraciones más relevantes de las fiestas navideñas. El toque de queda deja vetada su actividad nocturna, pero nada les impide abrir durante el día si así lo permiten los ayuntamientos, siempre y cuando se cumplan las medidas sanitarias de seguridad similares a las de la hostelería y por supuesto, no se podrá seguir el ritmo de la música en la pista de baile como sucedía antes de que el 17 de agosto se decretase su cierre.
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«Nos tenemos que olvidar de Nochevieja. La tenemos que dar por perdida», afirma Pérez. Para sustituirla tienen una alternativa: la 'Tardevieja'. «Es un 'brunch-music'. Un almuerzo, que diríamos en Valencia, con un tardeo», indica. «Desde Fotur vamos a iniciar una campaña en cuanto se publique la normativa para las fiestas navideñas », asegura Víctor Pérez. Esta fórmula también se realizará el Año Nuevo y Reyes, y antes, en Nochebuena y Navidad.
El sector del ocio nocturno acumula ocho meses y medio cerrado. Una situación «insostenible», lamenta el presidente de Fotur. «Somos 1.100 empresas y si todo sigue igual en enero calculamos que cerrarán 300 locales definitivamente», dice. «El Gobierno dijo que no se iba a dejar a nadie atrás y a nosotros nos ha dejado tirados en la cuneta», apunta Víctor Pérez.
En su propia piel lo está viviendo el personal del salón Fiesta, ubicado en Requena. «No sabemos aún qué vamos a hacer esta Nochevieja, pero la cosa pinta muy mal. Nadie nos ha llamado para ver si abrimos o no. Vamos a esperar a ver si se aclara todo más, pero lo vemos difícil», explica Javier Pérez, socio participativo del negocio, que todos los años organiza cena y cotillón con verbena. En el caso del pub Carajillo, ubicado en la plaza Xúquer, pretenden abrir a las doce del medio día si el Consell lo permite. «A no ser que las medidas sean inviables, seguro que abriremos durante el día aprovechando la terraza que tenemos. No se podrá bailar, por lo que no se va abrir el interior. Serviremos sólo copas, cervezas y cafés», explica Teresa Timoteo, gerente de este local con 41 años de historia.
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